13/09/2022
La falta de datos exactos sobre la formación y desarrollo de los resguardos del Macizo Colombiano, hace difícil la tarea de establecer con toda claridad la procedencia de la población indígena; diseminada en varios sitios de la región se encuentran rocas con incisiones lineales y dibujos de figuras en técnica d>C relieve negativo. Estas obras, echas evidentemente con instrumentos de piedra, no parecen ser representaciones totémicas de animales o simples dibujos ·geométricos. Forman evidentes combinaciones de siluetas de hombres y de animales con espirales, meandros, círculos, etc. Dan la impresión de ser obras de una marcada intención pictográfica, si no se quiere ver en ellas ya la representación de una escritura rudimentaria. Llaman la atención no Sólo por la repetición de signos y formas en puntos tan distantes entre. s í. como ''La Cueva" (cerca de San Lorenzo), El Rosal y La Vega , sino por su distribución en fajas horizontales de un ancho aproximado de 70 centímetros separadas entre sí con fajas vacías. Si estas incision.es fueran signos de una escritura primitiva, lo que sólo un detenido estudio arqueológico podría resolver, demostrarían la existencia de un antiguo pueblo con alto desarrollo cultural que no correspondía ya a J.as tribus encontradas por los Conquistadores. Es verdad que ningún cronista español parece mencionar dichas rocas incisas; sin embargo, este hecho no constituye prueba suficiente para negar su existencia en el tiempo de la Conquista, pues ningún cronista tampoco hace mención de las maravillosas esculturas del valle del Alto Magdalena (San Agustín), cuya existencia en aquella época no se pone en duda. Existe pues la posibilidad de que restos de estos pueblos vivían todavía en el siglo XVI, mezclándose, talvez, con las tribus que subían a las cordilleras ahuyentadas por la conquista española.
Tomado de: Friede, J. (1976). El indio en lucha por la tierra (No. HD1265. C6. F74 1976.). Bogotá: Punta de Lanza, p.78.