29/09/2024
COMAS 200 ANIVERSARIO
Por Billy Ponce
Reflexiones de Comas en su Bicentenario
septiembre 25, 2024
Comas, un distrito de la provincia de Concepción en el departamento de Junín, está cumpliendo 200 años. En este significativo aniversario, me permito reflexionar sobre los cambios y el progreso que he experimentado a lo largo de los años.
¿Qué han hecho tus alcaldes por ti a lo largo de estos años?
A mis 200 años, soy uno de los distritos de la provincia de Concepción, en el departamento de Junín, conocido por la producción de diversos alimentos agrícolas, destacando en la variedad de papas nativas de las cuales dependen mis pobladores. A lo largo de los años, muchos han partido en busca de nuevos horizontes en otras ciudades. Sin embargo, otros han decidido quedarse: hombres y mujeres emprendedores que, a pesar de la pobreza, encuentran alegría en su día a día. Algunos disfrutan de la satisfacción que les brinda su trabajo y los frutos de sus negocios, así como de lo que cosechan en mis tierras.
No obstante, los últimos años han sido difíciles. Mis alcaldes han hecho poco por mi desarrollo; en lugar de avanzar, algunos de ellos han perjudicado mis tierras fértiles con la construcción de un estadio y carreteras, lo que ha impactado negativamente en la producción agrícola.
En el pasado, mis antiguos pobladores cuidaban la salud de mis suelos con gran esmero. Para permitir que la tierra se regenerara y recuperara sus nutrientes, dejaban descansar ciertas áreas durante un tiempo, donde los animales domésticos pastaban. Mientras tanto, cultivaban en otras zonas, utilizando la rotación de cultivos para asegurar la regeneración de la tierra, todo en armonía con la tradición de la fiesta de La Fajina (Chacmay Faena). Esta celebración marcaba el inicio de la preparación de las chacras para la siembra, lo que resultaba en una excelente producción de cebada, trigo, maíz y papa, entre otros alimentos, entendiendo siempre que la agricultura implica preservar la salud del suelo.
Sin embargo, con el tiempo, estas prácticas se han ido perdiendo. No me opongo a los cambios; son necesarios, siempre que se realicen con el respeto hacia la madre tierra, de la cual dependemos. Cuando nos desconectamos de ella, perdemos el respeto y, sin medir las consecuencias, contribuimos a su destrucción. Si los nuevos pobladores no aprenden del pasado, este ciclo de deterioro continuará.
Un claro ejemplo de mala planificación es la construcción del estadio en Ticcilpan. Ese terreno, destinado al cultivo y alejado de la población, no era el lugar adecuado. Anteriormente, contaba con un hermoso estadio al lado de mi colegio APU INCA, que fue arrasado para construir más aulas. En lugar de demoler la antigua construcción y erigir un nuevo edificio con mejor infraestructura, decidieron construir sobre mi querido estadio. Esta pérdida ha sido dolorosa y aún me cuesta reponerme de ella. La nueva ubicación en Ticcilpan ha arruinado mis valiosas chacras, afectando los terrenos de cultivo necesarios para la siembra.
Mi estadio estaba en un lugar privilegiado para los escolares, donde podían practicar deportes. Los fines de semana, servía como un espacio de encuentro para los equipos de los barrios, y mis pobladores, amantes del fútbol, disfrutaban de los partidos, pues estaba cerca. Era una verdadera fiesta, con gente que venía de mis anexos y de otros distritos para participar en los campeonatos.
La transformación de las viviendas ha ocurrido sin una adecuada planificación. Antes, las casas eran edificaciones humildes de barro, agradables a la vista, con un diseño uniforme que incluía balcones, techos de teja y veredas que ofrecían sombra a los caminantes en días lluviosos. Aunque ahora el asfalto ha llegado hasta el Cuarto Barrio, lo cual es un avance, me habría gustado que se hubiera implementado una planificación que promoviera un diseño estético.
Sería ideal que, al modificar sus edificaciones, los propietarios respetaran un diseño que aporte originalidad y belleza a las calles. Hasta ahora, solo se ha establecido una ordenanza que exige dejar medio metro para la ampliación de la calle. Aunque esto puede ser positivo, para mejorar el ornato del distrito se debería haber planificado un diseño atractivo que supere lo que había antes.
Las cunetas y veredas de las calles se encuentran en mal estado y no están niveladas adecuadamente. Particularmente, en la Curva (Segundo Barrio), donde hay actividad comercial, las veredas carecen de uniformidad y no se respetan para el público, ya que están ocupadas por comerciantes y la calle está repleta de vehículos. Esto genera caos y desorden, dificultando el tránsito de los peatones.
Mi consejo municipal, que antes contaba con una construcción modesta, se ha transformado en un edificio elegante, como si perteneciera a un distrito próspero. Sin embargo, esta transformación no refleja una mejora en la calidad de vida de mis habitantes ni responde a las grandes necesidades de la comunidad.
En mi plaza, había un espacio donde los carros se estacionaban durante la feria dominical, pero la construcción de nuevos locales ha reducido su tamaño, transformando lo que antes era un lugar alegre y vibrante. Detrás de la iglesia, había un amplio campo que podría haberse utilizado para construcciones beneficiosas para toda la comunidad. Dado que estoy ubicado en un punto estratégico, siendo el distrito de entrada y salida hacia mis anexos y otros distritos, esta infraestructura podría haber ofrecido a esos pueblos la oportunidad de acceder a servicios y productos que satisfagan sus necesidades básicas, sin tener que desplazarse hasta Huancayo. Sin embargo, actualmente esta área se encuentra desperdiciada.
Mis caminos principales han sido modificados sin una planificación adecuada. Los caminos actuales de cemento, aunque ya no se convierten en barro cuando llueve, no son adecuados para que los ancianos caminen. Fueron construidos sin respetar la originalidad del trayecto natural. Anteriormente, estos caminos, aunque rústicos y de tierra y piedra, eran más bonitos y accesibles. Tenían inclinaciones, curvas y gradas donde era necesario, lo que facilitaba el desplazamiento al subir y bajar, haciendo el trayecto menos cansado y más seguro para los ancianos y cualquier persona que quisiera transitar.
A pesar de que el revestimiento de concreto podría parecer una mejora, en la práctica lo hace más difícil de transitar. Deberían haberse diseñado teniendo en cuenta las necesidades de las personas y los detalles del camino original, para que fueran más accesibles y menos agotadores para todos, además de atractivos para los turistas.
Por otro lado, muchos caminos han quedado abandonados; no reciben el mantenimiento necesario y algunos han desaparecido por completo debido a la construcción de carreteras. Antes, los pobladores mantenían los caminos en buen estado mediante labores comunitarias, pero ahora muchos están destruidos y olvidados.
Se ha creado un camino para acceder a la catarata Uncursh Pacha en Illpa, lo cual es positivo para promover el turismo. Sin embargo, la tirolesa construida para cruzar un abismo, donde solo se aprecia el vacío, podría haberse diseñado de mejor manera. Conectar la lomita del Cuarto Barrio con Chucchun del Primer Barrio habría sido una opción más espectacular, permitiendo a quienes crucen disfrutar de vistas panorámicas de toda la población. Además, la emoción de ver a la gente pasar por la tirolesa desde la calle o desde sus casas aumentaría la adrenalina para quienes visitan y se atreven a volar desde el Cuarto Barrio. Al bajar del carro, se animarían a vivir la aventura de cruzar por las alturas, divisando las chacras y las casas, lo que sería una experiencia inolvidable y beneficiaría a toda la comunidad.
Mi cementerio se encuentra en un lugar hermoso llamado Chucchun, desde donde se pueden apreciar espectaculares vistas de las montañas que rodean la población. Sin embargo, los nichos de los fallecidos están en desorden, lo que dificulta el acceso y la circulación. Ningún alcalde se ha atrevido a reordenar este espacio. La entrada hasta la capillita se ve algo mejor, pero al trasladarse hacia los lados, uno se encuentra con nichos en total desorden, lo que impide el desplazamiento. Si se desea hacer algo atractivo, debería hacerse con una buena planificación, de modo que el lugar no solo se vea bien, sino que también cuente con accesos adecuados para quienes vienen a visitar a sus seres queridos.
En el Primer Barrio se encuentra un lugar conocido como Cuartel, que albergaba un encantador mirador en la parte alta, con vistas espectaculares a la plaza. Este mirador se asentaba sobre la imponente roca llamada Cullo Huanca, cuya superficie presentaba asientos tallados de forma natural, ofreciendo distintas posiciones para sentarse y permitiendo a los visitantes acomodarse a su gusto.
Desde este privilegiado punto, se podía disfrutar de una espléndida vista panorámica de la plaza, lo que lo convertía en un popular lugar de encuentro para jóvenes y adultos. A cualquier hora del día, siempre había alguien admirando el paisaje desde lo alto. Era un espacio vibrante donde amigos se reunían para compartir momentos agradables, creando un ambiente acogedor y lleno de energía.
Lamentablemente, no recibió la atención de ninguna autoridad. La falta de protección y cuidado ha llevado a que este mirador se debilite debido a la excavación de personas que buscaban tesoros, así como a la humedad de los inviernos. Un día, a media mañana, finalmente colapsó. Aquellos que presenciaron el evento relatan que, cuando la roca comenzó a desprenderse, se volteó y, al intento de otra vuelta, se detuvo a unos metros más abajo, evitando así cualquier daño. Esto podría haber causado daños significativos si hubiera continuado su trayectoria.
Sin embargo, de conservarse hoy, podría haber sido un atractivo turístico espectacular, pero, como ocurre con todo monumento natural, si no se cuida, se pierde. La inmensa roca ha sufrido daños significativos; aunque aún quedan algunos restos de Cullo Huanca en el cerco de abajo, parte de la roca fue destruida por el propietario del terreno, mientras que la municipalidad no tomó medidas para protegerlo.
Desde entonces, ninguna autoridad se ha preocupado por restaurarlo, ni siquiera con columnas y cemento. A veces pienso que es mejor así, ya que podrían haberlo hecho mal, como sucedió con el camino que conducía al mirador y que sube desde la plaza. Este fue transformado en escaleras de cemento rectas que desvirtúan su originalidad, haciéndolo mucho más cansado de recorrer. Antes, era un camino natural de tierra que no resultaba tan agotador, a diferencia de las gradas actuales.
Me parece bien que se utilice cemento o piedra, pero debe hacerse con un buen diseño que sea accesible para todos. En su estado natural, el camino casi no contaba con gradas y permitía una caminata fluida. Lo ideal sería respetar el recorrido original y colocar gradas pequeñas solo donde sea necesario.
Si se decide recuperar este monumento natural, es fundamental hacerlo de manera bien estudiada, para que recupere su belleza y se convierta en un atractivo mirador. Sin duda, sería una maravilla para el turismo.
En Pulhuay, han construido un edificio que supuestamente sería un mercado. Sin embargo, es una estructura mal hecha que, sin haber sido utilizada, se encuentra al borde del colapso. Nadie se ocupa de este "elefante blanco", un dinero desperdiciado que lleva años sin ser útil.
La pobreza sigue siendo una realidad para la gran mayoría de mis pobladores, quienes enfrentan serias dificultades para generar ingresos que les permitan cubrir necesidades básicas, como la alimentación. Muchos sobreviven de alguna manera con lo que pueden. La situación es aún más preocupante en mis anexos, donde las carencias son más agudas.
A pesar de este contexto, algunos han logrado mejorar su situación económica y han renovado sus hogares, pasando de estructuras de tapia y adobe a materiales más resistentes.
En cuanto a los servicios básicos, es positivo que la mayoría de los hogares cuenten con agua y electricidad. Sin embargo, el agua aún no es potable, y las redes de agua y alcantarillado continúan siendo un desafío pendiente.
La carretera Comas-Concepción se encuentra en mal estado y no se está atendiendo su reparación. Hubo un tiempo en que fue asfaltada, pero su durabilidad fue breve debido a una ejecución inadecuada y la falta de mantenimiento. Esta situación representa un gran obstáculo para mis pobladores, quienes dependen de esta vía para transportar y vender sus cosechas. Es crucial que se realice la reparación de la carretera y se amplíe con un carril adicional; esto sería un avance significativo que beneficiaría a toda mi comunidad.
¡De todo lo que se logró, cuál sería lo más importante?
La llegada de la luz, la red telefónica y el internet han sido los avances más significativos en las últimas décadas. Desde entonces, la vida de mis pobladores ha cambiado drásticamente, ya que antes se alumbraban con mecheros a kerosene o velas y la comunicación se limitaba a cartas, sin acceso a teléfonos celulares. La introducción de estos servicios ha mejorado significativamente su situación. Sin embargo, salir de la extrema pobreza sigue siendo un reto. Muchas personas aún sufren, y los niños son los que más padecen esta situación.
Al cumplir tus 200 años, te pregunto: ¿qué te gustaría que hicieran por ti? ¿Cuál sería tu mayor deseo?
La educación es fundamental para el desarrollo de un distrito o cualquier comunidad, pero mis alcaldes nunca se han preocupado por invertir en la educación de mis niños. No comprenden que el cambio hacia el desarrollo comienza con la educación. Un niño que recibe una buena formación se convierte en un mejor ciudadano y, por ende, contribuye al progreso de su pueblo.
Me encantaría que los locales de cada barrio, que solo se utilizan durante las festividades, se transformaran en bibliotecas. Así, los escolares de mis escuelitas podrían alimentarse del conocimiento. Cada barrio cuenta con amplios espacios que podrían aprovecharse para beneficiar a los estudiantes, quienes carecen de una biblioteca pública equipada con libros de todas las materias, obras literarias, revistas y otros textos que despierten en los niños y jóvenes el deseo por la lectura.
Ya que mis autoridades no lo hacen, aquellos que se han ido de aquí, que solo vienen en días de fiesta o que están acomodados, podrían hacer una colecta y comprar libros de segunda mano que abundan en el centro de Lima. Poco a poco, con esas donaciones, podría conformarse una biblioteca en cada barrio.
¿Qué te gustaría decirles a los residentes de tu pueblo, Comas, que solo vienen de vez en cuando, y a aquellos que ya no vienen pero aún se acuerdan de ti?
Si realmente amas a tu querida tierra y tienes algo que ofrecer, te invito a comprometerte a venir con al menos un libro o cualquier otro material educativo. Esto será fundamental para mi desarrollo, ya que los niños aprenderán mejor. Tener libros a mano despertará en ellos el deseo por la lectura, permitiéndoles convertirse en adultos comprometidos, críticos y colaborativos, capaces de contribuir significativamente a su comunidad. Cualquier cambio o mejora que deseen implementar en beneficio de todos se realizará respetando mi naturaleza, y así podrán descubrir la potencialidad y riqueza que puedo ofrecer a mis pobladores, ayudando a que nuestro distrito sea próspero.
A pesar de algunos avances, me siento más triste que alegre al cumplir mis 200 años. Prefiero no seguir contando, pues solo me entristezco más. Solo quiero terminar con estas palabras:
"Aunque el camino nos lleve a diferentes destinos, siempre llevemos en el corazón la esencia de nuestra tierra, Comas. Regresen con la esperanza de construir juntos un futuro lleno de oportunidades y sueños cumplidos, donde cada paso que demos sea un homenaje a nuestras raíces y un regalo para las generaciones que vendrán."
Billy Ponce