17/07/2024
Durante muchos años los jefes de la tribu Tanana, se reunían cada vez que había que tomar decisiones trascendentales. Cuando los animales bajaban de la montaña y anunciaban cambios climáticos, cuando algo en su corazón les avisaba que la tierra se movía, cuando sentían que había seres que venían a ocupar sus tierras, ellos se reunían. El fuego los nucleaba y parte de las decisiones que tenían que tomarse tenían que requerir de un ritual previo. Ese ritual tenía como protagonistas al cacao y también al tabaco.
El cacao preparado con un picor tenía la condición de poder conectar el corazón, sanarlo, para que sin recelos, sin enojos, sin resentimientos, en forma pura, uno pueda tomar la vida y las mejores decisiones.
El tabaco que era molido por el chamán de la tribu, era secado en una precisa etapa de la gestación, se unía a yuyos como la menta y la peperina con una pizca de ceniza de chanear, esa planta que cura las heridas en el norte argentino, y en un tamiz fino, después de dos días de ayuno, se tamizaba hasta dejarlo un polvo muy fino que se consagraba en un altar con piedras al Inti, a la luna, para que ese tabaco sabio que después se iba a inhalar, entre por la nariz para hacer un viaje que nos permita limpiar nuestro lóbulo frontal y trabajar en la glándula piñal con un estado de claridad, sin dudas ni miedos, y poder resolver de forma sabia.
De esta manera se configura el rapé, ese tabaco molido, ese tabaco que se usaba para tomar decisiones previas a las guerras, a las mudanzas, a los movimientos de la tierra, para que se inspire la mente junto al corazón ya sanado por el abuelo Cacao, juntos serán la medicina más ancestral que hoy el hombre, en tiempos de caos, vuelve a tomar esa presencia.
El jaguar va a acompañar con una medicina, va a acompañar con una meditación. Él se va a hacer presente en la meditación para poder tomar todo lo viejo que no nos animamos a soltar. Él va a desgarrar las vestiduras de lo que ya no nos corresponde para entrar en un ser nuevo, un ser que tiene que caminar en esta bendita tierra de manera más pura, reconociendo su esencia sin autoengaño, con la piel nueva, lento como el jaguar, con la mirada firme, al foco en donde nosotros pretendemos llegar. Así la naturaleza nos regala la medicina del abuelo Cacao, del tabaco y también de la sabiduría de esa naturaleza del jaguar".
° Duración: 5hs (13 a 18hs)
° Valor del taller: $35.000.-
° Cupo limitado, con el 50% se reserva
° Lugar: "El Mirador de Hudson"
Calle 59 N°2010
Hudson Berazategui
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