12/05/2022
HOY TENEMOS QUE COMPARTIR CON USTEDES, AMANTES DE MAR AZUL, ALGO QUE ESTÁ PASANDO EN "NUESTRO LUGAR EN EL MUNDO" Y QUE NOS PREOCUPA MUCHO
Para que conozcan en detalle la situación del desarrollo inmobiliario Solanas en Mar Azul, publicamos la gacetilla de la Asamblea en Defensa de la Duna y el Agua:
Un desarrollo inmobiliario en Mar Azul que invade una zona protegida por ley es resistido por la comunidad
Desde hace unas semanas, los vecinos y vecinas de las localidades del Sur de Villa Gesell se encuentran en estado de alerta y preocupación por el avance de un mega proyecto inmobiliario sobre el frente costero a la altura de las calles 36 y 37 en la localidad de Mar Azul.
El reclamo que los une en la Asamblea Vecinal en Defensa de la Duna y el Agua, se debe a una obra anunciada por el grupo Portland que constará de 116 departamentos con servicios de lujo gestionados por la cadena hotelera Solanas, cuyo planteo incumple leyes medioambientales y pone en riesgo el ecosistema costero y el acuífero.
Este gran desarrollo inmobiliario, cuya construcción se abortó hace seis años y hoy vuelve a estar vigente, provoca preocupación en un sector de la comunidad que no ve con buenos ojos, en relación a la protección del frente costero y la ausencia de servicios en la zona, la dimensión del proyecto a desarrollarse en CIRC. VI Sec. E de la manzana 298 de la localidad de Mar Azul, por parte del Grupo Portland.
Lo que se denuncia por parte de Asamblea Vecinal en Defensa de la Duna y el Agua es que se pretende cercar, construir y hacer uso de un lugar protegido por el Código de Aguas, Ley Provincial 12.257. “Esto es un delito ambiental, hay una resolución de la Ley de Aguas, artículo 142, que protege esta zona”, expresó el ingeniero ambiental José Soto.
“Es importante destacar que por más que los inversores traigan un estudio de impacto ambiental, si la zona es protegida, no sirve ningún estudio. Porque está protegida. Es el primer concepto que hay que tener claro, si la zona es protegida no se puede hacer nada. Sacás el médano y se destruye la playa. Eso no tiene vuelta atrás”, advirtió el especialista.
Ante la falta de información oficial por parte del municipio de Villa Gesell en cuanto a el estado de aprobación del plano, el Informe de Evaluación de Impacto Ambiental y la medición de Línea de Ribera, habitantes permanentes y temporales se manifiestan y reúnen para trabajar coordinadamente en la difusión de lo que consideran una “violación a las normas medioambientales”.
El dato oficial faltante de la Línea de Ribera, un informe de Evaluación de Impacto Ambiental del que se desprenden variados interrogantes y sobre el que se desconoce si ha sido remitido a Provincia, ponen a la ciudadanía en alerta. Por otro lado, cuentan con la certeza que otorga la Ley de Aguas provincial que prohíbe el loteo y la edificación en una franja de ciento cincuenta (150) metros aledaña al Océano Atlántico y la edificación sobre los médanos y cadenas de médanos que lleguen hasta el mar, aún a mayor distancia.
Sobre el silencio de los funcionarios locales, un vecino advirtió: “No responden, suspenden reuniones, se quedan en silencio y esperan…. Qué esperan? Tiempo? Se terminó. El cambio climático nos lo recuerda todos los días”.
“Hay responsabilidad de los funcionarios del gobierno municipal si la construcción avanza y se violan las normativas que protegen el médano costero y el acuífero, por los que deberían velar”, aseguran.
La alerta de la comunidad comenzó durante el verano cuando el grupo Portland abrió una oficina de venta ubicada en una de las dos manzanas en las que los inversores planean construir unidades habitacionales, piscinas y en una segunda etapa una galería comercial, aunque se intensificó después de Semana Santa cuando comenzaron los trabajos de demolición de los restos de las estructuras del ex camping de la zona céntrica de Mar Azul, frente al mar entre las calles 36 y 37.
El inmenso pozo que quedó después de que desapareció la estructura da cuenta del espacio que podrá ser utilizado para los futuros cimientos de los edificios proyectados, que según las publicidades comerciales del mega desarrollo inmobiliario serán 116 y contarán con cocheras subterráneas.
“Los vecinos de estas localidades estamos cansados de la prepotencia de las empresas que construyen grandes complejos apropiándose de espacio público y generando daños irreparables”, comentó otro de los asambleístas.
Para que se comprenda el reclamo vecinal que se opone a la construcción bajo el lema y , Soto explicó la importancia de respetar las zonas protegidas: “Si no se mantiene la funcionalidad del ecosistema las playas comienzan a degradarse, como sucedió en Gesell cuando sacaron el 90 % de los médanos de la zona céntrica y la playa perdió 80 metros en menos de 20 años”, y agregó sobre la zona en cuestión: “En Mar Azul y Mar de las Pampas tenemos todavía playas de 200 metros debido a que los médanos siguen haciendo su función en el conjunto que forma el sistema costero”.
Mientras en las redes sociales y publicaciones de diferentes portales Solanas publicita el gran proyecto como una novedad en la costa bonaerense, los vecinos y vecinas organizados ven el desembarco empresarial como un atentado al Mar Azul Simple y Natural, que rescata el slogan de la localidad lindante a la Reserva Natural Faro Querandí.
“Si ponen un ladrillo en los 150 metros que se deben respetar desde la línea de ribera, que debe calcularse desde el pie del médano, vamos a acampar para resistir a la construcción”, dijo firme un vecino de Mar Azul integrante de la Asamblea Ciudadana en Defensa del Médano Costero, que hace doce años frenó la obra del complejo hotelero Mandalay que iba a emplazarse en la playa del norte geselino, por incumplimientos de normas ambientales. En ese entonces los asambleístas presentaron un recurso de amparo que al día de hoy tiene vigente una medida cautelar y una causa abierta.
El estado de alerta ciudadano acompaña varias gestiones administrativas que buscan explicaciones del gobierno municipal y que han comprometido además a los concejales de todas las fuerzas políticas para que se expidan al respecto.
Mientras el silencio de quienes tienen que acercarse con información para dialogar con la comunidad se profundiza, mujeres y hombres comprometidos con la protección del lugar que eligieron para vivir, se turnan para hacer guardias en el médano con el fin de anticiparse a cualquier movimiento de obra.
Las preguntas que se hacen los manifestantes son muchas: ¿Y los funcionarios? las autoridades? el fiscal? las leyes? los decretos? La falta de respuestas habla claramente de lo inaccesible que es la información pública para los ciudadanos de este distrito que conocen de sobra estas luchas, para seguir manteniendo un equilibrio natural valioso, muchas veces ignorado y avasallado por intereses económicos.