19/04/2020
Muy interesante léanlo hasta el final.
LA INVASIÓN ESPAÑOLA, FUE UN EXTERMINIO, SAQUEO Y EXPLOTACIÓN JAMÁS VISTO POR LA HUMANIDAD.
En 1532, informado de la presencia de los españoles en el norte del Perú, Atahualpa intentó sin éxito pactar una tregua con su hermanastro. Huáscar salió al encuentro del ejército quiteño, pero fue vencido en la batalla de Cotabamba y apresado en las orillas del río Apurímac cuando se retiraba hacia Cuzco.
Posteriormente, Atahualpa ordenó sentenciar a buena parte de los familiares y demás personas de confianza de su enemigo y trasladar al prisionero a su residencia, en la ciudad de Cajamarca. En ese momento, el emperador inca recibió la noticia de que se aproximaba un reducido grupo de gentes extrañas, razón por la que decidió aplazar su entrada triunfal en Quzco, hasta entrevistarse con los extranjeros.
El 15 de noviembre de 1532, los invasores españoles llegaron a Cajamarca y Francisco Pizarro, su jefe, concertó una reunión con el soberano inca. Al día siguiente, en sus andas reales, guarnecidas de multicolores plumas de papagayo y de láminas de oro y plata, a hombros de ochenta "orejones" vestidos de cortas túnicas azules, se presentó Atahualpa en la plaza de Cajamarca, seguido por su guardia de cañaris y por sus mejores tropas, al mando de Rumiñahui, así como de sus consejeros y altos funcionarios que se hacían transportar en bamboleantes hamacas. Le precedía un escuadrón de mil nativos con túnicas de cuadros blancos y encarnados.
En la fortaleza, cuatro piezas de artillería disimuladas hábilmente esperaban la señal de la matanza, y en las calles a la plaza se ocultaban tres grupos de caballería, y millar de guerreros equivalente al ejercito Inca, bien simulados como si estubieran del lado de Atahuallpa se asentaron cerca, sin embargo estos fueron nativos rebeldes contrarios a los incas, preparados y traidos para capturar a Atahuallca ya que Pizarro los prometio restituir el poder a Huascar, este grupo de nativos estubiron coordinando y liderados por Hernando Pizarro, Sebastián de Benalcázary Hernando de Soto.
previamente envenenó a sus jefes militares
Francisco Pizarro mando a la presencia de Atahuallpa a una comitiva, compuesto por los dominicos Valverde y Yepes y entre otros pizarristas con cargamento de vino envenenado con arsénico, se acercaron a las andas reales, acompañado del intérprete indio Felipillo y comenzó a entregar los regalos almagristas, entre ellos el vino el cual fue puesto enseguida para festejar el encuentro memorable, y Valverde procedio a exponer su requerimiento en el que intimaba al Inca la sumisión al Papa y a Carlos V. En medio de su perorata, el fraile le entregó su breviario explicándole la esencia de la doctrina cristiana;
Mientras Valverde distraía con el supuesto cristo, Yepes apresurado repartio el vino entre todos los presentes simulando celebrar, incluyendo, genererales, guardias y mujeres de altos dignatarios, los pizarristas se sirvieron, pero un vino puro.
Tiempo después, Atahuallpa ante la sospecha del malestar que se notaba entre los generales arrojó el libro impuro de los pillos al suelo con un gesto y dijo, entre otras cosas: "...Tenéis por Dios a Cristo y decís que murió; pues yo adoro al Sol que no ha mu**to jamás, no morirá..."
Inmediatamente el fraile fingiendo indignación mas para escapar del descubimiento de la confabulacion se retiró apresuradamente a la fortaleza y fue a comunicar las palabras de Atahualpa a Pizarro y arengar a las tropas, porque había llegado la hora para captura al Inca, puesto que todos los generales ya estaban enveneandos y que atahuallpa estada estaria ya en minutos sin sus importantes hombres y antes que los Incas reaccionaran de tal consternación y huyeran: los dominicanos gritaron "¡Los evangelios entierra, salid cristianos que yo os absuelvo!"; al son de las trompetas y tras los cañonazos, entonces miles de nativos contrarios a Atahuallpa, engañados por Pizarro se enfrentaron al ejercito de Atahuallpa, y la caballería pizarrista y todos los grupos españoles se lanzaron a capturar a Atahuallpa.
Los soldados pizarristas emboscaron a los pocos agonizantes generales y guardias de Atahuallpa y empezaron a disparar sin distinción alguna mujeres y jóvenes de la elite inca y la caballería cargó contra los desconcertados e indefensos Atahuallpistas.
Los nativos no se defendieron, pues habían venido con ánimo de paz a celebrar un encuentro del cual pueda salir soluciones mas amigables. Pero los españoles junto multitud de masas nativas aliadas de los españoles por enganos y falsas promesas salieron a combatir y al filo de la espada perecieron los ochenta portadores de las andas reales de Atahuallpa. Los acompañantes del cortejo se dispersaron en medio de un confuso griterío y ante el dolor insoportable del arcenico.
Todas las puertas estaban cerradas, en un intento de procurar el escape de Atahuallpa las masas incas leales se lanzaron contra los muros en afán de derrumbarlos y aun sacrificando sus cadáveres como simples rocas apiladas, pero ya fue tarde, pues atahuallpa quedo atrapado entre espadas y punales de los pizarristas a gran vos amenazaban que se rindasen o sino asesinarian a Atahuallpa, posterior a ello, Pizarro en persona se aserco ante Atahuallpa y se sumo entre los que sujetaban al soberano y lo asió a Atahualpa por el cuello, del cual pendía un collar de esmeraldas, mientras que el soldado Astete le arrancaba la imperial borla carmesí.
Inmediatamente, Pizarro mando a buscar al dominico Yepe, cuando lo trajeron lo asesino de una punalada, simulando traición, pues era el único que conocía todo el plan del envenenamiento al sequito inca.
Más de dos mil cadáveres quedaron en la plaza y los sobrevivientes huyeron a refugiarse en la Cordillera. Los españoles hicieron muchos prisioneros.
La mañana siguiente, soldados españoles salieron como buitres a hurgar entre los mu**tos y a rematar los heridos en busca de objetos de valor. Así reunieron ochenta mil pesos de oro, siete mil marcos de plata y catorce esmeraldas. Francisco Pizarro se adueñó de la gran placa de oro -con la figura del sol- que adornaba las andas de Atahualpa, y que pesó más de veinticinco mil castellanos. El asiento de las andas "era un hermoso tablón de oro" cubierto con un cojín de lana de varios colores todo guarnecido de piedras preciosas.
La codicia de Pizarro creció, le prometió vida y libertad si le llenaba una vez de oro y dos veces de plata el aposento de siete metros por cinco que le servía de prisión, hasta una línea blanca trazada en el muro "a la altura de un hombre con el brazo levantado". Atahualpa hace traer desde distintos puntos del imperio valiosos cargamentos, hecho que provocó que el afán de riquezas de los españoles aumentara.
A los pocos días, los españoles mandaron a asesinar a Huascar, asi tramar una supesta orden de Atahualpa para matar a su hermanastro, y que los supuestos motivos que los españoles la inventaron fue el supuesto temor de que los espanoles pretendieran restablecer en el poder a Huáscar, y que a consecuencia el Atahuallpa ordenaria desde su cautiverio el as*****to de su hermanastro; todo esto confabulado por Pizarro para justificar sus actos ante el pueblo Tawantinsuyano.
Los españoles hicieron asesinar a Huascar, porterior a ello hecharon toda la cualpa ante las voces y oidos del publico a Atahuallpa como el supuesto culpable de las ordenes del as*****to.
Ante esta nacio una confusión y apareció una denuncia del cacique de Cajamarca, quien acusaba a Atahualpa de haber usurpado el trono de Huáscar y de haber asesinado a su hermano, este reclamo la excusa perfecta que con ancias esperaban tras su confabulación, asi justificaron sus acciones en contra de Atahuallpa y empezaron a instruirle proceso, y se dio el famoso consejo de veinticuatro jueces, convocado por Pizarro, un proceso pésimamente organizado y con el peor escrito de un documento, esbozado por un sacerdote sin principios, un torpe notario sin conciencia y otros de igual talla, pues asi Pizarro impuso a Atahualpa la pena de muerte por trece votos a once.
Fue condenado a la muerte en la hoguera, pena que el Inca vio conmutada por la de garrote, pero tras la inmensa tortura sucumbio ante la muerte, pues mu**to atahuallpa los españoles redactaron que Atahuallpa abrazo la fe católica antes de ser ejecutado, historia tan falsa como todo español, puesto que Ahuallpa era uno de los mas leales a Apu Inti, esta escusa solo fue para que el catolicismo gane mas terreno de alguna manera en la mente de los derrotados, el 26 de julio de 1533. La noticia de su muerte dispersó a los ejércitos incas que rodeaban Cajamarca, lo cual facilitó la conquista del imperio y marcho a ocupar con multitud de guerreros .
Antiatahuallpistas, pero ante la desorganizada ejercito de los incas ingresaron a Qusco mas por la disuacion con ejercito rebelde nativo sin apenas resistencia, de esta manera tomaron Qosco, e ingresaron los españoles junto a sus aliados nativos de quito a la ciudad, en el mes de noviembre de 1533.