01/09/2022
➵ Antes de ser madre era de las que pensaba que sería mi hij@ quien se adaptaría a mí. A mi vida, mis planes, mis viajes…Y entonces llegó Jan. Despierto, curioso, activo, ansioso por explorar y conocer…tanto, que por mucho que él lo intentara y por muy cansado que estuviera, era incapaz de cerrar los ojos si pasaba algo a su alrededor. Y nos fuimos a Bilbao, Jan y yo sol@s, y aunque yo luchaba contra esa realidad, él solo se dormía una vez en el alojamiento sobrepasado tras un día de lucha, malestar, irritación y enfado... ¿Por qué mi hijo no era de esos que siempre veía en las redes y en la calle que se dormían en cualquier lado aunque fuera en la mochila de porteo o en brazos? (𝘺𝘰 𝘯𝘰 𝘱𝘦𝘥í𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦 𝘥𝘶𝘳𝘮𝘪𝘦𝘳𝘢 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘤𝘢𝘳𝘳𝘰!) Con un bebé de meses que necesita dormir varias siestas a lo largo del día para estar bien y yo acostumbrada a viajar sin aparecer por el alojamiento hasta bien entrada la noche, ya podéis imaginar lo que fue ese viaje… Jan necesitaba parar y volver “a casa” a descansar cada cierto tiempo para después volver a arrancar con todas las ganas y disfrutar así ambos del viaje. Pero eso no lo entendí en ese momento, y forcé la máquina, la suya y la mía. Y fue un viaje lleno de frustración, llanto, rabia…pero con el tiempo, lleno de aprendizaje, porque fue a raíz de esa experiencia que me di cuenta que necesitaba ACEPTAR y abrirme a una nueva forma de viajar totalmente distinta a la que conocía.
Así, un tiempo después metí en mi vida la tan temida “RUTINA”, la que yo me negaba a dejar entrar. Y en nuestro caso, ha supuesto una gran mejora en las siestas y el sueño de Jan y en su bienestar y el mío.
Así que, se viene un tiempo de viajes distintos. Viajes a ciudades pequeñas, que nos permitan parar y volver “a casa” casi en cada siesta. Viajes a destinos que antes jamás habrían entrado en mis planes e incluso habría menospreciado. Viajes a lugares que antes habría visto en un solo día y que ahora tendré la oportunidad de saborear en cinco, de forma lenta y más consciente. Y…¡qué gran regalo!
Jan y yo empezamos una nueva etapa viajera y nuestro primer destino será… Valladolid!