07/01/2022
✨
Mírame, míranos, toma mi mano y vámonos, sigamos el camino dorado que el sol nos remarca tras las montañas al ocultarse, y consultemos a las estrellas y a la luna si nuestro camino es el indicado.
Aunque se me es difícil recordar ya el sonido de tu voz, aunque se me haga difícil recordar el brillo de tus ojos,
Aunque ya es difícil asegurar si en algún momento nos quisimos, aunque es difícil para mi aceptar que ya no estoy contigo.
Mírame, entiende que los días a tu lado no fueron en vano, que nuestras voces a media noche se escucharon y retumbaron por los tambos,
Quédate, quédate y alumbra mi pasado, mis sueños, los demonios que llevo dentro.
Guíame, escucha mis susurros cuando estoy tras de ti, esperando dar paso a la locura y acoger mil suspiros entre amantes escondidos entre sombras.
Toma mi mano, si deseas nos perdemos y nunca más volvemos, pero es que la necesidad de acogerme entre tus ojos me resuelven una especie de acertijo impedido entre montañas, las nubes y el tiempo, tiempo que ya no tenemos, tiempo que ya no vemos, porque cerca de ti me encuentro, pero lejos de ti me siento.
Abrázame, aunque sea de manera imaginaria, aunque sea sólo de manera momentánea, que quiero sentir el aroma que imagino haz de traer contigo, perdido entre un mar de ondas y lizos que rebeldes se convierten entre noches y mañanas, y que recubren tu mirada.
Y un beso, y una flor, y una tunantada que nos dedique amor, y el arrullo de algún gorrión que encamine mi tristeza hacia la senda dorada que ahora demarca mi despedida.
Edson James Morales Parra
Quédate conmigo, Jauja, quédate conmigo, Sausa.