01/02/2022
Hoy compartiremos un poco de la historia de la ciudad cabecera del partido:
25 DE MAYO
No hay duda que las guerras civiles de mediados del siglo XIX afectaron, y fueron el inicio de la organización nacional Argentina.
A Veinticinco de Mayo; ¿Cómo le afectó el proceso?
Para puntualizar el momento al que quiero hacer referencia, viajaremos al pasado, mes de mayo del año 1859.
Por aquel entonces las pretensiones ¨organizativas¨ estaban muy bien diferenciadas en dos bandos.
Uno liderado por, Bartolomé Mitre en la Provincia de Buenos Aires y otro bando liderado por Justo José de Urquiza al frente de los intereses de la Confederación.
Como relata la historia por aquel entonces los intereses, llevaron a idear estrategias de ambas partes.
Los dos líderes contaban con el invaluable apoyo de caciques quienes movidos por intereses lucrativos estaban dispuestos a aportar a la causa, con gran número de guerreros.
En el mes de mayo de 1859 Justo José de Urquiza ya había acordado una misión estratégica para su campaña.
En ese momento contaba con la osadía del famoso Cristo y un gran número de lanceros que lo acompañaban. El primer encargo de Urquiza fue el levantamiento de la indiada contra el gobierno de Buenos Aires.
En septiembre de 1859 el Coronel Oliveira por encargo de Urquiza manda a sitiar el ya casi desprovisto Fuerte de Cruz de Guerra.
Como la milicia de Veinticinco de Mayo ya estaba alerta, dos coroneles designados al apoyo del fuerte Mulitas en la Guardia Nacional fueron quienes se dirigieron a Cruz de Guerra a proteger el desguarnecido fuerte.
Sus defensores fueron el Coronel Laureano J. Diaz y el Coronel Jacinto González. Quienes al cabo del día, después de un reñido combate consiguieron defender el Fuerte logrando la victoria.
El mes de Octubre ya estaba marcado, para el Gran enfrentamiento entre Buenos Aires y la Confederación.
El lugar era el territorio al noroeste de la provincia de Buenos Aires y el límite sur de la provincia de Santa Fe.
El 23 de Octubre de 1859 Urquiza al Frente del ejército de la Confederación y con el gran apoyo del Rey de las Salinas Grandes, el cacique Calfucura, más el famoso indio Cristo, y el ex capitán de la guardia veinticinqueña el teniente Bejar, dieron combate al Ejercito de Bartolomé Mitre que contaba por su lado con el apoyo del también famoso cacique Catriel. El combate fue la Histórica Batalla de Cepeda.
Como resultado, Mitre derrotado vuelve a Buenos Aires y Urquiza acampa en San José de Flores.
Mientras la calma parecía volver a reinar, en ambos ejércitos. Los caciques volvían a las tolderías pero aun, los aires revolucionarios no habían cesado.
Solo a seis días de la Batalla de Cepeda el Rey de la salinas Grandes, Calfucurá más el cacique Cristo vieron la oportunidad de malonear en nuestro Veinticinco de Mayo aprovechando la carencia de armas, debido a la falta de soldados en el fuerte, incorporados al ejercito de Bartolome Mitre en la Batalla de Cepeda.
Algunas crónicas locales hacen referencia a que el ánimo de Calfucurá y sus dos mil guerreros, de atacar Veinticinco de Mayo, se debía a un ajuste de cuentas con Antonio Islas y Pedro Basabe, que en duelo había matado a su amigo Juan de Dios Veloz.
En este contexto histórico el jefe del destacamento local recibió la amenaza del ataque y le exigían su rendición.
El desconcierto y el pánico de los pobladores era inenarrable. Pese a los esfuerzos de las autoridades que repartieron armas a todos los habitantes, la situación se tornó incontrolable y muchos huyeron.
El Juez de Paz de Saladillo, Benjamin Butteler, al frente de un puñado de voluntarios llega a Mulitas para reforzar esta guarnición.
En ese momento en medio de la conmoción general aparece en la plaza, el Padre Francisco Bibolini.
Bibolini, de origen Italiano, había llegado a Mulitas apenas cuatro años antes, en 1855.
Por aquel entonces tenía cuarenta y tantos años, poseedor de un carácter muy especial, voluntarioso, enérgico y profundamente caritativo y solidario. Sus cualidades ya habían sido demostradas en reiteradas oportunidades y para los habitantes del fuerte cumplia con las características de un líder en las almas y en las voluntades.
El cura Bibolini aquel 29 de octubre en la plaza, llamó a la reflexión y le comunicó a la gente su voluntad de parlamentar con el rey de las salinas y pedir por la vida de los lugareños.
El Padre Bibolini montado en su tordillo, se dirigió al sudoeste acompañado por dos personas, y con varias botellas de aguardiente, también bolsas con tabaco, yerba, chocolate, cominillo y tortas fritas.
Después de recorrer cinco leguas, ( un poco más de 20 kilómetros) llega al Médano, donde fue abordado por las avanzadas enemigas.
Llegó hasta el encuentro con el Gran Cacique, calmo y sereno, con la mirada fija y actitud imponente, sin dudar cabalgó entre las lanzas que le abrieron paso con respeto.
Se escribieron varios relatos sobre el acontecimiento….
La conversación fue una dura trenzada, de extendida duración, quien oficio de lenguaraz fue, Manolo Acosta un cristiano asturiano.
El cura pedía por las vidas y propiedades de Veinticinco a cambio de variados bienes materiales.
Como resultado de las negociaciones el líder araucano, en nombre del presidente Urquiza, sus mujeres, el resto de la comitiva y el Cura todos juntos, ingresaron en el pueblo en medio de la perplejidad de todos los pobladores.
El gesto decisivo y heroico del padre amigo del presidente Bartolomé Mitre, Francisco Bibolini lo transformó en un héroe civil para Veinticinco de Mayo.
Y la historia reconoció al acontecimiento como el suceso del único malón pacifico en la historia Argentina.