03/04/2024
La Parguera tiene historia. Es una comunidad de diferentes tipos de personas. Gente buena, educada y humilde. Profesionales, gente trabajadora y exitosa. Allí hay gente común con un amor genuino por la naturaleza. Gente comprometida con cuidar la reserva natural. Aquí les contamos un poco de su historia.
Fundación Del Poblado De La Parguera De Lajas- Libro de Don Lupercio Lluch Figueroa
El poblado de La Parguera, en la municipalidad de Lajas, fue fundado durante el primer cuarto del siglo XIX cuando, alentados por la aventura y el deseo de mejoras económicas, acudieron al lugar, vecinos de Lajas y Cabo Rojo y construyeron definitivamente sus hogares. Entre los primeros pobladores, figuraron las familias Cancel, Pabón, Rodríguez, Ramos, Avilés y otras que, atraídas por la abundancia de la pesca, las condiciones saludables del clima y las bellezas naturales del litoral, contribuyeron al progreso del vecindario de nueva formación. Las primeras casas, fueron levantadas sobre una loma, frente al mar azul, cubierto de islotes, cayos, bajíos y manglares. Los primeros habitantes se dedicaron a la pesca, al sembrado de maíz y a la crianza de ganado vacuno y caballar. La pesca, constituida en industria desde sus comienzos, fue precursora del progreso del poblado. Ésta, aún constituye la mayor fuente de riqueza por su calidad y su abundancia.
La Parguera, hoy conocida internacionalmente, se ha convertido en lugar de atracción, no sólo por el interesante deporte de la pesca, sino por otros deportes de mar y el natural fenómeno de la fosforescencia, la que ofrece gran estado de luminiscencia en uno o más sectores de su bahía, en noches oscuras o semioscuras. Es uno de los pocos favorecidos con este atributo en el mundo, y uno de los pocos lugares donde abunda el pargo. Parguera significa lugar de Pargos. Para los tiempos en que las primeras casas fueron edificadas, los terrenos circundantes, carecían de dueños o propietarios reconocidos, no existentes por tanto, lindes de clase alguna en el litoral.
Para el año 1887, cuando el señor Ulises López Díaz, compró al señor Fernando Calder los terrenos al Norte del poblado, fue que por primera vez apareciera una cerca de mayas. Al comienzo, se situaron en La Parguera alrededor de unas diez familias, entre las que figuraban las de los señores Gregorio Pabón y José María Pabón y Pabón, originarios del vecino pueblo de Cabo Rojo. El primero, don Gregorio, fue durante toda su vida Comisario de Barrio. Era además panadero, maquinista y carpintero. Don José María era de Cabo Mar. Poblaron allí, además, años más tarde, don Gabino Irizarry Pabón y don Fidel Irizarry Pabón, cuyo árbol genealógico aún subsiste en nuestra comunidad. Desde el principio de la formación del villorrio, uno
de sus mayores problemas lo constituyó el pobre abastecimiento de agua potable. La única fuente natural de este vital líquido, era un pozo conocido por “Las Cóvanas”, localizado aproximadamente a unos mil metros del poblado y a orillas de un camino público que conducía
a la población de Lajas. También acompañó a la formación del poblado de La Parguera, el establecimiento de un centro de educación, en los alrededores del año 1860; había sido construida una casa escuela donde se impartía el pan de la enseñanza a aquellos que, ávidos de
beneficio, acudían a recibirle. Para el año 1865, ésta escuela fue utilizada como Cuartel de Milicianos, hasta el año 1883, en que quedó convertida en escuela pública. Cuando se segregó Lajas de San Germán, el 1 de julio de 1883, La Parguera pasó a ser uno de los once barrios que componen la municipalidad. El Santo Patrón de La Parguera, es San Pedro, cuya observancia anual, es llevada a cabo dentro del más profundo marco de fervor religioso, con una procesión acuática-portando una de las barcas el Santo Patrón San Pedro, que recorre toda la bahía e islotes adyacentes, en un ambiente de pura religiosidad, catalogado como único en Puerto Rico, de ambiente hermoso y bello, digno de apreciarse. Cabe señalar también el histórico hecho, de que cuando el gobernador Marchesi desterró de nuestra isla a los insignes patriotas puertorriqueños, Dr. Ramón Emeterio Betances y don Segundo Ruíz Belvis, desobedecieron la orden. Más tarde, secretamente, en escogida. noche, zarparon desde Mayagüez hacia Santo Domingo, alumbrados por la luz relampagueante de los planetas que adornaban el espacio celeste, con tan mala suerte que las fuertes y continuadas marejadas, arrastraron la barca hacia el Sur, aterrando en la entonces desierta jurisdicción conocida por “La Montalva”, muy cerca del poblado de La Parguera, donde don Fernando Calder poseía una estancia con una residencia de veraneo. Aquí, don Fernando, después de la identificación de rigor, les extendió su amigable y condescendiente mano. Con la desprendida ayuda de don Francisco Vélez Pagán, pasaron varios días discutiendo y planeando sobre el puerto más conveniente, por donde habrían de salir nuevamente, decidiendo embarcar por el puerto de Guánica.
El Dr. Ramón Emeterio Betances falleció en París, Francia. Don Segundo Ruíz falleció en Valparaíso, Chile.