Primer día.
Salimos de Mindo antes de las 5am, después de una noche de sueño ligero y sobresaltado por la emoción. Pocos amigos madrugaron para el último abrazo.
Clareó del todo antes de llegar a Quito, un lindo día dijimos.
Habíamos modificado el plan el día anterior, 750 kilómetros hasta Loja en el primer día era demasiado. Decidimos ir por la sierra hasta Cuenca.
Un rico desayuno con sol en Lasso y Eleonora recuperó energías para seguir batiendo kilómetros en el asfalto sin saber que la lluvia nos estaba esperando al llegar a Ambato: bajar la velocidad y sentir cómo van respondiendo las llantas en mojado, cuando de pronto apareció Penipe en el horizonte y la cumbre del Altar a un costado asomando entre nubes leves. Nos vinieron las imágenes de la familia que nos esperaba, la calidez de los abrazos de bienvenida y la rica comida que nos esperaba para compartir.
Cuenca nos recibió en la tarde, con su puesta de sol risueña y sus aguas cantarinas. A descansar.
Como es costumbre en nuestras salidas, estuvimos listos muy temprano rumbo a Loja en una carretera tranquila y con lindos paisajes, el desayuno nos esperó en Saraguro una ricas tortillas de maíz con queso y te de horchata tan típica de la zona.
Loja estuvo soleada y nos dio tiempo para conocer su catedral plazas y mercado, mañana saldremos rumbo a la frontera
Atardecer en la playa de Manuel Antonio....
VAGABUNDO
Con permiso de Verónica, amiga del alma, publico este audio. Me encantaría haberlo escrito yo.
Y quién dice que los moteros no bailan?
Así bailo ahora (primer video) y vean el otro: así bailaré dentro de 10 años.
Perdón. Aún se cruzan en mi cabeza miríadas de motitos, como zancudos, que atestan las calles de Cali. Y me han dejado confundido. Olvidé incluir este video que cuenta nuestro paso desde Ipiales a La Cocha. Esto fue antes del trampolín. Perdón.
Y ahí va la continuación, en video, para que no haya dudas de que dos mindeños viajan en un par de chinitas por los caminos de la Ruta de Los Mayas en busca de la ciudad sagrada de Yax Mutul.
La Partida. Hoy, el tramo Mindo, Ecuador - La Cocha, Colombia se convirtió simplemente en Mindo-Ipiales. Sin embargo, en una mañana, nos pasó lo que sucedería a un par de viajeros distraídos en un mes: rotura de pata de PPL750, pérdida de teléfono en la vía Panamericana y hallazgo milagroso del mismo, parada en seco, sin gasolina, entre las alturas verdiazules de la campiña carchense. Tres horas de paciencia en la frontera para obtener los sellos y permisos de ingreso a Colombia (sin contar el SOAT que nadie lo vende por acá aunque puede ser causa de detención del vehículo que no lo tiene). Ipiales nos recibió bulliciosa y agitada hacia las 4 de la tarde, pasamos una hora buscando el codiciado SOAT en todos los lugares sugeridos. Al final nos rendimos, cansados, hambrientos y sin consuelo, entramos al primer chifa que se nos presentó y tomamos venganza contra un pescado con verduras que supo a cielo. Cincuenta metros más allá La Casona REal nos ofreció posada a nosotros y a las muchachas, ellas dormirán en la sala de eventos sobre un piso de porcelanato y nosotros en unas camas unipersonales con protectores plásticos en los colchones. Hasta mañana.
o
Casi! Primera caída antes de empezar el viaje.