31/07/2021
A un lado del volcán Imbabura, la ‘Ciudad Blanca’, que se muestra lejana. Al otro costado, de la mítica laguna de Yahuarcocha inundan de paz el ambiente. Ahí, lejos de todo ruido, se encuentra el Museo recibe el nombre del artista plástico Nicolás Herrera, quien hace 35 años se dedica a la pintura y a la escultura.
La gran infraestructura de este espacio alberga parte de su obra. Las paredes se ven llenas de pinturas relacionadas a la naturaleza, a la política y al propio ser humano.
Cuadros que cuentan por sí solos historias reflejadas en colores y trazos. Hombres fusionados con animales; algunos rostros anhelantes, autorretratos, sutiles figuras femeninas. Todo esto en distintas atmósferas: escenarios tétricos, coloridos, nostálgicos u oníricos. Todo el producto de sus ideas, experiencias y sueños que cobran vida desde el arte.
