24/01/2017
Cómo convertir cualquier vino barato en un gran vino, con sólo un ingrediente.
Seguramente te ha ocurrido alguna vez. Compras un vino del cual no tienes ninguna referencia, decides aventurarte para conocerlo y cuando lo pruebas... aunque el vino no está malo, sin embargo sí está descompensado y acabas tirando la botella sin apenas haber acabado la primera copa.
En realidad, pese a que no presenta ningún defecto -si así fuese el vino no tendría arreglo-, se hace casi imbebible porque muestra un sabor concreto muy desagradable (vegetal, astringente, alcohólico). Es decir, un defecto de esos que ni con la mejor decantación y aireación del mundo logras corregir. Ahora bien, la solución, para al menos no malgastar tu dinero, podría ser mucho más simple de lo que imaginas.
Según recoge The Sun en su sitio web, se puede mejorar el sabor de cualquier vino barato mediante la mineralización del mismo, dicho de otro modo con la adición de una pizca de sal común de casa (cloruro sódico).
Para el diario británico, la adición de un poquito de sal -apenas una pizca- puede equilibrar los sabores que son demasiado fuertes, es decir aquellos que descompensan el vino.
Las sales minerales, según informan, actuarían para "equilibrar un vino que tiene excesos vegetales, astringencia o alcohol".
La información de The Sun está recogida a su vez en un informe de The Wall Street Journal, que mostró que la adición de ingredientes era una manera no convencional, pero fácil, para salir al paso y corregir errores de cualquier tipo de sabores desiguales en el vino.
Desconocemos si realmente este "truco" funciona, pero según afirma sus fuentes un experto en vinos de la bodega E. & J. Gallo Winery, una de mayores bodegas del mundo, habrían probado el método con éxito.