30/01/2023
La cruz del diablo
Cuenta la leyenda que en el siglo XVIII un apuesto joven llamado Diego, aprovechándose de sus dotes seductores, iba detrás de todas las doncellas y después de conseguir cortejarlas, las dejaba plantadas. Un día llegó a la ciudad una mujer muy hermosa, la más bella de todas cuantas se conocían. Todos los hombres y mujeres de la ciudad quedaban asombrados a su paso. Los jóvenes de la ciudad trataban de cortejarla sin mucho éxito, pero un buen día nuestro apuesto joven decidió lanzarse y hacer su aparición ante ella. La hermosa mujer, quien se había percatado del atractivo de Diego, le dijo que se llamaba Diana. El joven presuntuoso se jactó ante sus amigos de que ya conocía a la hermosa joven, sin embargo tras varios días, Diana le seguía dando largas. Diego se obsesionó con la joven ya que nunca había conocido a un mujer tan bella. Sin embargo, tras esa supuesta belleza se escondía un oscuro y terrible secreto.
Una mañana Diana le hizo llegar el siguiente mensaje a Diego: ‘Te espero en la puerta de las Angustias. Seré tuya en la Noche de los Difuntos’. El joven estaba entusiasmado con la noticia y se arregló con su mejor traje para la ocasión. Esa noche estalló una gran tormenta, los truenos retumbaban y los relámpagos iluminaban el cielo como si de fuego se tratasen. Diego debía presentarse en el lugar y hora previstos. Allí se encontró con Diana, ataviada con un elegante vestido que parecía de una princesa. El apuesto joven estaba loco de amor y se abalanzó sobre Diana que le correspondió con unos besos dulces y tiernos. Diego presa de la emoción del momento, empezó a levantar la falda de la muchacha. Sin embargo, cual fue el espanto del joven cuando tras caer un rayo súbitamente, iluminó la pierna de la joven descubriendo en su lugar una pezuña y una pata de cabra. Diego quedó aterrorizado ante tan dantesca escena y salió corriendo. Diana, quien en realidad era el mismo Diablo, le lanzó unas cavernosas carcajadas que retumbaban entre las piedra