Nuestras Excursiones
Los paseos embarcados, los safaris fotográficos, los avistajes escriben la tentadora invitación al turismo alternativo y natural se refiere. Un viaje hacia las profundidades del entorno isleño, que puede durar todo el día y exponer al excursionista a la contemplación de un hermoso atardecer. Nuestra Fauna
La fauna de Nuestro Delta se compone por especies provenientes de dive
rsos biomas. Las aves se distribuyen con facilidad siguiendo los bosques en galería crecidos a lo largo de los grandes ríos; mientras que los mamíferos, anfibios y reptiles, aprovechan como medio de transporte natural a los camalotales. Quienes exploran estas islas suelen toparse con mamíferos de hábitos acuáticos como el carpincho y el lobito de río; marsupiales de hábitos arborícolas como la comadreja; ranas exclusivas de estos ambientes como la ranita isleña y las cardas; tortugas y culebras; y entre la población de aves, los protagonistas de los avistamientos: patos, macáes, garzas, gallinetas, gansos, cisnes cogote negro, gallaretas, y los chajáes que se ocultan entre la densa vegetación. Nuestra Flora
Las aguas del Delta Medio generan un constante proceso de construcción y destrucción de islas, dando lugar al surgimiento de una gran variedad de ambientes, cada uno con tipos particulares de vegetales acuáticos, subacuáticos y palustres. Estas comunidades vegetales se inician en bancos y orillas, donde las aguas cargadas de sedimentos tienen poca corriente. La vegetación acuática, flotante, sumergida y arraigada, presenta una enorme riqueza de especies cubriendo las orillas de riachos, arroyos y lagunas: camalotes, carrizos, canutillos, espadañas, totoras, pajas bravas e irupés, son algunas de ellas. En tanto, en el sector más alto de las islas -el albardón-, pueden descubrirse sauces criollos, alisos de río, curupíes, laureles, timbó blancos y ceibos… árboles de madera blanda y rápido crecimiento. Son de destacar en este marco las funciones del junco, una especie que con sus rizomas y raíces -a la par de la acumulación de material vegetal-, contribuye a la elevación del terreno que dará origen a una isla; y del camalotal, que transporta numerosas especies enriqueciendo y renovando la vida silvestre, al tiempo que atenúa la velocidad de las corrientes viabilizando el proceso de formación de islas.