Quienes somos:
Desde el año 1997 un grupo de familias amazónicas de una comunidad llamada Baltimore ubicada en la selva sureste de Perú, vienen realizando denodados esfuerzos por desarrollar el turismo rural comunitario como actividad complementaria a sus actividades tradicionales: pesca, agricultura, cosecha de castaña, entre otros. Debido a la carencia de medios para promocionar sus servicios t
urísticos, algunas familias se vieron obligadas a suspender temporalmente sus operaciones, este es el caso del albergue “Buena ventura”, el cual antiguamente recibía visitantes, estudiosos naturalistas e incluso, niños de la escuela de puerto Maldonado que venían a tener un día de terreno. Tras la muerte de don Genaro (el fundador y padre de la familia Herrera) la tristeza familiar propició que parte de la familia se alejase de la casa. Hoy en día, su mujer, y sus hijos recuerdan el entusiasmo y alegría que don Genaro mostraba al ver su casa llena de visitantes, y anhelan ver su casa llena otra vez, ya que para ellos significa un tributo a la vida de su padre. El desarrollo del ecoturismo no solo representa una oportunidad de obtener ingresos complementarios, sino que además permite a las familias afianzar su identidad y fortalecer su autoestima al ser su cultura y formas de vivir en armonía con el bosque, un valor apreciado por gentes de otros lugares. La casa hospedaje “Buena ventura” posee 145 hectáreas de bosque, donde la familia tiene plantaciones mixtas de naranja, lima, carambola, pan de árbol, limón, guaba, arazá, guanábana, piña, papaya, entre otros. Dentro de su terreno se encuentran dos pequeñas pozas, donde la familia practica la pesca artesanal de sardinas, y donde es posible observar taricayas (tortugas de río). Aproximadamente a tres kilómetros caminando se encuentra el remanso don Genaro, una quebrada angosta de sedimento rocoso que tras una pequeña caida en su curso, forma un hermoso espejo de agua clara y calma, donde es posible tomar un refrescante baño. Adyacente a su predio, la familia cuenta con una concesión de 1500 hectáreas, para la cosecha artesanal de castaña. Esta actividad es considerada como una de las mas sostenibles en esta parte de la amazonía, ya que no requiere de ningún método destructivo para la obtención del fruto. A orillas del río Tambopata se forma una hermosa playa donde es posible tomar refrescantes baños, acampar si el tiempo lo permite, y disfrutar de un hermoso panorama. En “Buena ventura” se ofrece un turismo auténtico, muy valorado por sus visitantes. Hay integración y colaboración con los albergues de toda la comunidad donde se abren las puertas a todas las personas interesadas en conocer la selva, su flora, su fauna desde la perspectiva de una familia local.