04/09/2024
Sotres pueblo ejemplar 2024
Cuando el rey Felipe VI llegue a Sotres el día 26 de octubre, será la tercera visita de un monarca a este pueblo de los Picos de Europa.
Ya en el año 1882 su tatarabuelo Alfonso XII pasó por Sotres en el curso de una de aquellas cacerías a las que tan aficionados eran los Borbones:
" Al entrar en Sotres, recibió S.M. las mas vivas muestras de adhesión de cuantos moradores hay en aquel pueblo y Tielve, cuyo alcalde y cuyos párrocos ofrecieron sus respetos al benignísimo Rey, en tanto que los "vivas" resonaban, superando el sonido de multitud de barrenos, dispuestos en los peñascos que al pueblo rodean. Todos los leales aldeanos de ambos pueblos siguieron aclamando al rey hasta el lejano sitio de las Vegas de Sotres,, donde termina la jurisdicción del mismo pueblo y, donde, al lado de una majada en el camino habían dispuesto una tienda de campaña, en la que , para despedirlos ofrecieron a S.M. leche exquisita y agua fresca- D e ambas cosas se dignó tomar el rey, conversando largo rato con aquellas buenas y entusiastas gentes...."
Juan de Moradiellos, reputado cazador de "rebezos" y Severo Lopez, ambos de Sotres, se encargarían de guiar a séquito real hasta los apostaderos dispuestos en aquella partida de caza.
Años despues, en el año 1912 sería otro monarca , Alfonso XIII quien con un numerosísimo séquito recorrería también aquellas alturas de los Picos en otra cacería en la que los ya citados Juan de Moradiellos y Severo reunirían mas de 500 rebecos para que la comitiva real disparara a placer y cobrara mas de un centenar de piezas .
Previamente, en el año 1905, los Ayuntamientos de Valdeón, Liébana y Cabrales habían accedido a la creación del llamado Coto Real, para la conservación de la población de los rebecos. Una iniciativa del Marqués de Villaviciosa, Pedro Pidal, que había de privar a los vecinos de aquellos pueblos de los Picos de un recurso básico para su supervivencia, para poder comer: la caza ( furtiva ciertamente ) de rebecos para proveerse de carne para los duros inviernos.
Las caerías reales y la aristocracia y adláteres se aseguraban la supervivencia de rebecos para sus jornadas de caza.
Bien conocidas y difundidas han sido las matanzas de rebecos en tiempos de Alfonso XIII, amén de sus aventuras galantes por estos pagos.
En la foto: Alfonso XIII en el Chalet Real con su séquito, entre los que aparece Pedro Pidal y los guías Severo Lopez y Juan de Moradiellos ( a la derecha, con barba y boina). Posan con las piezas cobradas en una jornada de caza en los Picos.
El texto entrecomillado es de la crónica de Ildefonso Llorente Fernandez: " Las cacerías del Rey del año 1882