17/08/2022
Senderismo no es solo caminar….
El senderismo es una practica deportivo recreativa que, nos pone en contacto con la Naturaleza. Sin embargo, bajo la mentalidad competitiva impuesta por el modelo económico social vigente, en el que prima el egocentrismo, la vanidad, el hedonismo, la Naturaleza ha pasado a segundo plano para convertirse en simple telón de fondo o lienzo sobre el cual vaciar nuestras carencias y/o vacíos emocionales. De tal manera, la Naturaleza no nos importa como sujeto, es decir, como actor vivo con el cual interactuar dinámicamente para reconocerla, integrarnos, sanarnos, aprender de ella, protegerla, conservarla. Es, simplemente, un objeto mas de consumo. De ahí que, las consecuencias no sean favorables para la Naturaleza como tal y para el individuo y la sociedad: caminantes insensibles, que caminan por caminar, indiferentes, con mínima o ninguna conciencia ambiental y social. Algunos, además, muy inconsecuentes arrojan residuos y desechos difícilmente degradables que afectan ecosistemas muy frágiles, destruyen, etc.
Frente a este tipo de practica de senderismo, que en nada contribuye a la armonía interna e integral del ser humano, ni tampoco a una valoración cada vez mejor y mayor de la Naturaleza como la fuente principal de la Vida, y consiguientemente a su protección y conservación, está lo que hemos llamado Senderismo de Observación: Caminar con sentido, caminar conscientemente, observando e interpretando lo que se ve, asociando e interrelacionando los componentes naturales y antrópicos; estimulando la generación de conocimiento a partir de la identificación y reporte de nuevas especies y/o de las condiciones críticas que amenazan seriamente sus posibilidades de supervivencia; mirando críticamente las acciones del hombre causantes de desequilibrio, pero también, aquellas acciones que contribuyan a recuperar, mantener, enriquecer su equilibrio; promoviendo y/o fortaleciendo la actitud proactiva en la búsqueda de soluciones a los problemas que están afectando seriamente ecosistemas como los páramos y bosques de alta montaña, pero también a las comunidades humanas que en ellos habitan; estimulando, promoviendo y apoyando iniciativas que contribuyan tanto a la conservación de la riqueza natural y cultural de los territorios, como al mejoramiento de las condiciones y calidad de vida de sus habitantes. En suma, un Senderismo Proactivo, integrador del ser humano con su entorno, generador de consciencia ambiental y social, constructor de sociedad.