14/05/2018
Comenzamos hoy, víspera de la celebración de la fiesta de nuestro patrón San Isidro, un recorrido por los monumentos de nuestra bella ciudad.
En la confluencia de las calles Arganzuela, Mira el Río y Toledo nos encontramos tal vez la cuente más castiza de la capital, La Fuentecilla.
Concebida como un monumento al regreso de Fernando VII, al igual que la cercana Puerta de Toledo, y debida a un diseño del arquitecto Antonio López Aguado, ha tenido que soportar a lo largo de su existencia ser denostada por los intelectuales desde el momento de su construcción. Así, el gran Mesonero Romanos, en "El Manual de Madrid, escribió que se trataba de un monumento "fúnebre al mal gusto" aparte de una "desdichada fuente".
López hizo su primer diseño en 1813 y Francisco Meana llevó a cabo la ejecución del mismo.
Hoy día sería calificada como una auténtica "fuente sostenible" ya que para su ejecución se utilizaron materiales procedentes de la desaparecida "Fuente de la Abundancia", diseñada por el gran arquitecto de nuestro Siglo de Oro, Juan Gómez de Mora para la Plaza de la Cebada, concretamente su pilón de granito en cuyas cuatro caras figuran los diferentes escudos de Madrid.
Las esculturas del oso, el grifo y el león rampante no provienen, sin embargo, de la primitiva fuente de Gómez de Mora sino que, concretamente el león, se debe a Manuel Álvarez quien aprovechó la escultura de San Norberto del convento de Premostratenses, destruido durante la Guerra de la Indenpendencia. El fiero animal se mostraba con la figura del fundador de la orden al estar en relación con la ciudad de Premontré donde se fundó.
La Fuentecilla tuvo nueve aguadores y el agua le llegaba del Arroyo Abroñigal. El oso y el dragón hacen alusión al actual y al antiguo escudo de Madrid.
La fuente se compone de un cuerpo prismático y sostiene dos figuras en piedra blanca de un oso y un dragón. Tras él se halla el gran cuerpo de granito, compuesto por tres partes: el basamento rodeado de un pilón, una segunda que tiene rematadas sus caras con frontones donde se encuentran dos escudos de Madrid con una inscripción en el centro: A FERNANDO VII, EL DESEADO. EL AYUNTAMIENTO DEL HERÓICO PUEBLO DE MADRID. CORREGIDOR EL CONDE DE MOCTEZUMA. Como remate la escultura de un león rampante de piedra blanca que apoya sus garras en dos esferas con el grabado de los continentes.