27/07/2024
La sangre es el alimento de los dioses que al ser derramada en la tierra es materia primordial del grano, de la misma manera es fértil la simiente vertida por los hombres y de esta manera se aborda la masturbación ritual masculina, el culto fálico en Mesoamérica es identificado con el ritual agrícola destinado a propiciar precipitaciones generosas para las siembras, tal culto y la fecundidad son una sola cosa y la arqueología proporciona abundantes ejemplos de esculturas fálicas como el ejemplar huasteco de Yahualica en Hidalgo.
Se consideraron las representaciones, presentes en muchos lugares y sin un "corpus" que permitiese entenderlas, como representaciones plásticas del acto sexual, siendo excluidas por mucho tiempo de las salas de exhibición, en el ya desaparecido Museo Nacional hubo una Salón Secreto de acceso limitado con tales piezas, actualmente no es diferente, una pieza proveniente del Occidente, en especifico de Jalisco, permanece en bodega dado que el acto lo realiza masturbándose con ambas manos, una en el falo y otra en el ano. Es la península de Yucatán la que mayor cantidad de representaciones tiene en toda Mesoamérica, algunas en edificios como lo es el Templo de los Falos en Uxmal. En una figura de Xunantunich, en el Petén guatemalteco hay una figura desnuda y en cuclillas, parece estar estimulándose genitalmente dada la falta de objetos para realizar un autosacrificio. El relieve 2 de Chalcatzingo, Morelos, representa cuatro personajes, uno camina en dirección contraria a los dos del centro que caminan hacia un personaje que está acostado, con los ojos cerrados, maniatado y con el pene erecto en el extremo insertado entre los brazos, una escena con sentido de éxtasis y sacrificio.
La permanencia de este culto podemos observarla en el Códice Borbónico, en la lámina correspondiente a ochpaniztli, en honor a Toci, se ofrendan mazorcas de maíz dentro de la suntuosidad del ritual hay ocho danzantes desnudos con un gorro cónico huasteco, sostienen un falo. Fray Bernardino de Sahagún relata que la ceremonia finalizaba cuando los oficiantes lanzaban flores y escupían a la deidad. Según el mito, un día Quetzalcóatl se estaba bañando y «se tocó el miembro viril» y el semen que brotó dio sobre una piedra de la que nació un murciélago, animal que fue a morder la va**na de Xochiquetzal mientras dormía, de la herida, rociada con agua, nacieron las flores, símbolos vegetales del s**o femenino y la menstruación. Sangre, sacrificio, ey*******ón, simiente, propósito es el mismo, regar los terrenos de la diosa, alimentarlos y hacerlos germinar.
Fuente: Navarrete Cáceres, C. (2009). Acercamiento a la masturbación ritual masculina. Arqueología Mexicana (XVIII), 46-50 pp.
Imagen: Códice Borbónico, p. 30.