06/05/2021
Carta abierta a la gran familia de Plumas Verdes
Muchos me preguntaron, me preguntan y ,seguramente, me preguntarán cuando
volveremos a reencontrarnos en Plumas Verdes, aquel templo del Folclore y la amistad que
combinaba los aspectos más lindos de nuestra cultura Argentina: sabores criollos, la mejor
música y una mesa tendida para compartir en familia o con amigos de ese legado que el Potro
nos dejó a todos. Por eso esta carta se las debía desde hace un tiempo pero como la uva que
aguarda en el parral la época de vendimia o el zumo que aguarda su maduración en el tonel
para convertirse en buen vino, los sentimientos también necesitan tiempo para decantar y
sacar de ellos lo mejor porque todo duelo es un proceso y un camino que se trajina sin apurar
el tranco. Entonces fue el tiempo quien puso todo en su lugar, sanó algunas heridas y me
permitió mirar atrás con otra perspectiva para que esta carta no cargue con broncas, tristezas
o melancolía sino que, por el contrario, exprese en sus palabras lo mejor que me guardo de
una etapa muy especial en mi vida como artista y amigo del eterno Horacio Guarany. Entonces
hoy les puedo transmitir esa satisfacción del deber cumplido, de haber sostenido ese legado
del cantor de cantores, haber logrado de ese humilde y mágico lugar un bastión de la cultura y
lugar de encuentro, porque eso fue Plumas Verdes, y cuando a poco más de un año en que
comenzó esta situación tan difícil para todos cerré sus rejas por última vez sin siquiera
imaginar que sería por tanto tiempo, me invadió una profunda tristeza y sensación de
incertidumbre. Pero a pesar de todo hubiese sido muy injusto simplemente desaparecer. La
verdad no fue sencillo para mí ni para nadie pero junte coraje por mi gente, para meterme en
sus casas y llevarles un puñado de canciones en tiempos tristes y para muchos, de extrema
soledad. Como no cantarles! si siempre estuvieron firmes junto al cantor acompañándonos
cada sábado y domingo en el templo del Folclore o en cada fiesta del Teatro Criollo HG.
Entonces hoy termino de comprender que Plumas Verdes es mucho más que un lugar físico,
Plumas Verdes fue, es y será una gran familia y si bien no pierdo las esperanzas de volver a
verlo como es sus mejores tiempos, tengo la necesidad de decirles que es una etapa cumplida
en mi vida y que a pesar de terminar de forma obligada a raíz de la pandemia y no por propia
elección, hoy puedo mirar hacia atrás y hacia el cielo con orgullo porque viven en mi los
mejores recuerdos, los homenajes a Horacio y el honor de haber fundado su propio Festival
Criollo, cumplir el sueño de mi maestro Cantor de inaugurar su Teatro Criollo HG por el que
tanto ha luchado, cumplir su sueño de ver ese gran escenario lleno de bailarines como cuando
celebramos el Festival del Bailarín en homenaje su gran amigo don Santiago Ayala el Chúcaro y
tantas otras fiestas criollas. También tengo el orgullo de haber puesto ese escenario a
disposición de grandes artistas consagrados que disfrutaron a sala llena de un gran público
pero también ponerlo a disposición de los nuevos valores de nuestro folclore como me
enseño mi maestro, para darles una oportunidad como un día me la dieron a mí. Entonces hoy
es tiempo de celebrar todo aquello que se hizo con mucho esfuerzo, dedicación y amor, razón
por la cual hemos cosechado tantos amigos, porque ese es el legado mayor, lo más
importante, lo más valioso. A mi público que me acompañó y acompaña con su cariño y
respeto incondicional, al gran equipo de trabajo que se esforzó día a día, a la familia de
Horacio Guarany por su confianza y apoyo constante, a esa gran familia de Plumas Verdes...
Eternamente Gracias!!!
Su amigo de siempre… YUYO GONZALO