28/06/2024
MATAMBO
Esa ultima gota de lluvia, aquella cual me hizo despertar de la cegada ira la cual me consumió, al despertar observo a ese ser sapiente, el cual protejo con cual instinto , ese que me mantuvo con vida en la ardua selva.dos flechas surcan a mi vista impactando en mi brazo izquierdo ya indoloro y ante la mirada de los cientos de michues esos pequeños hombresitos con medio vestidos en los cuales no distinguía niños de jóvenes lo cual eran pequeños pero de cuerpos atléticos, entrenados por sus labores de caza y recolección,entre ellos se distinguía a el líder el cual con su gran plumaje colorido de corona, su rostro y dorso adornado con lineas como nariguera tenia una astilla de bambú de las cuales desprendía unas pequeñas plumas amarillas, su cuello con grandes collares de colmillos de tributo de cada guerra ganada, unas contra otras tribus otras contra la naturaleza,a su costado al ritmo de un manguearé, danzaban dos mujeres ancianas, prendas a medio cuerpo con sus senos descubiertos y todo su cuerpo pintado con unas franjas color rojo, una corona de piel de jaguar. Los demás guerreros se venían a mi por varias decenas por los costados, unos fatigados, asustados, otros austeros con sus arcos en la parte superior de la montaña, en intriga de mi repentina pausa todos ellos callaron.
- Mi cuerpo ya no se sostiene, el dolor poco a poco desapareció, en ese instante mis rodillas se doblaron y caí sostenido en ellas, en ello innumerables imágenes surcan mi mente, nublando mi vista, ensordeciendo me, esa pacificad es agradable me hace recordad tiempo atrás cuando por primera vez dormí tan profundo en el regazo de mirthayu, ese sentimiento de tranquilidad, recordando cada momento, cada vivencia en unas milésimas de segundo paso toda mi vida, en ello vi una destello de rayos iridiscentes, aquellos tengo breves memoria de haber visto en algún momento de mi vida, en ellos descendía un ser inigualable belleza....
Alexander Amezquita...