10/10/2022
A la más querida:
Aquí no ha cambiado nada desde tu partida, la miseria sigue y avanza hasta corroerlo todo. El día en el que te marchaste, jamás habría podido imaginar todo lo que ha ocurrido en estos años convulsos, imagínate que un día salimos a quemarlo todo y luego vivimos el terror de una historia que se repite, después nos recluimos, pero al final y para no hacer esto innecesariamente largo: todo sigue igual.
Por mi parte, me he dedicado a evitar que nuestra historia familiar se repita. Corté todos los lazos de nuestros verdugos y ahora vivo en una soledad confortable. El dolor de mi corazón inquieto se apacigua al saber que soy el último. Debes estar completamente escandalizada en este momento o lanzando una de esas miradas incrédulas tuyas, la misma que ponías cuando decías: ¡Qué alto e inteligente te has puesto!
Los domingos y festivos te recuerdo a toda hora, será porque eran los únicos momentos que teníamos realmente juntos. Te pienso tanto que termino cocinando igual que tú, pareciera que estás en cada platillo cocinado y en las canciones que mi teléfono reproduce aleatoriamente, siempre aparecen tus cantantes favoritos y simplemente sé que estás ahí conmigo. Pienso que la metamorfosis es inevitable y me descubro ocupando tus palabras, vistiendo similar y teniendo los mismos hábitos: tomo el té sin azúcar, pienso que no hay gracia en un día en el que no comes sopa, soy débil ante los hombres que son un proyecto a plazo, disfruto de perder mi tiempo con un buen chisme y camino tanto que la suela de mis zapatos se rompe periódicamente. Estás, siempre sé que estás, en mi piel, en mis órganos, en la forma en que tropiezo con tus mismas piedras y ni cuenta me doy.
En la noche de brujas viajaré al puerto, quisiera que vinieras conmigo y me acompañes a caminar por los cerros, que recorramos cada escalera y comamos ceviche aunque ya no como pescado. Te esperaré en el muelle disfrazado para que te rías un poquito y que nadie sospeche de tu forma espectral.
Con amor (y el odio-dolor-tormento de quien no te volverá a ver jamás), Carmi.
