07/02/2024
En Chihuahua nací, crecí y viví ahí hasta los 21 años, que agarré camino a la ciudad de México, para realizarme en el canto que era mi aspiración.
Dicen que la tierra llama y es cierto; nada que evoque mi Chihuahua como el olor de unas ricas tortillas de harina, un chile colorado, unas rajas con queso, o unos frijoles refritos con chorizo.
La tierra donde uno nace nunca se olvida porque ahí están las raíces, parte importante de nuestra historia.
En Chihuahua vive gran parte de mi familia, de mis amigos y muchos de mis mejores recuerdos están ahí. Disfruto tanto cada vez que voy, ya sea de visita o a realizar alguna presentación y por supuesto ir a mi barrio, la Colonia Dale, donde me gusta caminar por sus calles y llenarme de recuerdos. Veo la iglesia transformada, la placita, la farmacia que sigue ahí bien enraizada; gentes van, gentes vienen y ahí seguirá.
Crecí escuchando hablar de Satevó, de Rancho Ruices, lugar de donde proviene mi familia, hablaban de sus valles y vastos pastizales en donde se alimentaba el famoso ganado vacuno llamado "caras blancas", y en donde Pancho Villa estuvo en repetidas ocasiones con sus huestes, ya que en esa área mucha gente del pueblo simpatizaba con el movimiento revolucionario, y como todo, otros tantos no eran Villistas.
Delicias, mi tierra natal, bonita ciudad agrícola y ganadera; muy bien trazada, sus amplias calles invariablemente van a dar al centro de la ciudad. Salí de Delicias siendo muy pequeña, pero siempre volvía con mi mamá a visitar mis parientes.
Tengo muy bonitos recuerdos de mi infancia en Rosales, ahí pasé muchas vacaciones de niña y en tiempos de lluvia nos íbamos al río San Pedro que solíamos disfrutar al máximo.
Meoqui, está pegado a Delicias, y como dijera un querido amigo de ahí: Meoqui también tiene su "quioisco". y el bado, bello lugar donde llegan las garzas migrantes que le dan más vida. Cuando iba con mi mamá a Delicias, era parada obligada del camión en Meoqui, donde comía unos burritos deliciosos, que solo de acordarme se me hace agua la boca.
A Camargo, le llaman "La Perla del Conchos", tierra de mi querida y siempre admirada Lucha Villa. El Hotel Hidalgo es considerado monumento histórico, sus amplios jardines fueron escenario para la celebración de las fiestas de la época. Se dice que era el lugar preferido de mi General Villa cuando se quedaba por ahí. En mis tiempos de secretaria en Pensiones Civiles del Estado, se hizo costumbre de que el Primero de Mayo, agarrábamos carretera para a ir a la presa La Boquilla, a Los Filtros, a sentir el chorro de agua fresca.
Jiménez, es la entrada a Chihuahua viniendo del sur. Cuando viajaba de México a Chihuahua y pasábamos por ahí ya me sentía en casa. Jiménez, se destaca por ser una gran productora de nuez, hay nogaleras por dondequiera y ahora me entero del cenote hundido que es muy impresionante. Un ojo de agua en el desierto. Ví algunas fotos y es de una belleza única.
Hay una charra que hacía suya mi querido amigo Benjamín Domínguez, decía: "Jiménez, Jiménez, mi Londres Chiquito, en vez de neblina tenemos polvito".
He visitado en varias ocasiones la hermosa sierra tarahumara, a bordo del tren Chepe (Chihuahua al Pacífico) que parte de la capital hasta Los Mochis, Sinaloa, atravesando la sierra. Es un viaje siempre disfrutable, tanto en verano como en invierno son paisajes únicos, espectaculares!! he estado en Creel, La Barranca del Cobre, El Divisadero, La Cascada de Basaseachi, que tiene una caída de agua preciosa. Batopilas un lugar encantador. Yendo por Balleza, pasamos por Guachochi, Kokoyome, poblados muy interesantes para llegar a La Sinforosa, que tiene una vista impresionantemente bella.
También tienen su encanto las fronteras Ojinaga y Ciudad Juárez.
Ojinaga, rompe con la monotonía del desierto por el Cañon del Peguis.
Ciudad Juárez, un lugar multicultural, cosmopolita; con un tránsito permanente de quienes tienen el sueño americano y llegan a instalarse un rato por ahí, con la idea de cruzar al otro lado. Hay mucho tráfico por el intercambio comercial por los que van de compras "shopping" al Paso; en fin, por los que vienen y van.
Qué decir de Parral, y su famosa mina "La Prieta", que emite su silbato por la noche. Un paseo obligado es dar la vuelta por el centro, visitar la Iglesia de San josé y la avenida Independencia llena de palmeras y detenerse a probar unos ricos dulces de la Gota de Miel. El Palacio de Alvarado, es una joya arquitectónica bellísimo, con mucha historia.
Se dice que Pancho Villa, alguna vez comentó que Parral le gustaba "hasta para morirse".
No podría dejar de mencionar que en honor a la conmemoración de la muerte de Villa, año con año se hacen Las Jornadas Villistas y en ocasiones he ido a cantar en esos eventos.
Ciudad Cuauhtémoc, es la puerta a la sierra, lugar de huertas manzaneras y lugar de asentamiento de una de las culturas más trabajadoras y sui generis que tenemos en el estado, los menonitas.
Casas Grandes, también me trae gratos recuerdos porque mi mamá tenía parientes y algunas veces estuvimos de visita por ahí. Se llama así, por la proximidad que tiene con el sitio arqueológico de Paquimé.
Cerca del municipio de Ciudad Madera, se encuentran las famosas Cuarenta Casas
En realidad, en Chihuahua, hay un sinnúmero de lugares bellos y de interés; no terminaría de mencionarlos a todos, pero la idea es decirles que es una tierra especial por su geografía, por su historia, pero sobretodo por la calidad de su gente.
Chihuahua, ha sido y sigue siendo un gran semillero de gente destacada, de grandes sensibilidades en la música, la literatura, las artes plásticas y el deporte. La lista es interminable, por lo cual no menciono los nombres, ya que correría el riesgo de hacer omisiones involuntarias.
El gran compositor José Alfredo Jiménez, le compuso dos hermosas canciones: "Viva Chihuahua' y "El Cielo de Chihuahua", que junto con el Corrido de Chihuahua, de Felipe Bermejo y Pedro de Lille, son emblemáticas del estado.
Había que hacer referencia también a un gran compositor sonorense, Ignacio Jaime, que compuso la canción "Ay Chihuahua", que habla de forma entrañable del estado.
Siempre que hablo de Chihuahua se me vuelve a llenar de orgullo el corazón.
porque como bien dice el corrido, ¡Que bonito es Chihuahua!
Ven, Vive y