MATA DE ALCANTARA
SITUACIÓN:
Se encuentra a 18 kilómetros de la frontera con Portugal, en la comarca llamada penillanura del Salor y en la margen izquierda del río Tajo. La altitud sobre el nivel del mar es de 332 metros. Por la nacional 521, tomar el cruce, situado, a mano derecha, a la salida de Malpartida a la Ex- 207, dirección Brozas. A seis km. de esta localidad seguir desvío derecho hast
a Villa del Rey. Mata de Alcántara se encuentra a 7 km, seis km. Después nos encontramos con Alcántara. MONUMENTOS:
Iglesia parroquial Nuestra Señora de Gracía del siglo XV (inacabada) Esbelto edificio de sillería. En su construcción se observan claramente dos partes definidas. En el interior de este edificio resulta de interés el retablo mayor, que corresponde a finales del siglo XVI, un pequeño retablo en el muro del Evangelio con pinturas representando a San Bernardo y a San Francisco del siglo XVIII, así como restos de pintura mural del siglo XVI. Tumbas en roca. Lagaretas en roca. Ermita de San Lorenzo. FIESTAS:
2 Febrero "Las Candelas"
Último Sábado de Abril: Romería de San Lorenzo.
10 de Agosto "San Lorenzo". Toros al estilo tradicional. Otras fiestas de interés: "matanza popular" (mes de Febrero) y "pela del potro" (Viernes Santo). COSTUMBRES:
Comidas típicas: migas extremeñas, caldereta, buche con coles, mondongo, mormenteras, frito, roscas bañadas, mantecados, empanadas. Tencas pescadas en las charcas de la localidad. HISTORIA
El origen de este pueblo está ligado a la Reconquista y a la Orden Militar de Alcántara. La conquista de estos territorios fue llevada a cabo por Alfonso IX de León que toma Alcántara en 1213 y los entrega a la Orden para su defensa y organización. A partir de este momento, se utiliza el sistema de encomienda por el que un comendador administra el territorio para repoblar la zona. Surgen así, entre 1217 y 1251, diversos pueblos, casi todos sedes de encomiendas, entre ellos, La Mata. Esta localidad sufrirá, al igual que los demás pueblos, los efectos de la inestabilidad política de la corona de Castilla en el siglo XV, hasta la llegada al trono de los Reyes Católicos. La Orden de Alcántara se ve afectada con una guerra civil entre sus principales mandatarios, repercutiendo en los pueblos sobre los que ejerce su jurisdicción. El siglo XVI es el siglo de desarrollo y crecimiento de esta zona y en La Mata queda plasmado a través de la construcción de su iglesia parroquial de Nuestra Señora de Gracia, obra del gran arquitecto Pedro de Ibarra. En los siglos XVII y XVIII sufrirá, los efectos de las guerras con Portugal, que se traducen en saqueos y pillajes por parte del enemigo. En los inicios del siglo XIX, con la invasión francesa y la guerra de la Independencia, La Mata, como los demás pueblos de la zona, se verá afectado por los efectos de las guerras con destrucciones y saqueos. El topónimo de La Mata existe desde 1229. A partir de la segunda mitad del siglo XIX es cuando oficialmente se la denomina Mata de Alcántara, aunque para los habitantes del pueblo sigue siendo La Mata. Durante el siglo XX Mata de Alcántara, como otros pueblos de España, sufrirá los efectos negativos de la emigración, perdiendo en el periodo de 1950 a 1980, algo más del 70% de su población con las consecuencias socioeconómicas que esto conlleva. En el término municipal de Mata de Alcántara existen diversos vestigios arqueológicos representados por varias tumbas antropomórficas situadas en las inmediaciones de la ermita de San Lorenzo. Pertenecen a la época medieval. TURISMO:
Ruta por la dehesa extremeña. Contemplar las grullas en su entorno natural. Visitar la peña "El cotón"
Entorno de la rivera, en especial "naharro". Paseos a caballo. Mata de Alcántara centra su atractivo en sus espacios naturales, en su monumento más importante, la iglesia de Nuestra Señora de Gracia, en sus fiestas tradicionales y en una interesante gastronomía. El visitante puede disfrutar del entorno natural en las charcas, como la de Cuetos, en la Ribera de la Mata, con importante riqueza faunística, especialmente aves, cigüeñas blanca y negra, garzas, ánades y en las dehesas. Una de ellas cuenta con un mirador, lugar ideal para la contemplación de la dehesa matiega y la observación de aves.