24/02/2022
El viaje Santo, (jueves anterior al miércoles de ceniza).
Don Rafael Gallardo escribió un folleto titulado: “Prácticas piadosas de la cuaresma y semana santa en la ciudad de San Miguel de Allende” y publicadas en 1865.
Dice:
Con el fin de que mis compatricios conserven un recuerdo de nuestra muy apreciada festividad de Semana santa, escribo el presente cuadernito, que si bien carece de merito literario, no de la verdad y exactitud e los hechos que refiere.
Comienzo desde luego por el Ejercicio grande y piadoso de la Visita de iglesias, llamado comúnmente Matutino, que se verifica el jueves antes del domingo de carnaval, lo practican los RRPP Filipenses, con los hermanos del Oratorio Parvo y multitud de fieles como lo hacen en Roma en el mismo día, los Padre de la Vallicella.
Siete son las iglesias que se visitan, correspondiendo a las de la Ciudad Eterna por el orden siguiente: Iglesia de Santo Domingo, a la Basílica de San Pedro; Tercera Orden de Franciscanos, a la de S. Nereo; Iglesia parroquial, a la de San Sebastián; la Concepción, a la de San Juan de Letrán; Iglesia de San Juan de dios, a Santa Cruz de Jerusalén; Santa Ana a la iglesia de San Lorenzo, extramuros de Roma; y San Francisco a Santa María la Mayor.
Sale este sagrado viaje de la iglesia de Nuestra Señora de la Salud, que corresponde al Oratorio parvo de roma, a las seis de la mañana y se da principio con el itinerario de los clérigos In viam pacis concluido, luego el padre Prefecto exhorta a los fieles a la práctica de esta santa institución, indicando las peticiones que en él se deben hacer, que se reducen a pedir a Dios por las necesidades de la Santa Iglesia, por Nuestro Santísimo Padre, Ilmo. Diocesano, Católico Gobierno y por la Congregación del Oratorio, sus hijos uy padres.
En el tránsito de la primera visita, se reza la corona de Santa Brígida por los hermanos difuntos del Oratorio. En el de la segundo, el Himno Stábat Mater Dolorosa, y oración Inter-veniat pro nobis. En el de la tercera, la corona del Señor, de treinta y tres padrenuestros (camándula) una devota oración de Pasión el Himno Veni Sancti Spiritus y oración propia y la Magníficat que se canta desde la Santa Escuela a la Iglesia de la Parroquia. En el de la cuarta, se canto a coros el Miserere, en el de la quinta, la letanía de los santos y sus oraciones. En el de la sesta, el Miserere y de profundis por las almas de los difuntos sepultados en el Camposanto que se entra a visitar, rezándose enseguida la corona de Santa Brígida, por el primero que muera de los que van presentes, concluyendo ésta, con la salve puesta en verso en unas devotas cuartetas, que se cantan antes de llegar a la Iglesia de Santa Ana. En el de la séptima, una canción espiritual que va puesta al fin, respondiendo el pueblo al interrogatorio de cada estancia en tono menor: Vanidad de vanidad”, terminando este santo ejercicio con la Letanía de la Santísima Virgen, que se canta desde San Francisco hasta la Santa Casa de Loreto, que corresponde a la Iglesia de la Vallicella, y el Te Deum que se canta en el presbiterio del Oratorio, que corresponde a la iglesia nueva de los Felipenses de Roma.
En cada iglesia que se visita, se considera uno de los pasos de la pasión y muerte de nuestro Redentor, y una de sus sacratísimas efusiones de sangre, se reza una oración por el tormento que se ha meditado, la estación mayor al Santísimo Sacramento, saludando enseguida al Santo titular o patrono del templo con un padrenuestro y avemaría y su oración propia, y al proponer al Padre el punto que se debe contemplar de una estación a otra, pide a Dios, conceda a todos luna virtud opuesta a uno de los siete vicios capitales y uno de los dones del Espíritu Santo.
Muchas son las indulgencias que se gozan por hacer esta visita, todas las concedidas por los Sumos Pontífices desde en vida del Santo Padre, hasta la época presente, con la muy grande recomendación, de que los que la practican en este lugar ganan las mismas gracias como si lo hicieron en Roma, por concesión de Nuestro Santísimo Padre el Señor Clemente XIII en Bula de comunicación con privilegios del Oratorio de San Miguel, con la Congregación romana, cuya bula agenció el R.P. Dr. D. Juan Benito Diaz de Gamarra y ordenó la visita de iglesias, conforme lo pide el Directorio de los padres de Roma, para que se hiciera en todo igual en su Congregación.
San Miguel de Allende es un cofre de tradiciones de medio milenio.
Foto: Radio San Miguel