05/03/2023
El Discurso de Manco Inca
En los años 1532-1533 Manco Inca reaparece en la historia, decidido a recuperar el derecho al gobierno que él se atribuía como legítimo heredero de Huayna Cápac, es así que convencido en un inicio del apoyo de los españoles para vencer a sus enemigos, prosigue su avance al Cuzco, siendo aclamado por la gente y reconocido como Sapa Inca.
Tras las celebraciones fastuosas por el triunfo de Manco Inca, este vio venir lentamente el desengaño, observando en los españoles, especialmente en Gonzalo Pizarro y sus capitanes, una serie de conductas aberrantes (violaciones, robos, torturas, saqueos, humillaciones y asesinatos), lo cual hizo que se pusiera en contra de estos.
Proclama del Inca:
“Heos enviado llamar para en presencia de nuestros parientes y criados deciros lo que siento sobre lo que estos extranjeros pretenden de nosotros, para que con tiempo y antes que con ellos se junten más, demos orden en lo que a todos generalmente conviene.
Acordaos que los Incas mis padres, que descansan en el cielo con el Sol, mandaron desde el Quito hasta Chile, haciendo a los que recibían por vasallos tales obras que parecía que eran hijos salidos de sus entrañas; no robaban ni mataban sino cuando convenía a la justicia; tenían en las provincias la orden y razón que vosotros sabéis. Los ricos no cogían soberbia; los pobres no sentían necesidad; gozaban de tranquilidad y paz perpetua. Nuestros pecados no merecieron tales señores, antes fueron ocasión que entrasen en nuestra tierra estos barbudos, siendo la suya tan lejana de ella. Predican uno y hacen otro, todas las amonestaciones que nos hacen lo obran ellos al revés. No tienen temor de dios ni vergüenza; trátannos como a perros, no nos llaman otros nombres.
Su codicia ha sido tanta que no han dejado templo ni palacio que no han robado, mas no les hartaran aunque todas las nieves se vuelvan oro y plata. Las hijas de mi padre, con otras señoras, hermanas vuestras y parientas, tiénenlas por mancebas y hánse en ello bestialmente. Quieren repartir, como han comenzado, todas las provincias, dando a cada uno de ellos una para que siendo señor la pueda robar. Pretenden tenernos tan sojuzgados y avasallados que no tengamos más cuidado que les buscar metales y proveerles con nuestras mujeres y ganados; sin esto, han llegado a sí a los yanaconas y muchos mitimaes. Estos traidores antes no vestían ropa fina ni se ponían llauto rico; como se juntaron con éstos, trátanse como Incas; ni falta más de quitarme la borla. No me honran cuando me ven, hablan sueltamente porque aprenden de los ladrones con quienes andan.
La justicia y razón que han tenido para hacer estas cosas y lo que harán estos cristianos, ¡miradlo! Pregunto os yo: ¿dónde los conocimos, qué les debemos o a cuál injuriamos para que con estos caballos y hierro nos hayan hecho tan cruel guerra?
A Atahuallpa mataron sin razón; hicieron lo mismo de su capitán general Challco Chima; a Rumi Ñahui y Zopezopahua también los han mu**to en Quito en fuego, porque las ánimas se quemen con los cuerpos y no puedan ir a g***r al cielo.
Paréceme que no será cosa justa ni honesta que tal consintamos, sino que procuremos con toda determinación de morir sin quedar ninguno, o matar a estos enemigos nuestros tan crueles. De los que fueron con el otro tirano de Almagro no hagáis caso, porque Paullo y Vila Oma llevan cargo de levantar la tierra para los matar”. (Manco Inca Yupanqui; Cieza de León, XVI
Referencia:- Historia general del Perú: descubrimiento y conquista, Cieza de León por José Antonio del Busto Duthurburu (1978).- Dibujo de Frank Abarca.