16/05/2019
Se les escuchaba caminar por las calles de mi pueblo, eran las cuatro de la madrugada y el silencio de las calles quedaba enmudecido por sus pasos decididos.
Recuerdo asomarme desde mi ventana con miedo, no entendía lo que estaba pasando ahí fuera y yo, que nada más que tenía 10 años, ya sabía lo que era normal y lo que no, y ellos no eran normales, ¿o estaba equivocado?
Aquella gente que vi desde mi ventana no se ajustaba a los cánones de la normalidad que me habían implantado desde bien joven pero, y todavía no sé el motivo, empecé a discernir auras de fantasía y magia que salían de sus cuerpos, comencé a sentir alegría e inquietud por bajar a verlos más de cerca.
Eran forasteros, de eso no había duda, pero jamás había visto a mi pueblo tan lleno de luz como aquella noche en la oscuridad. Ellos paseaban entre las calles con objetos extraños en las manos, las caras con pinturas insólitas y con sus sonrisas intactas, menos uno que decidió dejar todo lo que sostenía en el suelo, se acercó a una pared, puso su mano encima y dijo:
“Este pueblo está vivo, sus viejas paredes de piedra han visto y vivido mucho más de lo que podremos ver y vivir nosotros en mil años, este pueblo es el indicado.”
¿Era todo un sueño o aquellas personas eran reales?
🤫 València Turisme Editorial Sargantana Spain Kilimanjaro Hi-Fi Kāuri Sport Akelarre Espectáculos A.C La Lleona Sanikey Representatives Ajuntament de Bocairent Federación de Escuelas de Circo Socio Educativo 🤫