04/12/2024
Hoy he vuelto a la banca en que acompañaba a a un amigo a la entrada del cine,era nuestra salida un refugio. Él, absorto en la lectura de su diario; yo, saboreando un helado, ritual que precedía nuestra parada en la cafetería para concluir nuestras aventuras en la ciudad de las montañas.
Sesenta años después, me senté de nuevo en aquellas bancas, sin helado, sin camino hacia la cafetería..., pero como decía el principito: "Lo esencial es invisible a los ojos". En este eterno abrazo del silencio..., padre, nuestro vínculo permanece intacto..., más allá del tiempo y el espacio.