30/05/2014
Leyenda De La Campana Biker: Hace muchos años, en una noche fría de diciembre, un viejo motorista rugiente volvía de un viaje a México con sus alforjas llenas de juguetes y de otras baratijas que había comprado para los niños de una casa de huérfanos cerca de donde él trabajó. Mientras montaba a lo largo de esa noche, pensaba cuán afortunado era él en ese estado de su vida, tener un “socio” cariñoso como su moto que entendía su necesidad de vagar por las carreteras y a su vieja cacerola que no la había dejado tirado ni una vez en los muchos años que ellos habían compartido el camino. Cercana a las 40 millas al norte de la frontera en el desierto alto, estaban al acecho un grupo de pequeños “critters” conocidos como “GREMLINS DEL CAMINO”. Estos acostumbran a poner obstáculos en la carretera, tales como zapatos, palos y pedazos de viejos neumáticos y también clavos de ésos temidos para los motoristas y tantos otros objetos que influyen en el rodar de una moto, así los “GREMLINS DEL CAMINO” los aprovechan para tener una ocasión de regocijo sobre sus actos del mal. Bien, este lobo motorista solitario entró a una curva a la luz de la Luna y los gremlins los emboscaron, haciéndolo estrellarse contra el asfalto y en el resbalón -antes de detenerse- una de sus alforjas se rompió. Yacía ahí incapaz de moverse, cuando los “GREMLINS DEL CAMINO” se acercaron hacia él. Bien, este motorista no estaba dispuesto a entregarse y comenzó a lanzarles los objetos que traía en sus alforjas, mientras los gremlins seguían acercándose. Finalmente, se quedó sin nada que lanzar, pero, él tenía una campana y comenzó a sonarla con la esperanza de asustar a los pequeños malvados gremlins. A una media milla lejos acampados en el desierto, estaban dos motoristas sentados alrededor de una fogata mientras charlaban de su día de paseo y de la libertad que sentían cuando el viento soplaba en sus caras mientras recorrían el extenso país. En la calma del aire de la noche oyeron un sonido parecido al de campanas de iglesia, y dispuestos a investigar fueron hacia donde provenía el sonido; encontraron al viejo motorista al borde de la carretera con los gremlins alrededor para raptarlo. Innecesario es decir que ellos siendo parte de la fraternidad del motorista, procedieron a disuadir a los gremlins hasta que el último se escurrió en la noche. Siendo agradecido con los dos motoristas, el viejo “perro del camino” les ofreció pagarles su ayuda, pero, como lo hacen todos los motoristas verdaderos, ellos rechazaron aceptar cualquier tipo de pago. No siendo él partidario de dejar pasar un noble acto inadvertido, el viejo motorista cortó dos pedazos de cuero de sus alforjas y les ató una campana a cada uno. Enseguida las colocó en cada uno de las motocicletas de los motoristas, tan cerca a la tierra como fue posible. El guerrero del camino cansado y viejo les dijo a los dos viajeros: “Con esas campanas colocadas en sus motos, estarán protegidos contra los “GREMLINS DEL CAMINO” y, que siempre que estuviesen en un apuro, hicieran sonar la campana y un compañero motorista vendría en su ayuda”. Así que cuando veas a un motorista con una campana, sabes que lo han bendecido con la cosa más importante de la vida:“La amistad de un motorista compañero de ruta” Nota: La campana para tu moto debe ser un regalo que te hayan hecho, no tiene validez que tú la compres para tu propia motocicleta y no importa de cuál marca es tu moto, ya que se trata de una leyenda de motoristas, este presente es uno de los mejores obsequios que un Biker puede recibir de otro Biker...