04/11/2024
LUNES 4 de NOVIEMBRE de 2024 ❤️
“Ciertamente yo buscaría a Dios, y encomendaría a El mi causa; el cual hace cosas grandes e inescrutables, y maravillas sin número”. Job 5:8-9(RVR60)
Job, supo lo que es vivir una prueba tremendamente dolorosa.
En medio de su dolor, su amigo Elifaz, le aconseja volverse a Dios y poner su causa en Sus manos, porque Dios hace grandes maravillas y era el único que podía ayudarlo en su desesperación.
Hay momentos en la vida cuando al igual que Job, te sientes perdido, tu dolor te nubla la visión y no sabes qué hacer frente al gigante que se te vino encima.
Ahí es cuando debes tener presente este versículo, porque nadie, aparte de Jesús, ha tenido humanamente una prueba más fuerte que la que tuvo Job, aunque el mismo Señor había dicho de él:
“No hay nadie en la tierra como él, que me sirva tan fielmente y viva una vida tan recta y sin tacha, cuidando de no hacer mal a nadie” Job 2:3
Yo personalmente aprendí a poner mi causa en Sus manos en medio del dolor, y también en medio del dolor aprendí a conocer y a confiar en Dios.
Creo que esta debe ser la experiencia de la gran mayoría de los creyentes cristianos, porque cuando se acaban todas nuestras posibilidades y el mundo alrededor se nos derrumba, ahí, en la desesperación, nos volvemos a Dios, aún si solamente lo conocemos de oídas, como lo conocía Job antes de la prueba, y como también lo conocía yo.
Buscar a Dios en todo tiempo, en lo bueno y en lo malo, debiera ser siempre nuestra primera y única opción, no solamente buscarlo cuando se nos acaban todas las opciones; porque Dios no es un salvavidas al que recurrimos cuando nos estamos ahogando.
Por eso es indispensable desarrollar una intimidad con nuestro Padre, tener un contacto diario con Él por medio de la oración, por la lectura y el estudio de la Palabra, y por congregarnos con otros creyentes.
Isaías 55:6 dice: Busquen al Señor mientras puedan encontrarlo, llámenlo mientras está cerca”.
Porque: “El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza” salmo 34:18.
Cada día al orar busca Su rostro y escucha Su voz, pon tu causa en las manos del Señor, abre tu corazón y pídele que aumente tu Fe, porque si crees, El hará en tu vida grandes maravillas.
“Pon tu vida en las manos del Señor , confía en él, y él hará “Salmo 37:5