22/11/2019
El Poblado Cántabro de Cabezón de la Sal, principal activo turístico de la villa, cerró este septiembre de 2019 principalmente por la desidia, la falta de mantenimiento de las cabañas, y el desinterés del consistorio (la falta de respeto a los visitantes ordenando tareas de desbroce coincidiendo con visitas en lugar de realizarlas los días de cierre sólo sería un ejemplo).
El artículo es bastante "equidistante" pues El Diario Montañés no deja de obtener una parte importante de sus ingresos de subvenciones y publicidad institucional de las distintas administraciones en Cantabria.
• Hasta el mes de septiembre que se cerró el poblado (no por decisión del alcalde sino a su pesar, por la imposibilidad de seguir con las visitas por parte de los guías tras lluvias más abundantes de lo habitual y la falta de seguridad) casi 9000 personas habían visitado este recurso turístico en lo que llevábamos de 2019.
• El bosque de Secuoyas será el recurso del municipio que más visitantes reciba en la actualidad, pero no genera ingresos directos, y el porcentaje de visitantes que luego visitan la villa de Cabezón es menor que en el caso del poblado o los otros recursos turísticos menos conocidos (cuando estos están abiertos).
• Ya se venía avisando de la falta de mantenimiento, teniendo incluso que poner un aforo de 20 personas por visita guiada este verano pues la cabaña redonda estaba parcialmente encharcada por una gotera limitando el número de personas que podían entrar en ella y seguir las explicaciones de forma cómoda.
• En la actualidad, esa cabaña está impracticable, la pequeña redonda apolillada, y la rectangular con goteras, al igual que el edificio principal en el exterior del recinto. A falta de medidas urgentes para evitar un mayor deterioro del resto de edificaciones, el poblado cántabro está condenado a un cierre prolongado.
• La falta de mantenimiento tampoco es exclusiva del poblado, pues el molino de Carrejo también sufre de goteras y abundante carcoma.