24/03/2021
San Blas Nayarit, es uno de los lugares de los cuales no te quieres ir jamás… lo que lo hace distinto a otras famosas playas de México es su pueblo tranquilo, un lugar pequeño que puedes recorrer en pocos minutos, gente amable y servicial, un excelente clima cálido, sin dejar de lado su gran historia y tradición.
Una historia que me encanta y eriza mi piel es la de la Famosa "Loca del Muelle de San Blas", la historia de amor que se ha convertido en un ícono de San Blas y Riviera Nayarit.
Esta historia se encuentra en un pergamino que está en el museo de La Contaduría de San Blas, cuyo autor se desconoce y comienza así...
Rebeca Méndez Jiménez (1949-2012), es el nombre de la mujer que hace seis décadas, cerca de los 18 años de edad vivía a las orillas del muelle trabajando en uno de los restaurantes para los marineros.
Un día llegó a Nayarit un marinero extranjero, de unos 20 años de edad, que comenzó a trabajar en los embarques del muelle. Este marinero conoció a la joven, y los dos, durante un tiempo, mientras él permanecía trabajando en Nayarit, vivieron un intenso romance, antes de que tuviera que zarpar rumbo al norte de las aguas del Océano Pacífico.
El marinero prometió a la joven que regresaría y se casaría con ella. Ella, bañada en lágrimas, le juró por la inmensidad del mar que le esperaría. La joven comenzó a dar muestras de verdadera locura de amor. Cada domingo, día en el que regresaban los barcos, acudía al muelle a esperarlo… pero su espera comenzó a ser eterna, ya que ningún barco le devolvía a su amor.
Pasaron muchos años, y aquella mujer aguardaba muchas tardes en el muelle a aquel marinero… pero esas largas esperas resultaron baildías ya que la tristeza, la desesperación, la nostalgia y la inmensa soledad la fueron atrapando hasta el punto de hacerla enloquecer.
Fue así que comenzó a acudir al muelle vestida de novia, con un ramo de flores en las manos, para esperar a su amado. Cuando la gente le preguntaba sobre su vestimenta, ella decía: “Mi amado llega mañana al muelle. Yo le prometí que le esperaría. Que le esperaría con este vestido, así me reconocerá”.
Y así fue como a partir de entonces, cada domingo se podía ver a aquella mujercita en el muelle de San Blas. Una mujer que, con el paso de los años, comenzó a tenir su pelo de canas, su piel se curitó y arrugó por las largas horas al sol… Y así fue como ella comenzó a envejecer ahí, junto al mar, y la gente la comenzó a llamar “La Loca del Muelle de San Blas”.
Toda esta historia tuvo su punto de partida nada menos que un 13 de octubre de 1971 en “El Borrego” la playa del muelle de San Blas. Rebeca y Manuel (así se llamaba el marinero) tendrían que haberse casado sólo tres días después.
Rebeca falleció a los 63 años el 16 de septiembre del 2012 y sus cenizas fueron depositadas en el muelle de San Blas