14/09/2024
Días de pinta en Tecoman
Días de pintan en el Tecomán de los ochenta
Inolvidables aquellos días de pinta de Tecomán a La Audiencia, Maruata y El Faro , no teníamos los 18 pero ya éramos dos gitanos aventureros.
Mi madre en paz descanse nunca supo de estas pintas y mi padre ap***s se va a enterar.
Entre mis travesuras secretas que hasta ahora suelto de aquellos años soleados de adolescencia en plena década de los ochenta en Tecomán son los días de pinta con un amigo dos años mayor que yo , lo conocí en la Biblioteca de la Presidencia Municipal de Tecomán una tarde de tareas , él era alumno de la prepa 20 y yo cursaba el tercer grado de la Secundaria Gregorio Torres Quintero en el turno matutino.
El era un consumado motociclista a pesar de su temprana juventud; nada más conocerme me empezó a hacer carrilla y a mí me cayó gordo, era alto delgado y rubio de buena estampa ; Sus pupilas eran azules por la mañana y verdes al atardecer . Cuando en la secundaria nos dejaban tarea para investigar en la biblioteca ; durante la tarde antes de llegar a la “ biblio” , primero le daba una vuelta a la presidencia y si veía su moto estacionada en las inmediaciones no llegaba prefería no hacer la tarea y que me dieran la reprimenda en la “secu” a enfrentar la odiosa carrilla de ese güero insoportable.
Una tarde que caminé alrededor de la presidencia ¡ chin ¡ que veo la motocicleta del güero ya iba a poner pies en polvorosa , cuando una mano fuerte y grande me sujetó el brazo , ¡era el güero ¡ , pensé que ahora si aparte de la carrilla me pondría una madrina, no que va ese muchacho aparte de bello como un Dios Griego y malote como la misma madre del Diablo si es que el Diablo tiene madre , resultó que tenía inquietudes literarias. En ese momento cuando me sujetó el brazo y me acercó hacia él yo cerré los ojos y esperé el madrazo pero en lugar de eso escuché su puberta voz varonil decirme:
“ Oyes Calderón la vez pasada que me dijiste que yo era como el personaje de la novela de Oscar Wilde , Dorian , pero más malo busque ese libro , recordé el título que señalaste:El Retrato de Dorian Grey ;lo leí y ¡ Wow ! , es genial vamos a Pascuales a tomarnos unos cocos y a platicar más de esa novela” .
Ahí fue el inicio de una gran amistad, el güero era muy sano no tomaba alcohol yo tampoco, creo que en aquellos años ochenta la mayoría de los niños y adolescentes que teníamos menos de 18 años en Tecomán no teníamos ningún vicio.
Tal vez la única adicción que teníamos los chicos tecomenses de los ochenta era la adicción a la aventura y a la libertad de vivir .
El güero me llevó en su motocicleta a su playa favorita La Audiencia en Manzanillo ahí me enseñó a nadar , aparte de ese paradisiaco rincón , abordo de su moto conocí las playas de El Faro y Maruata , cuando me ponía de acuerdo con él para esas aventuras, no llegaba a la secu ni él a la prepa , nos íbamos de pinta , muy de mañana me esperaba en su moto en una esquina del Jardín Hidalgo me montaba atrás y fuga .
Mi madre en paz descanse nunca supo de estas pintas y mi padre ap***s se va a enterar .
El güero nada más terminó la prepa se fue al norte a los Estados Unidos, allá hizo una bonita familia con una rubia como el , pero no mexicana, una chica “anglo” , desde que se marchó hemos estado en comunicación, primero por cartas ahora una rareza eso de las cartas las conservo todas con esas detalladas estampillas postales gringas . En la actualidad seguimos comunicándonos por redes sociales él me apoya bastante me patrocina lives y notas y vaya como nos reímos recordando nuestros tiempos de adolescentes de cuando nos íbamos de pinta en su motocicleta.
De hecho él me pidió que escribiera estas memorias, claro a discreción y yo a manera de broma le dije : “ te van a costar “ y él me contestó vale pago ponlas .