06/07/2023
Nos humillamos ante el Señor cuando acudimos a Él con cargas terrenales. Entendemos que no tenemos el poder de controlar o arreglar nuestros problemas solos, así que dejamos nuestros egos y alineamos nuestras vidas con la voluntad de Dios. Nos sentimos orgullosos de ser Sus siervos y aceptamos Su ayuda en nuestras luchas. Su amor es incondicional, y Su sabiduría no tiene parangón.