30/06/2024
Pectoral de oro de la Tumba 7 de Monte Albán, Oaxaca
Uno de los hallazgos más impresionantes de la Tumba 7 es un objeto de oro en forma de una cabeza humana con hombros: el adorno (“pectoral”) de oro, designado con el número 26. La forma es típica y tiene sus paralelos en los objetos de metal de Centroamérica. El artefacto se halló en la antecámara, cerca del paso entre ambas cámaras, como ofrenda ante la cámara principal de la tumba.
Lo precioso del penacho (con sus motivos de plumas de quetzal y rosetones de jade), la presencia de orejeras en forma de finas cabezas de serpientes, la nariguera en forma de varita de jade y un collar con cuentas o cascabeles, que muestra en el centro un ave que cae, sugieren que se trata de un personaje de la nobleza o familia real.
La cinta que sostiene el penacho está decorada con un motivo de grecas que en lengua mixteca se lee ñuu, “pueblo”, lo que sugiere que se trata de un tocado propio de la familia real. El hombre tiene la mandíbula descarnada... En los códices de ñuu savi la mandíbula descarnada caracteriza a un sacerdote que realiza un autosacrificio ante un envoltorio sagrado. También es un atributo de los sacerdotes de la señora 9 Hierba, Dueña del Templo de la Muerte, el panteón de los reyes mixtecos (en una cueva situada en el antiguo reino de Ñuu Ndaya, Chalcatongo). Probablemente la mandíbula descarnada señala el acto de comunicarse con los ancestros y los difuntos en general.
El pectoral o adorno número 26 representaría entonces a un sacerdote que está identificado con la serpiente emplumada y que está invocando a los envoltorios sagrados, es decir, a los ancestros (bajo la protección de la señora 9 Hierba). Es probable que tales actos rituales efectivamente se llevaron a cabo en la Tumba 7. “Pectoral con fechas (núm. 26)”. Tumba 7, Monte Albán, Oaxaca. Museo de las Culturas de Oaxaca, Santo Domingo, Oaxaca. Texto: Maarten Jansen. Foto: Oliver Santana / Raíces. Arqueología Mexicana, núm. 144, p. 53.