02/05/2015
Gastronomía en Argentina
En el litoral argentino ofrecen al viajero platos de marcada influencia guaraní y recetas a base de pescados de los ríos
Caracterizado por grandes ríos y abundante tierra rojiza el litoral argentino es albergue de diversas especies autóctonas en peligro de extinción y posee entre sus preciados tesoros las Cataratas del Iguazú, en la frontera con Brasil y Paraguay, elegidas como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo. Situado en el extremo noreste del país, desciende casi hasta las puertas de Buenos Aires y sorprende al viajero con una particular gastronomía que conjuga tradiciones guaraníes y sabores del Paraná.
La región, integrada por las provincias de Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Chaco y Santa Fe, ostenta desde antiguas ruinas jesuíticas hasta zonas selváticas en las que residen tribus aborígenes. Además, como distintivo posee algunos de los pesqueros más importantes de la Argentina sobre los ríos Paraná, Uruguay, Paraguay, Bermejo y Pilcomayo, con una fauna ícticola que incluye dorados, surubíes, pacúes y bogas, los cuales se preparan de formas muy diversas y sabrosas.
Entre Ríos y Santa Fe
Recostadas sobre el río Paraná –uno de los más importantes de Sudamérica–, las provincias de Entre Ríos y Santa Fe ofrecen además de coloridos carnavales, complejos termales y estancias rurales, una gastronomía que conjuga sabrosos pescados y otros platos de la cultura guaraní.
Son típicos en restaurantes y bares de la Costanera en Rosario, Santa Fe de la Vera Cruz o Paraná los dorados, surubíes, bogas, pacues y sábalos, preparados a la parrilla con hierbas y limón o acompañados con salsas diversas. En la zona existe una riqueza culinaria con gran historia, por la influencia de diversas etnias que generaron a lo largo de años sabores con identidad.
Entre las preparaciones gourmet innovadoras están las entradas con empanaditas de pescado y de mariscos, o la tabla mixta con rabas, bastoncitos de surubí y cornalitos; los platos de surubí relleno con jamón, queso y morrones; milanesas de surubí y de pollo de mar; el surubí asado con ensalada griega; el pejerrey Gran Paraná con tomates y corazones de alcauciles asados; el pacú marinado con cebollas y espárragos con migas; y, el dorado a la parrilla con ensalada de naranjas, puerros y aceitunas negras.
En tierras entrerrianas algunos de los manjares autóctonos son los clásicos asados criollos o con cuero, los tradicionales alfajores y dulces caseros, las tortas fritas o asadas en puestos callejeros de los pueblos, el licor de yatay, y los escabeches, salames, fiambres, quesos y chacinados.
En Santa Fe de la Vera Cruz (Capital provincial) entre los caminos más tentadores se encuentran el de las cervecerías artesanales con más de 150 lugares para degustar el "liso" y la fábrica de alfajores Merengo. En el interior, se destacan los productos derivados de la leche, por tratarse de una de las cuencas más importantes de la región.
Tradiciones del Noreste
Las provincias de Misiones, Corrientes, Chaco y Formosa se ubican en el extremo noreste del territorio argentino.
Estas provincias tienen mayor influencia de la cocina paraguaya. Algunos de las degustaciones típicas son: el "locro norteño" con carne, maíz, zapallo y mandioca; el "mbeyú" o torta frita de almidón de mandioca de los guaraníes, que se consume con leche, sal y queso; el chipa -una especie de bollo que contiene esos mismos ingredientes y huevo-; y, la "sopa paraguaya" que, a pesar de su nombre, es un pan de harina de maíz blanco con queso, cebolla y especias.
El protagonismo de la mandioca representa una semejanza no sólo a los platos paraguayos sino también a los cruceños. En algunas casas de comidas y restaurantes, incluso, se hacen las tapas para empanadas con harina de este tipo, en lugar de usar la de trigo.
La bebida que une al país
Una de las míticas costumbres de la Argentina y en especial del Litoral es el mate. Una infusión caliente a base de yerbas secas, provenientes de una planta nativa que se cosecha en Corrientes y Misiones. Ambas provincias son protagonistas de la imperdible Ruta de la Yerba Mate, integrada por más de 170 establecimientos turísticos y comerciales.
La bebida se toma en bombilla y los lugareños suelen compartirla a toda hora del día con familiares o grupos de amigos. En tanto, para las visitas es un claro símbolo de hospitalidad.
Para los novatos, un sabor más suave ofrece el mate cocido, que suele servirse por las mañanas como desayuno –en recipientes individuales– acompañado por tortas fritas.
Además, en base a este tradicional cultivo también se desarrollaron helados y otros productos saborizados, como arroz con leche, pizzas, empanadas, salsas y otros preparados, así como postres, alfajores y facturas.
Los días de más altas temperaturas el clásico mate se reemplaza por el tereré que se prepara con mucho hielo y jugo de limón u otras frutas.
Una de las visitas imperdibles en la provincia de Misiones es el Museo Juan Szychowski, situado dentro de la empresa yabatal "La Cachuera" Amanda, la más antigua del territorio en actividad.