Vasijas De Barro

Vasijas De Barro Los escritos y meditaciones que presentamos son tomados de www.AvivaNuestroscorazones.com con perm

15/05/2020
25/11/2019
25/11/2019

Fe-Reposo
Vivimos en un mundo diseñado para quitarnos la paz interior, para volvernos locas de
frustración, nerviosismo y temor. Lo que necesitamos es saber descansar. Y eso es exactamente lo que Dios quiere que hagamos. Es así que nos ofrece a cada uno la posibilidad de encontrar verdadero descanso, paz y tranquilidad interior, que es la única que nos puede convertir en héroes en la batalla.
El único “problema” con este ofrecimiento que Dios nos hace es que lo podemos aceptar solo por fe. Cada uno de nosotros escogerá si acepta o rechaza su reposo. Si lo hacemos, estaremos equipados para avanzar hacia la grandeza espiritual. Si no, vamos a desperdiciar nuestra vida amargamente, como los israelitas en el desierto.
Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo,
alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. (He. 4:1)
El autor de Hebreos escribió para prevenir a los creyentes judíos de Jerusalén que el juicio de Dios sobre la nación se acercaba. Quería que este pueblo, que se había apartado de la realidad de la comunión con Jesucristo y seguía un ritual mu**to tuviera temor de una cosa: no poder entrar en la vida de reposo en la fe. Para enseñarles esta lección empezando en Hebreos 3, usó el ejemplo de Moisés y la generación del éxodo.
Un año después de su salida de Egipto, los judíos llegaron a Cades Barnea, cerca de la frontera de Canaán, la tierra prometida. Dios había dado su palabra de que en esa tierra les daría descanso.
Ordenó a Moisés que enviara 12 hombres para reconocer la tierra (Nm. 13). Cuando los 12 regresaron, trajeron noticias de una tierra buena, donde fluía leche y miel, pero con ciudades fortificadas y habitantes fornidos. Dos de estos hombres, Josué y Caleb, estaban decididos a entrar y tomar la tierra. Sabían, porque Dios lo había prometido, que podían conquistarla. Pero los diez restantes convencieron al pueblo que no podían, que los enemigos eran demasiado poderosos, que la tierra los devoraría. Josué y Caleb descansaban en la fe. Los otros no.
Por eso Dios llevó a la generación del éxodo a vagar por el desierto durante más de 39 años y cada prueba que les dio en el camino fue una prueba de su habilidad para reposar en la fe. En 1Corintios 10, Pablo describió de lo sucedido durante esos años. Cada vez que Dios los ponía a prueba, salían reprobados. Los sacaba milagrosamente de una dificultad tras otra, probándolos vez tras vez, buscando una chispa de fe. Nunca la encontró. Y entonces todos los adultos de esa generación, excepto Josué y Caleb, murieron en el desierto.
La tierra de Canaán no representa el cielo; representa la vida que reposa en la fe. En la tierra prometida había gigantes, había enemigos contra los cuales luchar. Pero no iban a luchar solos; con ellos estaba el Dios que había probado que podía cumplir lo que prometía. La nueva generación entró e hizo lo que sus padres hubieran podido hacer: tomaron la tierra por fe, obedeciendo constantemente, y descansando en esa fe.
Cuando el autor de Hebreos dijo: Temamos, estaba exhortando a su generación a aprender una lección de la generación del éxodo. Estaba diciendo: “Ellos fueron un fracaso, ustedes pueden fracasar también. Pero sus hijos triunfaron; ustedes también pueden triunfar. Por eso hay que tenerle terror al fracaso.”
Ninguno de nosotros sabe cuántos años de vida nos va a conceder Dios sobre esta tierra. Sea cual sea nuestra porción, es suficiente para cumplir el destino que él ha puesto delante nuestro. No hay tiempo que perder. Como creyentes deberíamos tener temor de vivir hasta el final de nuestra vida en una experiencia como la del desierto: prueba—reprobados, prueba—reprobados, prueba— reprobados. No debemos temer a la muerte, ni a nuestros enemigos, ni siquiera debemos temer al pecado. Pero lo que sí debemos temer es a no tomar en serio la palabra de Dios, esto es como si no entráramos a la tierra prometida.
Dios tiene para nosotros la misma clase de experiencia que tenía para el pueblo de la
generación del éxodo, y la misma promesa de bendición, victoria y gozo. El autor de Hebreos no quería que su pueblo pareciera no haberlo alcanzado, de hustereo, que quiere decir “caerse en el camino y no terminar”.
Dios planeó que cada creyente avanzara después de ser salvo (la pascua y el éxodo representan la salvación) a través de la prueba y el crecimiento espiritual (el cruce del desierto los representa) a la madurez (el arribo a Canaán la representa). ¿Qué nos espera en el terreno de la madurez espiritual? Grandes bendiciones y también gigantes.
Lo que la generación del éxodo había enfrentado en el desierto parecía poco comparado con lo que veían adelante, en la tierra prometida. Por eso dejaron que sus temores los detuvieran en la frontera. Pero no sucedió lo mismo con sus hijos. Ellos dijeron: “Podemos tomarla”, así que alllegar a Jericó se vieron ante su primera gran prueba. Lo único que Dios quería averiguar era si obedecerían sus órdenes. Les dijo que lo único que debían hacer era marchar alrededor de la ciudad fortificada, una vez al día, duran te seis días, y siete veces el séptimo. ¿Parecen extrañas estas órdenes?
Si queremos empezar la vida de reposo en la fe, necesitamos estudiar esas instrucciones porque algún día se nos darán órdenes así de extrañas.

Cuando los mandatos de Dios parecen no tener sentido alguno, es porque él no quiere que tengan sentido para nosotros. Dios no hace nada sin una razón, siempre podemos confiar plenamente en que está obrando un bien. A veces sencillamente quiere que entendamos eso, por lo tanto nos manda pruebas extrañas.

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. (He. 11:6)

Veamos las pruebas extrañas q experimentaron algunos personajes bíblicos
1. Para Abraham, la prueba fue el mandato de Dios de sacrificar a su hijo, el hijo por medio de quien Dios había prometido hacer una gran nación (Gn. 22:1-2).
2. Para la viuda de Sarepta, la cual dijo a Elías que estaba por cocinar su último puñado de harina y su últimas gotas de aceite, para luego postrarse y morir, el mandato fue que primero preparara el pan para el profeta (1 R. 17:13).
3. Para la viuda cuyos acreedores estaban por quitarle sus hijos, el mandato era pedir prestadas vasijas de sus vecinos (2 R. 4:3).
4. Para Naamán el leproso el mandato fue que se lavara siete veces en el río Jordán
(2R. 5:10).
5. Para el ciego, que sin duda sabía que Jesús lo podía curar con solo tocarlo, el mandato fue que se lavara en el estanque de Siloé (Jn. 9:7).
6. Para Pedro, a quien lo estaban presionando por saber si su maestro había pagado el impuesto del templo el mandato fue que se fuera a pescar (Mt. 17:27).
¿Qué hubiera sucedido si hubieran desobedecido estos mandatos? Nada. De no haber obediencia, no hubiera habido milagros. Si de veras creemos la palabra de Dios, obedecemos, no importa lo irrazonable que parezcan los mandatos.
Cuando en nuestro crecimiento espiritual llegamos al punto de romper la barrera que nos separa de la madurez, y estando a punto de entrar a la tierra prometida, nos vemos ante una ciudad fortificada: probablemente esté dentro de nosotras.
Dios quizá nos dé instrucciones que parecerán totalmente ilógicas. Es su manera de preguntar:
“¿Confías en mí? ¿Cuán capaz eres de no hacer nada? ¿Cuán capaz eres de descansar?” Jericó fue para los judíos una prueba de su habilidad de descansar. Cada uno de nosotros alguna vez en la vida enfrenta su Jericó.
Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no
les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron. Pero
los que hemos creído entramos en el reposo. (He. 4:2-3)
Dios proveyó para la generación del éxodo, pero ellos fracasaron porque no creyeron. Tenían a uno de los maestros en Biblia más grandes del mundo, y sin embargo todo lo que hacían era criticar.
Sabían los defectos de Moisés, y siempre podían encontrar algo que él no debía haber hecho, o que no hacía y debía hacer. Pero el problema de ellos no era la persona que les comunicaba el mensaje.
El problema era que nunca unieron el mensaje con la fe. Moisés los exhortó constantemente a creer en Dios y en sus promesas, pero no lo hicieron.
Ahora el autor de Hebreos, en el primer siglo de la era cristiana, estaba diciendo: “Ese mismo mensaje nos ha sido predicado a nosotros. ¿Creeremos o dudaremos? Si creemos, entraremos en la tierra prometida. Si no, viviremos en el desierto.”
Mientras no aprendamos el principio de reposar con fe, de permanecer quietos y sencillamente creer que la batalla es del Señor, no veremos la victoria. Dios no cumple por medio de la fuerza, del poder o la rapidez; cumple por medio de su Espíritu.
Esto no significa que no temeremos a los gigantes. Son justamente nuestros temores los que constantemente nos impulsan a tener comunión y a ocupar nuestra mente en la persona de Jesucristo. Al seguir creyendo, entramos en una nueva dimensión en la vida, la dimensión de la fe.
La constancia para pasar las pruebas mientras permanecemos en comunión con él nos conduce al lugar de reposo.
Este lugar de descanso no está en el mundo; no está fuera de nosotros. El refugio que Dios diseñó para nosotros, el lugar donde podemos refrescarnos y fortalecernos para las batallas de la vida, está en nuestra alma, y su puerta solo la abre la fe.
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en
toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
(Fil. 4:6-7)
Por nada estéis afanosos q significa estar ansioso, preocupado o inquieto. La frase significa literalmente: “¡Basta de preocuparte!” Pablo urgía a los filipenses a que ya dejaran de hacer algo que realizaban por hábito: “¡Basta de estar ansiosos!”.
Ahora en toda es sencillamente el antónimo de nada. El nada nos dice que no nos preocupemos. El toda nos dice la manera en que podemos dar gracias. Estas son las dos caras de una misma moneda.
Pablo usó cuatro palabras diferentes que significan oración para explicar la alternativa a la ansiedad. Oración es acercarse cara a cara. Esta es una palabra usada únicamente para referirse a una oración a Dios. Orando a él admitimos que sólo él puede satisfacer nuestras necesidades.
Ruego, significa solicitar algo, hacer una petición, se usa para la oración que reconoce una gran necesidad personal. Los gigantes de la tierra prometida existen para enseñarnos que no podemos hacer nada por nuestra propia cuenta, que necesitamos a Dios.
Acción de gracias, la raíz de esta palabra es caris, gracia. Cuando damos gracias, reconocemos que todo nos viene de la gracia de Dios. Peticiones es una palabra para referirse a las peticiones hechas a alguien que es superior al que pide.
Cuando nos sintamos tentadas a tener ansiedad, sencillamente vayamos a Dios cara a cara, comuniquemos nuestras necesidades y deseos, y demos gracias por la situación y las soluciones que él ya ha provisto y aun las que proveerá. Entonces, tendremos paz.
Esta no es cualquier paz. Es la paz de Dios, la que él tiene siempre. Él nunca se altera, nunca está ansioso. Su perfecta paz refleja su control sobre todas las circunstancias. Esta paz existe sobre y más allá de toda comprensión, de todo razonamiento y de toda habilidad humana que trate de alcanzarla.
Esta paz no la puede producir el ser humano. Sólo Dios la tiene, pero nos la puede compartir.
Es la paz que resulta de la reconciliación (Ro. 5:1). Es el patrimonio de cada creyente. Jesús nos advirtió que en el mundo tendríamos tribulación (Jn. 16:33). Pero junto con la advertencia hizo una promesa: su paz, el único poder capaz de sacarnos de esa condición (Jn. 14:27; 16:33).
La paz que Jesucristo da guardará nuestros corazones y nuestra mente. La palabra guardará se refiere a una guarnición, a situar las tropas para que estén en guardia. Cuando la guardia está en su lugar, la ciudad está segura. Cuando la paz de Dios se convierte en la guarnición de nuestra alma, tenemos un lugar totalmente seguro para descansar y para encontrar recreo, aun en el fragor de la batalla. (Dn. 6:16-23):

Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el foso de los leones. Y el rey
dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre.
Y fue traída una piedra y puesta sobre la puerta del foso, la cual selló el rey con su
anillo y con el anillo de sus príncipes, para que el acuerdo acerca de Daniel no se
alterase. Luego el rey se fue a su palacio, y se acostó en ayuno; ni instrumentos de
música fueron traídos delante de él, y se le fue el sueño. El rey, pues, se levantó muy de
mañana, y fue apresuradamente al foso de los leones. Y acercándose a foso llamó a
voces a Daniel con voz triste, y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a
quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones?
Entonces Daniel respondió al rey: Oh rey, vive para siempre. Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui
hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo. Entonces se
alegró el rey en gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso; y fue
Daniel sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque había confiado en su
Dios. En esta maravillosa ilustración de reposo en la fe en acción vemos a un rey paseándose nervioso en el palacio y a Daniel descansando tranquilo en el foso. El rey Darío, que por artimañas se vio forzado a firmar la condena de muerte de su fiel funcionario, estaba profundamente angustiado ante la idea de que Daniel sería comida de los leones. Pero nada pudo hacer, aparte de encomendarlo a Dios.
Darío, rodeado de lujo y abundancia, pasó una noche miserable, desvelado. Como no sabía cómo descansar, tuvo que apurarse temprano en la mañana para comprobar si lo que temía había sucedido. Dicho sea de paso, el creyente que espera en el Señor nunca está apurado. Dios nunca está apurado y tampoco lo están quienes en él descansan.
Cuando el rey supo por labios de Daniel que Dios lo había librado, estaba encantado. Así es la vida de los que viven en el desierto: arriba, abajo; arriba, abajo; sus sentimientos fluctuando locamente hacia arriba o hacia abajo. Están muy felices y luego, de pronto, se sienten muy miserables, y después, de pronto, están otra vez felices.
Pero Daniel sabía cómo confiar en su Dios. No necesitaba que nada cambiara. Estaba
viviendo de acuerdo con sus circunstancias, así que, por más hambrientos que parecieran los leones, Daniel pudo descansar bien aquella noche. …Amiga… si descansa en la fe, serás la que más hace avergonzar a los que te odian.
Fe-reposo
1. El verdadero descanso del alma y el espíritu se encuentra sólo en la presencia de Dios (Éx. 33:14; Sal. 116:7).
2. No se puede encontrar descanso escapando de nuestros problemas. Aun a David le hubiera gustado huir dejando atrás sus problemas (Sal. 55:6), pero hay veces cuando debemos encarar nuestros problemas y hacerles frente, veces cuando no podemos apoyarnos en nadie, más que en Dios.
3. Separados de la fe siempre habrá caos; el descanso espiritual es inalcanzable para los que no quieren creer (Is. 28:12; 30:15; 57:20-21; Mt. 11:28-29).
4. Dios ha provisto en su Palabra una solución para cada problema que hemos de enfrentar; entramos en su descanso cuando creemos su Palabra (He. 4:1, 3)
5. Jesús invitó al mundo a encontrar descanso en él, el descanso de la salvación (Mt. 11:28) y el descanso del crecimiento espiritual (Mt. 11:29).
6. El descanso que Dios da es de naturaleza eterna (Ap. 14:12-13).
7. Todos los que rechazan a Jesucristo están destinados a inquietud eterna (Ap. 4:11).

Filipenses 4:6-7
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
¡Por nada estés afanosos! ¡SI, por nada! Tus hijos, tu trabajo, tu salud, tus heridas, tus finanzas, tus otras preocupaciones.
Es Su trabajo el CUIDAR de ti, mientras tu descansas en Él. Y descansando en Él ¡tienes poder! Como nos dice Isaías 30:15-18:
Isaías 30:15
“Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza.”

20/11/2019

Acompáñanos en el ultimo programa del año 👋
📻FM 93.9
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Dios las bendiga
-Vasijas de barro-

20/11/2019

Ganadora de la última copia del libro es: *Patricia Brítez* ¡felicitaciones!

Te invitamos a continuar con nosotras el desarrollo de "Mentiras que las mujeres creen y la verdad que las hace libre"  ...
25/09/2019

Te invitamos a continuar con nosotras el desarrollo de "Mentiras que las mujeres creen y la verdad que las hace libre" (capitulo 7) en la Fm 93.9 📻

18/09/2019

Mentiras que la mujeres creen..."Acerca de Dios":
Mentiras:
1.En realidad Dios no es bueno;
Verdad:
es bueno y todo lo que hace es bueno.Sal.32:19; Ef.1:3-14
nunca comete errores. Isa:46:10; Rom.8:28-39
2.Dios no me ama;
amor de Dios por mi es infinito e incondicional.Jn:15:13
necesito logros para ganar el favor o el amor de Dios. Ef:1:4-6
3.Dios es identico a mi padre.
es identico a lo que ha revelado de sí mismo en su Palabra; Jn:1:1; Heb.1:3
es infinitamente mas sabio,amoroso y generoso que cualquier padre terrenal; Heb.12:9-10
4.Dios no es suficiente.....
.23:1; 73:23-26
5.Los designios de Dios son demasiado restrictivos...
1:8; Santiago 1:19-27; Sal.68:6
6.Dios debería solucionar mis problemas.
.8:21-22, 2Cor.4:17;Rom.5:3-4; 2Cor.12:7-10

Te invitamos a compartir con nosotras durante los siguientes 3 meses el  desarrollo del libro "Mentiras que las mujeres ...
07/08/2019

Te invitamos a compartir con nosotras durante los siguientes 3 meses el desarrollo del libro "Mentiras que las mujeres creen y la verdad que las hace libres " de Nancy Demoss Wolgemuth.
Al final de cada mes estaremos sorteando 1 copia del libro y estarán participando las hermanas que se comuniquen con nosotras por medio de mensajes durante cada programa. 📻📲

Dios las bendiga !

Serie : "La fidelidad de Dios en la etapa final de la vida"Escucha FM 93.9
10/07/2019

Serie : "La fidelidad de Dios en la etapa final de la vida"
Escucha FM 93.9

10/07/2019

Serie: La fidelidad de Dios en la etapa final de la vida
Confía en la fidelidad de Dios hasta llegar a la meta

Cuando envejeces hay muchos cambios sucediendo. Creo que la meta en la vida de muchas de ustedes y la nuestra es llegar a la vejez siendo una anciana piadosa.
No sabemos cuándo es que se supone que te sientes «anciana», ¡pero ya estamos muy cerca de lo que sea que eso signifique! Seguro que muchas hemos tenido esta gran y maravillosa opinión de lo que significa ser una anciana piadosa. Pero sí todas nos hemos dado cuenta de que el tiempo pasa muy rápido, día tras día y de repente estás ahí... y no sabes cómo fue que pasó todo tan rápido.
Hay muchas cosas que decir sobre la vejez, hay muchas cosas cómicas que se dicen de la vejez. Alguien escribió sobre los privilegios que hay al llegar a la vejez.
• En una situación de rehenes lo más probable es que te liberen a ti primero.
• La gente te llama a las nueve de la noche y te pregunta: «Excúsame, te desperté?»
• La gente ya no te ve como hipocondríaca
• Ya no hay nada que aprender por las malas
• Puedes cenar a las seis de la tarde
• Haces una fiesta y los vecinos ni se dan cuenta
• Los límites de velocidad ya no son un reto para ti
• Tus ojos ya no empeorarán tanto
• Tu seguro de salud finalmente comienza a valer la pena
• Tus articulaciones son más precisas que el Servicio Meteorológico Nacional
• Tus secretos están seguros entre tus amigas porque ellas tampoco los pueden recordar
Así que se usan muchos términos para hablar de la gente de edad. Leí en un blog llamado, «Daily Writing Tips» («Consejos diarios para escribir»). Era una lista de cuarenta y cinco sinónimos para «viejo» y «anticuado». Les voy a leer algunos de ellos: «envejecido, antiguo, anticuado, arcaico, pasado de moda, decrépito, tembloroso, fosilizado, destrozado, obsoleto, desactualizado, viejo, prehistórico, oxidado, senil, de la Edad de Piedra, de época, clásico y añejo».
Algunas de nosotras preferimos que nos digan «clásicas» y no algunos de esos otros términos. Si te concierne en particular y quieres decir las cosas políticamente correctas, podrías decir algo como, «dotada cronológicamente» (risas).
Así que la opinión general sobre la vejez es algo de lo que todas oímos mucho. Varía desde su negación hasta lo cómico, hasta...artículos o escritos sobre “cómo es posible vivir para siempre, no morir”, donde tú envejeces y envejeces y envejeces. No estoy segura de querer que suceda así aquí en esta vieja tierra. Mas bien quiero cielos nuevos y tierra nueva.
Otros prsentan sugerencias sobre algunas cosas que no deberías decir cuando escribes para la gente mayor. Número uno,
No los llames «viejos», «ancianos» o «jubilados». Todo este concepto de quién es viejo se ha convertido en algo muy delicado. Sí, para un niño, casi todos los adultos son viejos; pero para el resto de nosotros, solo las personas que son mucho mayores que nosotras son viejas. Usa la palabra «de edad avanzada», nunca «viejo», como en «personas de edad avanzada».
Luego dice: «anciano» solo se debe usar como un sustantivo modificador, como en «pacientes ancianos» y solo cuando nos referimos a aquellos que son realmente viejos y frágiles. No lo uses como un término general para aquellos que son viejos. Esto es considerado como estigmatizante, puesto que no todas las personas de edad son frágiles. Y luego dice: evita decir «jubilado» en tus comunicados. Para la gente de edad, que los llamen «jubilados» es como un eufemismo de «viejo» y «anciano». «Ciudadanos mayores» todavía es aceptable para muchas personas de edad; pero no lo utilices para describir a alguien que tenga menos de sesenta y cinco...
Un importante periodista dijo que este nombre evoca: «dentaduras postizas y descuentos, deterioro y disfunción». (Y recuerda, estas son algunas de las cosas que no deberías hacer cuando escribes acerca de o para la gente de edad, si perteneces a una organización sin fines de lucro). No te refieras de ellos como viejos, cascarrabias, viejitos, o ninguna versión de los años «dorados». Y luego dice: No actúes sorprendido porque una persona de edad todavía puede caminar y hablar al mismo tiempo (y continúa).
Ahora, nosotras entendemos que la «vejez» es algo relativo, ¿has notado que no es tan fácil lograr que las personas admitan que son mayores?
De hecho, un «Centro de Investigación (Pew») hizo un estudio a casi tres mil personas que tenían de dieciocho años en adelante. Aquellos que respondieron a la encuesta y que tenían menos de treinta años, dijeron que la vejez empieza a los sesenta. (¿Recuerdas cuándo pensaste eso?)
Aquellos que tenían sesenta y cinco o más, dijeron que la vejez empieza a los setenta y cuatro. ¡Y una señora de noventa años dijo que para ella tú no eres anciana sino hasta que tienes noventa y cinco! (risas) ¡Así que creo que todo depende de tu perspectiva!
Una importante agencia s**o un artículo titulado, «Las abuelas glamorosas de Instagram». Este artículo se refiere a un grupo subversivo de mujeres que tienen más de sesenta años y que quieren demostrar que ser «mayores» ya no es como era antes. Este artículo tiene el perfil de algunas de estas abuelas glamorosas.
Por ejemplo, hay una mujer que tiene sesenta y cuatro años y es un ídolo de Instagram con medio millón de seguidores. Y dijo: «¡Me siento orgullosa! Ya no tengo veinte años; no quiero tener veinte años; pero soy genial. Eso es lo que pienso cuando subo una foto!». Y según mi opinión (vi algunas de sus fotos en Instagram), ¡ella es una abuela glamorosa cool de Instagram!
Y hay otra señora que tiene setenta y un años, artista y diseñadora . Ella dijo: «Nosotras no nos vamos a quedar como esas pequeñas viejitas que se sientan en los hogares para ancianos con el pelo teñido de azul. O si tenemos que ir a un hogar para ancianos, estaremos allí con nuestra ma*****na, nuestras comidas orgánicas y nuestro gran estilo a la moda». Así que estas son algunas de las abuelas glamorosas de Instagram.
El Dr. Bernard Nash es un trabajador social que es considerado un pionero en el estudio de la vejez. Él señala que existe una paradoja; todos queremos una larga vida... ¡pero ninguno de nosotros quiere envejecer! Y esta es una realidad hoy en día. Vemos tanto énfasis... todo tipo de anuncios informándonos sobre todo lo que podemos hacer para tener una larga vida, para ser más saludables, para ser más atractivas, para tratar con las arrugas y el dolor y el cansancio y todo esto. ¡Todo el mundo quiere tener una larga vida pero nadie quiere envejecer!
Como mujeres cristinas debiéramos ser de las que celebramos momentos especiales, las marcas en las que vemos la fidelidad de Dios en nuestra vida, buscando ocasiones para detenernos y reflexionar sobre el pasado y agradecerle a Dios por lo que Él ha hecho y por Su fidelidad; y también miramos hacia el futuro.
Por supuesto, no sabemos lo que nos depara el futuro, pero al pensar en eso, levantemos nuestros ojos y agradezcamos al Señor por el regalo de la vida. No sabemos si vamos a llegar a los sesenta o a los cincuenta o a los cuarenta, eso depende. Pero lo que queremos hacer en este mundo, que tiene un punto de vista distinto de envejecer, es fijar nuestros ojos en la Palabra de Dios y en Cristo, para saber cuál es Su perspectiva sobre la vejez.
Así que durante los siguientes programas meditaremos en un salmo que ha llegado a ser muy especial. Es el Salmo 71.
Y quiero decirte que aunque tal vez tengas dieciocho o veintiocho o cuarenta y ocho o sesenta y ocho u ochenta y ocho años, o los que sean! Este es un pasaje que nos habla (como toda la Palabra de Dios lo hace) a todas nosotras, sin excepción, en nuestras diferentes etapas de la vida.
Pero particularmente aquí hay un significado especial en todo lo que significa envejecer, en algunas de las cosas con las que tenemos que lidiar, algunos de los desafíos que tenemos que enfrentar, y cómo ver todo esto desde el punto de vista de Dios.
Así que analizaremos algunos de los temas en este pasaje, y espero que nos dé algunas estrategias y una buena dosis de esperanza, para los desafíos que tal vez estén enfrentando en este momento, o los que pudieras enfrentar más adelante, cualquiera que sea la etapa de tu vida.
Ahora, al leer esto, notarás que esta es una oración. Y qué buena manera de enfrentar un cumpleaños, con oración, levantando nuestros ojos, levantando nuestros corazones al Señor, contándole a Él cuáles son nuestras necesidades, nuestros desafíos, y pidiéndole Su gracia y sabiduría para saber cómo enfrentarlos.
No sabemos con seguridad quién escribió este salmo. Tradicionalmente se cree que fue el rey David, y hay muchos comentaristas bíblicos que están de acuerdo con eso. Así que para los propósitos de nuestro estudio, vamos a decir (aunque no sabemos con seguridad), que tal vez fue David el que escribió esta oración. Y ciertamente suena como muchos de los otros salmos que él escribió.
Empecemos en el versículo 1. No vamos a leer el capítulo completo hoy. Vamos a analizarlo en los próximos programas. Esta es la Palabra del Señor. (vv. 1-9).
En ti, oh Jehová, me he refugiado;
No sea yo avergonzado jamás.
2 Socórreme y líbrame en tu justicia;
Inclina tu oído y sálvame.
3 Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente.
Tú has dado mandamiento para salvarme,
Porque tú eres mi roca y mi fortaleza.
4 Dios mío, líbrame de la mano del impío,
De la mano del perverso y violento.
5 Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza,
Seguridad mía desde mi juventud.
6 En ti he sido sustentado desde el vientre;
De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó;
De ti será siempre mi alabanza.
7 Como prodigio he sido a muchos,
Y tú mi refugio fuerte.
8 Sea llena mi boca de tu alabanza,
De tu gloria todo el día.
9 No me deseches en el tiempo de la vejez;
Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.
» A propósito,no te apropiaste de esta oración en cualquier etapa de tu vida? «Señor, no me rechaces (¡sé que Él no lo va a hacer!) en el tiempo de la vejez»; no me desampares cuando me falten las fuerzas al final del día».
A propósito, puedes ser una mamá con hijos pequeños y necesitar esta oración. No tienes que ser una señora mayor para hacer esta oración: «No me desampares cuando me falten las fuerzas».
vv. 10-13). Porque mis enemigos hablan de mí,
Y los que acechan mi alma consultaron juntamente,
11 Diciendo: Dios lo ha desamparado;
Perseguidle y tomadle, porque no hay quien le libre.
12 Oh Dios, no te alejes de mí;
Dios mío, acude pronto en mi socorro.
13 Sean avergonzados, perezcan los adversarios de mi alma;
Sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que mi mal buscan.
Ahora, vamos a hacer una pausa aquí y continuaremos con el resto del salmo la otra semana, pero solo veremos unas cuantas observaciones.
Son cosas muy obvias. No hay un nuevo conocimiento o entendimiento necesariamente, pero son cosas que es bueno recordar. No sabemos en qué ocasión se escribió este salmo; pero aquí hay algunas cosas que sabemos, que son obvias en este pasaje.
Primero, el salmista está envejeciendo, tal vez ya es mayor. Él dice en el versículo 9: «No me rechaces en el tiempo de la vejez; no me desampares cuando me falten las fuerzas». Él tal vez ya es viejo o tal vez está envejeciendo. Él ve que se aproxima la vejez. Él sabe que ya está envejeciendo y sabe que tiene todos estos desafíos en su vida y está orando por su vejez.
No leímos el versículo 18, pero en este versículo dice: «Y aún en la vejez y las canas, no me desampares, oh Dios». Así que la vejez ya se aproxima, tal vez en un futuro no muy lejano, tal vez ya se asoma en el horizonte, viene en camino. Escucha, si tienes dieciocho años, ya puedes empezar a pensar en la vejez. De hecho, es el mejor momento para empezar a pensar en la vejez, ¡y no cuando tengas sesenta!¡Esto no sucede así de repente! Hay que proponérselo desde que somos jóvenes.
Vemos aquí a un hombre que desde su juventud descansa en el Señor, confía en Él. Veremos la ventaja que esto fue para su vida cuando entró a una edad avanzada. ¡Así que caminar con Dios es un viaje que comienza en la juventud y sigue hasta la vejez!
Ahora, nada de esto es hoy como se suponía que era antes de la caída del hombre. Hay efectos debilitantes en las vidas de muchas personas; la salud y la fuerza que declinan, la vejez, problemas aquí, problemas allá, sufrimiento (una cantidad de desafíos de los que vamos a hablar en esta serie)... Dios no planeó todas estas cosas en el jardín del Edén.
Pero debido al pecado del hombre y de la mujer, de Adán y Eva, y pasándolo de hijos a hijos, hay cosas en este mundo que son el resultado, son la consecuencia de una creación caída y pecaminosa que Dios está redimiendo y renovando. Pero aún experimentamos algunas de las consecuencias del pecado original y una de estas es ciertamente la vejez.
Entonces vemos que el salmista está envejeciendo y luego vemos que el salmista está sufriendo. Él está sufriendo. Él está pasando por unas pruebas realmente difíciles. Y estas no han disminuido ahora que él está envejeciendo. ¡De hecho, parece que tal vez están empeorando!
Por supuesto, algunas cosas son más fáciles; otras son más difíciles. Hay muchos desafíos que son normales cuando envejecemos. En nuestra audiencia hay mujeres de todas las edades, pero la mayoría de nosotras estamos en una edad media. Así que todo lo que diga como una generalización aquí no necesariamente será lo normal para todas, y hay desafíos normales al envejecer.
Por supuesto, tenemos problemas de salud, debilidad física, nos fallan las fuerzas. El Salmo 71 en el versículo 9 dice: «Cuando me falten las fuerzas». Incluso ahora, ya no tenemos las fuerzas que teníamos a los cuarenta. Y cuando tenía cuarenta no teníamos las fuerzas que de los treinta.
Eso no quiere decir que ya somos ancianas. No sé a lo que tú llamas «anciana», ¡pero definitivamente es alguien mayor! Podemos ver que para algunas cosas, nos faltan las fuerzas. Podemos hacer ciertas cosas, hacer ciertos ejercicios, y hay maneras para mantenerse fuerte, pero definitivamente las fuerzas van a declinar.
Hay problemas de salud. Pienso en Corrie ten Boom quien llegó a una edad avanzada. Ella estuvo encarcelada durante la Segunda Guerra Mundial y luego pasó muchos años de su vida viajando alrededor del mundo, hablando del amor de Jesús.
Pero de los últimos cinco años de su vida, no se sabe mucho. ¿Sabes por qué? Porque sufrió un derrame cerebral y perdió el habla por completo durante los últimos cinco años de su vida. Hay un libro que fue escrito por una de sus asistentes, la persona que la cuidaba en ese momento. Se titula «Cinco años de silencio».
Es un libro muy bello, a propósito. No sé si todavía está disponible. Pero aquí tenemos una mujer que no podía hablar en absoluto, pero cuando la gente entraba a su cuarto, ellos sentían la presencia de Cristo.
Leí esto hace unos años y recuerdo que pensé: «Oh Dios, no sé cómo va a ser mi vejez, pero sé que habrá dificultades. Tal vez tenga problemas físicos. Pero, ¿podrías Tú de alguna manera glorificarte a través de mi vida, cualquiera que sea la situación?»
No es solo en el área física; puede haber tentaciones. Tal vez piensas que solo las personas jóvenes experimentan tentaciones, pero conozco personas de edad que ya tarde en la vida se han «descarriado». Han cedido a la tentación, en la que nunca hubieran caído cuando eran jóvenes.
Este es el caso de una señora, cuyo esposo era pastor, y después de décadas de matrimonio decidió: «¡No quiero seguir más con este matrimonio!» Él se fue. Y ella dijo: «Estoy empezando una nueva vida ahora».
A veces hay tentaciones que pueden ser más fuertes cuando estamos envejeciendo. Hay diferentes tipos de ataques. Estuve hablando con una señora que en ese momento tenía probablemente setenta y cinco años, y ella había caminado con el Señor. Si digo su nombre, todas sabrían quién es. Dios realmente ha usado a esta hermana de una manera especial sirviendo al cuerpo de Cristo.
Pero ella me dijo: «Si supieran los desafíos que estoy enfrentando...» Estos no se conocen públicamente. Suceden detrás del escenario. Son asuntos familiares. Ella me dijo: «¡Nunca fue tan difícil como lo es ahora!» Y ella pensó, como muchas de nosotras, que cuando fuera mayor podría relajarse, podría descansar. Pero ella dijo: «¡Esta es la etapa más difícil de mi vida!»
Muchas personas de edad se sienten solas, se sienten abandonadas. Muchas tienen temores, inseguridades, temores financieros, se preocupan: «¿Cómo voy a suplir mis necesidades? ¿Cómo voy a ser sustentada?»
Aquí hay otro desafío: cuando enfrentamos una pérdida. Aunque, puedes experimentar una pérdida a cualquier edad. Y que las pérdidas no solo suceden cuando somos ancianos; pero a medida que envejeces, hay más pérdidas, los padres, tu esposo tal vez, amigos, aún tus hijos. Hay personas que van a vivir más que sus hijos.
Y entonces aquí en este salmo, David está experimentando más adversidades. Él dice en el versículo 4: «Dios mío, rescátame de la mano del impío, de la mano del malhechor y del implacable». Versículo 10: «Porque mis enemigos han hablado de mí; y los que acechan mi vida han consultado entre sí». El versículo 13 habla de sus acusadores que buscan hacerle daño.
¿De dónde venían todas estas personas? No sé, pero David (o el salmista, o quien haya escrito este salmo) estaba experimentando ahora que estaba envejeciendo, sabotaje en su vida, querían asesinarlo. Y eso no desaparece a medida que envejecemos.
Hay otra observación sobre este salmo: El salmista ha conocido y ha caminado con Dios durante toda su vida. Ahora, no todas las que nos escuchan pueden testificar lo mismo. Si no lo puedes hacer, está bien. Pero es un gozo muy grande haber conocido y haber caminado con Dios durante toda la vida. Esto es lo que el salmista dice:
Versículo 5: «Oh Señor Dios, tú eres mi confianza desde mi juventud». Él está diciendo: «¡Confié en Ti cuando estaba en el grupo de jóvenes!» Versículo 6: |De Ti he recibido apoyo (no solo en el grupo de jóvenes) sino desde mi nacimiento. ¡Tú eres el que me sacó del seno de mi madre!»
Versículo 17: «Oh Dios, Tú me has enseñado desde mi juventud». Vemos aquí que el salmista está reconociendo que él siempre ha dependido del Señor. Él ha dependido de Dios desde que era joven, y ahora en su vejez no es menos dependiente de ese mismo Dios que le ha demostrado que Él es digno de confianza y le ha sido fiel durante toda su vida.
Así que para terminar hoy, señalaremos lo siguiente: Seguir fielmente a Dios a lo largo de los años no nos libra de las dificultades en la vejez. Ahora, tal vez estás pensando: «¡Sintonicé hoy este programa para oír buenas noticias! o ¡estoy escuchando este programa para oír buenas noticias!» Bueno, hay muchas buenas noticias en este salmo, pero primero tenemos que reconocer que aunque hayas caminado con Dios por décadas; eso no significa que durante la vejez, no vamos a tener problemas y dificultades. De hecho, algunos de estos problemas, desilusiones y dificultades se pueden acelerar, pues el Señor nos está formando y preparando para la eternidad.
Aún vamos a tener problemas, desafíos, enemigos, tal vez enemigos de Dios, durante nuestra vejez. Así que no importa qué tanto tiempo hayas conocido y caminado con Dios, ¡nunca tendrás un tiempo en el que no lo necesites! ¡Nunca!
Nunca tendrás un tiempo en el que no seas vulnerable al ataque. Jesús le dijo a Pedro: Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; (Lucas 22:31). Él quiere tenerte. Si él no puede oprimirte cuando eres joven, lo va a hacer al final de tu vida, para que no termines bien, para que no glorifiques al Señor.
En cada momento y etapa de nuestras vidas, Él será fiel si continuamos confiando en Él!.
Recuerda que debes confiar en Jesucristo en cada etapa de tu vida. Dios desea ver mujeres viviendo vidas plenas desde su juventud hasta el final de sus días. Seas una mujer mayor o una mujer joven, eres parte del plan de Dios para amar y edificar a otras mujeres en tu esfera de influencia.
En nuestro próximo programa, continuaremos con el Salmo71 y algunos consejos para envejecer bien, así que te esperamos aquí en Vasijas de barro

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