12/06/2024
Tras una semanita cultivando el arte de "no hacer", descansando, cuidándome, escuchando lo que mi cuerpo y mi corazón han querido contarme (a la cabeza ya la escuchamos demasiado a menudo), tras largos paseos, meditaciones a la orilla del mar, atardeceres y mucho aprendizaje, vuelvo renovada para retomar mi vida con la máxima energía y entusiasmo (no sé vivir de otra manera 😊)
Estos días de reencuentro conmigo misma me han permitido recordar mis prioridades, la importancia de parar con frecuencia (a mí también se me olvida...) y ver qué necesito, dónde estoy y hacia donde quiero dirigirme. También me han recordado mi ritmo natural, ése en el que estoy cómoda y disfruto de lo que hago, y que como sé que os pasa a muchxs de vosotrxs es bastante más lento del que me impongo a menudo.
Para mí viajar es esto y mucho más. Irse de vacaciones no debería ser coleccionar lugares, comer y beber a todas horas y hacer miles de fotos. Salir de tu rutina y cambiar de escenario es una oportunidad para tomar perspectiva, recordar quién eres o descubrirlo, conectar con ese lugar que te acoge de forma sincera y agradecida, aprender y oxigenarse, renovando el paisaje, la mirada y el corazón.
Cada vez necesito viajar más despacio, más atenta. Sabiendo que me llevo mucho y que queda otro tanto por descubrir! Y que el disfrute no es cuestión de cantidad ni de velocidad, sino de conexión y profundidad.
Y tú, cómo viajas? Te leo 😉
Abrazo grande 💜
Loreto.