23/01/2021
En su experiencia de 15 años al cuidado de la misión Herón García Aguilar, relata que solo una vez lo han espantado. Cuenta que cerca de las 11 y media de la mañana estaba en recorrido por la capilla cuando vio el pie de un hábito. “Me quedé un ratito parado aquí donde se da la lectura, estaba mirando el espacio de la entrada que tenemos a la espalda, me quedé mirando cuando de repente vi como se movió el pie del habito hacia un costado de la mesa de celebración voltee rápido y se esfumó”. -¿El habito de la imagen de San José? -pregunté. “No así como del espíritu que se da, pero me quedó muy bien gravado, voltee de nuevo para donde estaba mirando de nuevo pero no volvió a suceder”. Dice que no sintió miedo pero cuando volvió la vista unos segundos después además de la imagen tuvo la sensación de un frío que le recorrió todo el cuerpo, se quedó frío, volvió a voltear y no vio nada. Segundos después cuando pensó en la imposibilidad de lo que vio y sintió, experimentó otra sensación. “En ese momento que dije ’no creo’ haz de cuenta que andaba yo descalzo sentí los toques de nuevo pero en los pies me fue el calor pa’arriba y el frío salió”, relata. DETERIORO El deterioro en una de las joyas históricas más importantes de la Sierra queretana es evidente y Herón da cuenta de la impotencia que siente por no poder hacer más para mantener el edificio que cuida desde hace 15 años. “Aquí se viven muchas experiencias bonitas, y tristes por que al menos yo el tiempo que llevo se siente una impotencia a querer hacer algo por el edificio que uno cuida con mucho cariño, pues ahora si como dicen se enamora uno del lugar pero no tiene uno los recursos suficientes para mantenerlo”