04/07/2024
Prompt de la semana pasada de la La Pluma del Fénix "perfumar"
Es curioso cómo existen personas con mentes brillantes. En mi vida he conocido gente que es capaz de pintar espacios con sus pensamientos, que literalmente piensan en colores y su mente les da una imagen vívida de cómo se verá ese lugar. También conozco gente que saben acomodar espacios y piensan en funcionalidad, o en formas, o que imaginan algo y sus manos son capaces de plasmarlo en trazos, letras, notas musicales o figuras tridimensionales. Yo realmente pienso que ellos son de otro planeta, que tienen algún tipo de super poder.
Me maravillan esas mentes que escriben, y que organizan tramas complejas y 5 historias que se entrelazan a lo largo de muchísimas y complicadas anécdotas y series de acontecimientos, dramas, aventuras, etc. Me es imposible imaginar que yo podría armar ese intricado n**o que lleva a un desenlace que te vuela la cabeza. Es impresionante. Me maravillo a diario, pensando en todo lo que los demás saben hacer….. y yo no.
A veces me siento ajeno, y otras dejo que papeles rotos, destruidos por alguien más me paralicen, y me repita a mí mismo…. No eres bueno. O para que intentarlo, si los demás lo hacen mejor. Mejor los veo a ellos, lo consumo, desde lejos.
Pero, la vida nos enseña que de algún modo, en algún punto, todos tenemos una capacidad parecida, y ha sido gracias a alguien ajeno a mí, que he logrado verme en mi medio. El medio de la perfumería, porque yo soy un experto en perfumar la vida. Y no se confundan, mis queridos escuchas, no hago perfumes elegantes en botecitos raros carísimos de París. Nope. Yo perfumo con cebollas. Con cebollas y aceite de oliva, con vinagre balsámico en cantidades pequeñas y hojas de albahaca en pequeñitos pedazos. Perfumo agua con apio, eneldo y laurel, a fuego bajito. Por varias horas. Perfumo una hogaza de pan, con ajo y un buen queso rallado que al fuego directo se escurre sobre aquel pan. Creo pequeños perfumes, pequeños matices que se unen en……………………. Tal vez, una sopa de cebolla, que huele a muchas cosas. A amigos. A familia en navidad, que perfuma un día terrible y lo vuelve tal vez más fácil de vivir. Soy un recolector de perfumes, no de los pequeños, si no de los que llegan después, de los que exprimen recuerdos. Yo puedo generar el perfume de la navidad en primavera, o traer una playa oleada al sol en invierno.
Así que gracias por hacerme saber que soy parte de ese club especial de personas que pueden traer fantasía a la vida cotidiana de los demás. Gracias por disfrutar los perfumes que creo, que pienso y que traigo al mundo. Gracias por atesorarlos en tu memoria, y buscarlos cada vez que un aroma similar llega a ti. De mi lado seguiré pensando en aromas y sabores, pues eso, desde siempre, ha sido la forma en la que me han dado cariño, y es una de las muestras más grandes de amor que yo doy.
Soy chef y gastrónomo, perfumista de memorias y alquimista de emociones.
