06/07/2024
🌑🌲 **Un Encuentro con el Duende del Sabinal** 🌲🌑
Era una noche oscura y fría, la luna apenas asomaba entre las nubes densas y negras. Movido por la curiosidad y un deseo insensato de aventura, decidí adentrarme en el parque del sabinal. Había escuchado historias sobre aquel lugar, relatos que hablaban de seres antiguos y malévolos que se escondían entre los árboles retorcidos y los arbustos espesos. Ignoré las advertencias y me aventuré en la espesura.
El silencio entre los arboles era casi palpable, roto solo por el crujir de las hojas bajo mis pies y el susurro del viento que parecía murmurar secretos antiguos. A medida que avanzaba, una sensación de inquietud comenzó a apoderarse de mí. Las sombras parecían alargarse y moverse, y una extraña niebla empezó a envolverlo todo, haciendo que la visibilidad fuera cada vez más limitada.
De repente, escuché un ruidito agudo, casi como una risita infantil, pero cargada de malicia. Me detuve en seco, mi corazón latiendo con fuerza. Volví la cabeza hacia el origen del sonido, y ahí, entre los troncos retorcidos de los árboles, vi una pequeña figura. Era un duende, pero no de aquellos que se describen en cuentos de hadas. Su rostro era pálido y afilado, con ojos oscuros y penetrantes que brillaban con una malicia indescriptible. Vestía harapos oscuros, y su sonrisa mostraba una fila de dientes afilados.
El duende comenzó a moverse hacia mí, con movimientos rápidos y casi etéreos, como si deslizara sobre el suelo. Sentí un frío intenso recorrer mi cuerpo, mis músculos se tensaron y el miedo me paralizó. Traté de retroceder, pero mis piernas no respondían. La risa del duende resonaba cada vez más fuerte, un eco siniestro que parecía venir de todas direcciones.
"¿Qué buscas en mis dominios, humano?", susurró el duende con una voz que parecía surgir de las entrañas de la tierra. No pude responder, mis palabras se ahogaron en mi garganta seca. El duende se acercó más, sus ojos negros reflejando un abismo sin fin. "Aquellos que se adentran en este bosque sin permiso, no siempre encuentran el camino de regreso."
Con un movimiento rápido, el duende extendió su mano, y sentí un dolor punzante en mi pecho. Cerré los ojos, esperando lo peor. Pero cuando los abrí de nuevo, estaba solo en el claro del bosque, la niebla había desaparecido y el duende también. La oscuridad seguía envolviéndome, pero el silencio había regresado, tan opresivo como antes.
Atemorizado y sin aliento, corrí de regreso al pueblo, jurando nunca más regresar al bosque. Pero desde aquel día, siempre sentí que algo me observaba desde las sombras, una presencia malévola que no me dejaría en paz. Porque una vez que has visto al duende de los bosques, su risa siniestra y su mirada penetrante nunca te abandonan. 🕯️🌲👻
Creación anónima