23/09/2019
Me disponía a tomar un taxi y apenas acercarse noté algo diferente, lo primero era un taxi limpio y brillante. El chofer bien vestido camisa blanca, corbata, pantalones bien planchados.
El taxista salió y me abrió la puerta y me dijo «Yo soy W***y, su chofer.
Mientras guardaba mi maleta me gustaría que lea esta tarjeta en la cual explica es mi Misión. Leí la tarjeta titulada: «La misión de W***y» en ella decía «Mi Misión es llevar a mis clientes a su destino final de la manera más rápida, segura y económica brindándole un ambiente amigable».
Quedé impactado.
En interior del taxi estaba igual de limpio. W***y me dijo, «¿Le gustaría un café? Tengo unos termos de café.» Bromeando le dije «No, prefiero refresco». «No hay problema tengo una hielera con refresco regular y dietética, agua y jugo». También me dijo «Si desea algo para leer, tengo el periódico de hoy y revistas»
Al comenzar el viaje, W***y me dice «Estas son las estaciones de radio que tengo y la lista de canciones que tocan, si quiere escuchar la radio»
Y como si esto fuera poco, me pregunto si la temperatura del aire estaba bien. Luego me avisó cual sería la mejor ruta a mi destino y me preguntó si estaría contento de conversar con él o, si prefería que no interrumpiera mis meditaciones.
Le pregunte: ¿Siempre has atendido a tus clientes así?
«No, no siempre. Solamente los últimos 2 años. Mis primeros años manejando los gasté la mayor parte del tiempo quejándome de todo.
Un día escuche a un doctor especialista en desarrollo personal. Escribió un libro llamado «Lo que tú eres hace la diferencia» Decía: «Sí tú te levantas en la mañana esperando tener un mal día, seguro lo tendrás.
«DEJA DE QUEJARTE. Se diferente. No seas un pato. Sé un águila.
Los patos solo hacen ruido y se quejan, las águilas se elevan por encima del ruido. Yo estaba todo el tiempo haciendo ruido y quejándome, entonces decidí cambiar mi actitud y ser un águila.
Mire mi taxi y a mi como chofer… el taxi estaba sucio, como chofer era muy poco amigable y mis clientes descontentos. Entonces decidí hacer unos cambios.
Mi primer año de águila duplique mis ingresos. Este año los cuadruplique. Usted tuvo suerte de tomar mi taxi hoy.
Ya no estoy en paradas de taxi. Mis clientes hacen reservas a través de mi celular o dejan mensajes. Si yo no puedo consigo a un amigo taxista águila y confiable para que haga el servicio.
W***y era fenomenal, hacía el servicio de una limusina en un taxi normal. W***y, el taxista decidió dejar de hacer ruido y quejarse como los patos para volar por encima como las águilas.
Moraleja:
No importa si trabajas en una oficina, en mantenimiento, si eres maestro, servidor público, político, empleado o profesional, si lo deseas puedes hacer la diferencia.
¿Cómo te comportas? Te dedicar a hacer ruido y a quejarte? ¿Te estas elevando por encima del ruido?
Recuerda,la calle no te pertenece,ni la vida de personas y animales tampoco
Recuerda: Como casi todo en la vida ES TU DECISIÓN