20/05/2023
A la hora de los pencazos.
Nos ha llegado, a todos nos llega esa hora. El dicho nos lo enseñó María Mercedes, nuestra sabia anfitriona en Guatemala, ella lo aplica a aquellos momentos de verdad que te impone la vida y hoy es uno de esos: mañana tomaremos un vuelo a Guatemala para ir a reencontrarnos con las nenas y con el camino de regreso a la república de Mindo.
Pasaron dos meses, como pasan unas caderas de mujer frente a un inocente: contoneándose y rápido. Y aquí estamos, haciendo planes que casi nunca se cumplen: Saldremos de Ciudad de Guatemala el domingo 21 temprano (eso significa 5:30 am para Giova; 7:30 para mí) y vamos en busca de caminos nuevos que no recorrimos a la ida. Son 1.900km hasta Ciudad de Panamá, aspiramos llegar el primero o el dos de junio, considerando las paradas obligatorias que nos permiten disfrutar de los encantos del camino.
El tramo Panamá – Colombia lleva a pensar forzosamente en el Darién, ¿cómo cruzar en moto por ahí? Y en contravía!! No vamos a tentar a la suerte esta vez. Cruzaremos como lo hace la mayor parte de moteros que viajan por el mundo y pasan por ahí: sentaditos en un avión, comiendo unos snaks que saben a veneno. Una vez en Panamá nos hundiremos en la tramitología de migración y aduanas para embarcar las motos por carga y nosotros subiremos a un avión de Copa que vuela diariamente a Bogotá. Hasta aquí está planeado, lo que viene después dependerá del viento, de la suerte, de las buenas decisiones y de nuestra capacidad de improvisar. Contamos siempre con su buena onda, sus pensamientos, sus bendiciones, aceptamos todo. La meta, esta vez, es llegar en posición vertical al horrible pero querido gallo de la peña en la Y de Mindo, subidos a las motos y felices de percibir el olor a hogar. Ahí, los viajeros, nos daremos el abrazo de misión cumplida y hermandad.
Antes de cerrar esta introducción queremos compartirles fotos de Yax Mutul, ciudad perdida de la civilización Maya adonde nosotros fuimos para participar del descubrimiento. Lo cierto es que al llegar nos encontramos con cientos de turistas gringos, latinos, europeos que subían y bajaban por las pirámides bloqueando los senderos, tomando fotos; habían restaurantes, parqueaderos y tiendas de souvenirs. Recién entonces entendí porqué dicen que la cultura Maya era muy desarrollada.