19/04/2023
De caminatas y bicicleteadas a la vera del arroyo Nogoyá
Nogoyá está a poco más de una hora de viaje en auto desde la capital provincial pero para los vecinos de Hernández o Lucas González, está a un suspiro. El Paseo Los Puentes es uno de los lugares más lindos de la ciudad, a la vera del arroyo Nogoyá, especial para un paseo dominguero.
Quienes viven cerca de Nogoyá ya saben de las bondades del Paseo Los Puentes, un lugar para pasear, descansar, ir a hacer un asado o pasar una tarde de mates y torta. Caminar o bicicletear por los caminos internos que bordean el arroyo Nogoyá, es otra opción. Mientras que los locales, suelen salir a hacer esos típicos recorridos domingueros en auto, los que en otras épocas eran en torno a la plaza principal. Ahora la mayoría se arrima a disfrutar de este entorno natural privilegiado, en el que confluyen tres puentes, uno que da a un pequeño lago, otro que comunica con la Policía Caminera y los vestigios del viejo puente.
Es que por allí pasa el arroyo Nogoyá, un cuerpo de agua que desemboca en el delta del Paraná. De lecho marrón, al pasar por este remodelado Paseo Los Puentes, le da oportunidad a quienes gusten, de tirar un mojarrero o sentarse sobre sus orillas a tomar un poco de este sol ya casi primaveral.
De él salen varios brazos como el arroyo el Vizcachino, arroyo de la Aguada, arroyo Cuevas, arroyo Don Cristóbal y arroyo Montoya. En Entre Ríos, lo atraviesan diversas rutas provinciales como la 11, 9, 34 y 32 y la ruta nacional 12.
Ya en Los Puentes, los visitantes pueden recorrer el circuito caminando, en bici o en auto. Si se sigue derecho, por el camino principal, se termina en un puente peatonal desde el que se divisa la ruta y los restos del vieja pasarela sobre el arroyo. Esa zona en la que abundan unas moreras, se hace ideal para ir en noviembre, cosechar una bolsa de estos frutos silvestres y volverse bien cargado para hacer un buen frasco de mermelada.
Allí, los más chicos enseguida se organizan para improvisar algún partido en la canchita, recrearse en los nuevos juegos que se reacondicionaron durante pandemia, andar en skate, sentarse a tomar mates a la sombra o correr debajo del viejo puente.
Los vendedores ambulantes de tortas fritas, churros, pochoclo, agua o helados, no faltan a la cita obligada de los fines de semana, con la idea de hacerse una moneda. Nunca falta el distraído que se olvidó de llevar algo para la merienda.