26/04/2024
No se puede imaginar al pueblo inuit sin sus distintivas parkas, confeccionadas con pieles y cueros de la vida silvestre local. Una de las muchas razones por las que los primeros viajes europeos al círculo polar ártico fracasaron es porque no estaban preparados para las condiciones climáticas extremas del norte. Llevaban ropa de lana, que les mantenía calientes por dentro, pero les hacía sudar mucho, lo que hacía que su ropa se congelara ante las temperaturas extremas. Los inuit nunca se enfrentaron a este problema, ya que fabricaban sus parkas con piel de caribú o foca desde el año 22.000 a.C. (Siberia). La producción de estas parkas llevó semanas, y la tradición de confeccionarlas se transmitió de madre a hija y tardó años en dominarla. Dependiendo de la ubicación geográfica de las tribus, el diseño de las parkas variaba según los tipos de animales disponibles. A menudo adornaban la ropa abalorios, flecos y colgantes. Roald Amundsen fue el primer explorador que vistió a su tripulación con ropa inuit, lo que le permitió sortear con éxito el Paso del Noroeste en 1906. En el siglo XX, el uso de la ropa tradicional inuit disminuyó, pero ha experimentado un resurgimiento reciente, a medida que Los inuit se esfuerzan por preservar su cultura.