22/09/2023
UNA HISTORIA MÍTICA EN VINTO Y QUILLACOLLO DEL CORONEL. MARTIN LANZA GONZALES DE PRADA
Después de un arduo trabajo, a hora uno puede saber toda la historia del caudillo quillacolleño y vinteño Martin Lanza Prada, nieto del Pelayo Boliviano José Miguel Lanza, hermano menor de doña Matilde Lanza de Montaño, era uno de esos ejemplares de macho latinoamericano: voz de tenor, guitarra al hombro, mirada encabronada, dientes blanquísimos y pelo en pecho, se hizo notar por su valor y astucia durante los días de la guerra civil (1899) militando, obviamente, en el partido revolucionario del momento el Liberal., este personaje data de la época de los Federales, cuando en cada rincón del país había levantamientos armados como en el altiplano el temible Pablo Zárate Willca, en el valle de Cochabamba estaba Martin Lanza Prada.
Según el escritor y periodista Dn. Rafael Peredo Antezana:
“Quillacollo fue baluarte inexpugnable del liberalismo. En ese pueblo Martin Lanza Prada recluto campesinos “coyas runas", labiérnagos y artesanos para las primeras montoneras, balizadas con el calificativo de ‘ligeros" por la velocidad de sus golpes de mano a las columnas conservadoras en un punto y otro de Cochabamba’. Lanza inflamaba con sus proclamas, arrojo y temeridad a sus partidarios en los entreveros y ataques de sorpresa.
El mismo autor quillacolleño, en el artículo "Martin Lanza, un caudillo quillacolleño", incluido en el folleto N.º 3 de la serie de tradiciones e historia de la provincia de Quillacollo, al efectuar una semblanza de este legendario revolucionario señala:
“Era como Belzu, pero en otra época un caudillo enraizado en las clases populares, que lo seguían con lealtad, sin miedo a las represalias, persecuciones ni a la expiación en cárceles o del destierro., en el devenir de los años se recuerdan todavía sus hazanas, los campesinos de Quillacollo, Colcapirhua, Marquina, Illathaco, Vinto, Pairumani Anocaraire, Combuyo, Bella Vista, ¡y otras comarcas de Tapacari, Ayopaya e Inquisivi donde se refugiaba de la persecución, se detienen en los sitios que se ocultaba del caudillo santiguándose e invocando consuelo y protección al espíritu redivivo de Martin Lanza, que según una leyenda vaga en esos parajes”. Por eso le decían tata Lanza (papá Lanza), este libro cuenta con 134 páginas, y habla de un personaje mítico que vivió en Vinto y en Illataco, perseguido y fusilado por los que fueron presidentes de la república como son Ismael Montes y José Manuel Pando, cuando a Lanza el pueblo lo proclamaron como futuro presidente de Bolivia.
Sobre brioso corcel se hizo caporal de un grupo de aventureros a los que en el imaginario popular denominó “los ligeros de Lanza”. Asoló villas donde campeaban los conservadores, se enfrentó a la milicia y sedujo doncellas, convirtiéndose en el mayor dolor de cabeza de las autoridades alonsistas cuando aparecía en las fiestas de los pueblos.
Cuando al fin su partido tomó el poder y se produjo la emergencia de la guerra del Acre, Lanza hombre de acción, osado y audaz, se sumó a la columna que enrumbó por el Chapare para pelear contra los negros (brasileños). Pero ya en la zona del conflicto, cuando el coronel Ismael Montes imponía disciplina a las fuerzas por la defensa, chocó contra la rebeldía de las Lanza. Lanza no le temía a nadie y le faltó el respeto, por lo que montes que anonadado.
Lanza era de familia acaudala y dueña de inmensas propiedades y casas de hacienda, aun así, robaba a los ricos para dar a los pobres, ni sus hermanos en sus respectivas propiedades se salvaban, así comentaba la distinguida filántropa doña Matilde Lanza que tuvo que aguantar los saqueos de su hermano, para repartir el botín entre los más necesitados.
En uno de sus golpes más audaces Lanza estuvo a punto de tomar el regimiento Abaroa de Cochabamba sobre la calle Ayacucho cuando una descarga detrás del portón le perforó el pecho, aunque sin matarlo, ello incrementó su leyenda de que era inmortal, pero el herido fue apresado y trasladado a ciudad de La Paz para su juzgamiento.
En octubre de 1902 Montes debió acudir al Parlamento para explicar que Lanza no era un héroe como todos lo aclamaban, sino un delincuente, pero el diputado Darío Montaño V. cuñado de Martin Lanza, acusó a Montes de intentar asesinar al caudillo popular quillacolleño si ninguna prueba, el futuro presidente de Bolivia pero que ejercía como vicepresidente de nuestro país en ese entonces, nos referimos a Eliodoro Villazón Montaño primo hermano de Darío Montaño también abogo por Lanza, mientras en las calles se escuchaba cantar canciones con su nombre. La respuesta fue terrible: “miente ese canalla”, un apóstrofe inaudito para la augusta cámara en ese tiempo, lo que le costó la reprimenda a Montes e insultos.
Muchas son las canciones que siguen cantando en la actualidad por quienes le recuerdan. He aquí algunas de ellas:
Antropófagos cobardes,
Verdugos de la nación,
Ahí lo tienen a ese herido
Ahora traguen su corazón.
Esta canción se entonó por primera vez en la plaza de Cochabamba, cuando el pueblo supo que el caudillo quillacolleño había sido herido y apresado después de la “traición de Santo Domingo".
Otra canción que se canta mucho, en homenaje a su bravura y hombría de bien, es la siguiente:
Pucha, pucha, Martin Lanza
Pampatapis cuyurichin
Galvarrotapis Kconkcorichin
Kepistapis ayquerichin. Viva Lanza.
Cuya traducción es como sigue:
Caramba, caramba, Martin Lanza
Hasta el suelo hace temblar
A Galvarro lo hace arrodillar
A los policías hace escapar. Viva Lanza.
Con motivo de los malos tratos que sufrió de parte de sus guardias y haber sido cobardemente herido en la Cuesta Colorada (Tapacari) por el oficial que lo conducía preso a La Paz, se compusieron varias estrofas, entre las más conocidas ésta:
Es mucho embromar,
Caramba con el pobre Martin Lanza
De La Paz a Cochabamba
De Cochabamba a La Paz.
En la Cuesta Colorada
Ay pobre Martin Lanza
Su persona baleada
De Quillacollo la esperanza.
Pero igual Lanza fue llevado a juicio y condenado a muerte.
En 1905, cuando Montes ya era presidente, una madrugada fue ejecutado en la plaza de San Pedro en la ciudad de La Paz, cuentan las crónicas que el populacho paceño había seguido el viacrucis del condenado, como si fuera una mitología de ese tiempo, una multitud de la época asistió al fusilamiento entre gritos se escuchaba que no se lo ejecute a su tata Lanza, para luego llevarse pedazos de tela con su sangre atribuyéndole poderes mágicos y milagrosos.
Sus restos fueron a para después de su deceso a la casa de hacienda de su hermana Matilde Lanza de Montaño en Vinto, dónde actualmente se encuentra el colegio Martín Cárdenas y luego depositados en la iglesia de Illataco, dónde se encuentran actualmente junto con los de su padre Martin Lanza Saravia y otros miembros de la familia, muchos comentan que a partir de su entierro en 1905 en la mencionada zona veían a Lanza caminado o montado en su caballo en las inmediaciones de la capilla.
BIBLIOGRAFIA
Monografía de Vinto Dr. José D Montaño Vergara
Ensayo Monografía de Quillacollo Rafael Peredo Antesana
Fuente: La historia del siglo XX en Bolivia / Enfoques.
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