25/07/2023
Últimas Plazas ‼️🏃♂️🏃♀️ no te quedes sin la tuya.
Para más información y compras 👇
www.ledaviajes.es
LEDA
- Casa
- España
- Almendralejo
- LEDA
Lineas Extremeñas de Autobuses
Dirección
1 Calle Juan Campomanes Puerto
Almendralejo
06200
Teléfono
Página web
Notificaciones
Sé el primero en enterarse y déjanos enviarle un correo electrónico cuando LEDA publique noticias y promociones. Su dirección de correo electrónico no se utilizará para ningún otro fin, y puede darse de baja en cualquier momento.
Contato La Empresa
Enviar un mensaje a LEDA:
Videos
Atajos
Compartir
Categoría
Historia de Líneas Extremeñas de Autobuses - LEDA
De AYER..
Difícilmente podría imaginar D. Andrés Brito Bayón, allá por los años 20, que su proyecto empresarial llegaría a nuestros días. Hasta entonces hemos de remontarnos para conocer los inicios de LEDA, Líneas Extremeñas de Autobuses.
Corría el año 1924 y Almendralejo, en el corazón de la comarca de Tierra de Barros, sufría, como tantas otras poblaciones de la época, las consecuencias de la ausencia de una red de transporte de viajeros fluida, más allá del tren, que introdujo ciertas dosis de modernidad frente a las galeras o las diligencias que formaban parte del pasado. Ante esa situación, Don Andrés Brito se embarcó en una empresa que no por necesaria dejaba de estar expuesta a la incertidumbre. Su proyecto de transporte se materializó en la compra a plazos de tres autocares Citroen. Eran vehículos de gasolina y con una mecánica tan complicada que el “emprendedor” extremeño se desplazó a París, donde convenció a un especialista de la factoría para trasladarse con su familia a vivir a Almendralejo. Con esta apuesta consiguió que los autocares pudiesen desempeñar su función y hacer ruta prácticamente a diario. (Aún queda en Extremadura algún descendiente de esta familia).
Así se desarrolló la actividad de la llamada “concesión”, por la que los autocares llevaban y traían a los viajeros en las rutas asignadas por el Ministerio, atendiendo a unos criterios establecidos en cuanto a plazas, horarios, frecuencia de viajes, precio del billete y características de los vehículos. Con ese sistema, el empresario controlaba perfectamente sus gastos y siempre tenía en el aire los ingresos, que dependían del número de viajeros en unas rutas continuas, según las normas.
