24/12/2023
Hola, quiero contarles que esta semana he recibido dos lindos regalos de pascua...
En mis observaciones de cóndores me he encontrado con una princesa que hace rato venía rastreando y esta vez sin quererlo se hizo visible, no en una, sino en dos oportunidades y en lugares diferentes y distantes, aunque sabemos que las distancias para las alas de los cóndores no son las mismas que para los pies humanos, igual no deja de sorprenderme. En ambas oportunidades tomé suficientes registros que quiero compartir con ustedes junto con esta linda historia que procedo a relatar:
Liquiñe, nombre de la susodicha, y de acuerdo a todo lo que me comenta mi mentor pajarero Eduardo Pavéz Gálvez, fue encontrada el 15 de julio de 2020 sin poder volar cerca de unas casas en la localidad de Liquiñe, Panguipulli. En esa primera oportunidad, el SAG la trasladó al centro de rehabilitación de la UACH, donde ingresó con bajo peso, pero no se encontraron hallazgos al examen clínico que pudiera dar luz respecto de la causa de su imposibilidad para volar. Se mantiene en una voladera durante toda su estadía en la UACH, sube de peso y se libera por primera vez el día 20 de noviembre de 2020 en Liquiñe, cerca de donde fue encontrada. Lamentablemente ese intento fracasó y 21 días más tarde es encontrada nuevamente cerca del sitio de liberación, otra vez con bajo peso, y debió retornar al centro de rehabilitación de la UACH.
Más tarde el 29 de diciembre de 2020 el SAG la traslada al CRAR en Talagante donde se determina que tiene menos de un año de vida, y se estima que la primera vez que fue rescatada tendría unos 6 meses, es decir estaba recién salida del nido, lo que explica su poca capacidad de vuelo. Se determina que aún era muy inmadura cuando se liberó el 20 de noviembre de 2020. En el CRAR se integra a una bandada en una gran voladora donde conoce las carroñas, establece vínculos sociales adecuados, desarrolla su fuerza muscular y habilidad para el vuelo mediante ejercicio forzado, todo en relativo aislamiento humano.
El 13 de diciembre de 2021, es decir luego de permanecer un año en el CRAR, es trasladada junto a Pumalín, un macho de su misma edad encontrado en Aysén, también en estado de pichón inmaduro, hasta el Parque Nacional Patagonia. En el Parque permanecen por dos meses en una jaula de preliberación habituándose al entorno y con mínimo contacto humano.
Finalmente el 12 de febrero de 2022 prácticamente hace un año y diez meses, ambos cóndores fueron liberados en el Parque, (Valle Chacabuco en las cercanías de Cochrane), Liquiñe con la marca número 40 y Pumalín con la 39, y a partir de ese momento se realiza su seguimiento mediante señales de radio y satelitales. En un principio la movilidad de Liquiñe fue poca, permaneciendo cerca del río Baker. Luego de algunas semanas, y siempre vigilada, fue aumentando su capacidad de vuelo y su seguimiento satelital continúa hasta ahora. Los registros muestran que actualmente Liquiñe se mueve en una amplia extensión incluyendo territorio chileno y argentino.
Una linda historia que contar gracias al trabajo colaborativo realizado por Filantropía Cortés Solari, Rewilding Chile, AvesChile con su Centro de Rehabilitación de Aves Rapaces (CRAR), el SAG, CONAF, Zoológico Nacional, y el Proyecto Manku. Es que puedan de tanto en tanto tener noticias de sus “hijos putativos” y el reconocimiento del fruto de su trabajo, reflejado en el bienestar de estos pequeños que han vuelto con todo a la vida, saber que se encuentran en buenas condiciones y están plenamente integrados con sus pares, con iguales comportamientos respecto de los nativos de su especie, en la forma de buscar y encontrar su alimento y con la debida distancia con nosotros los humanos, algo muy importante para su supervivencia.
Les dejo mis registros fotográficos, que podrían ser mi pequeño aporte a esta linda historia, larga vida a Liquiñe y a todas las almas que mueven a los pajareros de chile.