17/04/2015
Colmenar de Oreja a unos 49 Km de Madrid y una población de 8.424 habitantes, acoge uno de los más interesantes núcleos de riqueza cultural e histórica de la comunidad, eclipsado durante años quizá por la fama de sus excelentes caldos, ha sido recientemente reconocido en su justa medida al ser declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto histórico.
Fundada por los romanos en torno a finales del siglo III a. c en época del procónsul Escipión, Colmenar de Oreja fue inicialmente una aldea de Oreja, la cabecera de la localidad. Tras conocer dominio romano, visigodo y árabe, Oreja es conquistada por Alfonso VII en 1139.
Durante el desarrollo del Real Sitio de Aranjuez, Oreja perdió su hegemonía, y se inicio el verdadero avance de Colmenar, llegando a ser el tercer municipio más poblado de la provincia de Madrid en el S.XIX. En 1922 Alfonso XIII concede a Colmenar el rango de ciudad.
El inexcusable recorrido por Colmenar de Oreja, se inicia en el corazón de este municipio formado por la Plaza Mayor y la Iglesia de Santa María.
La Plaza Mayor construida sobre un barranco entre los años 1676 y 1794, supone un bello ejemplo de plaza castellana porticada apoyada en columnas y pilastras de piedra de Colmenar. En la parte sur de la plaza encontramos el túnel del Zacatín, atravesando el Arco del mismo nombre o también llamado el Ojo del Puente, podemos ver los Jardines del Zacatín, originales jardines en terraza ubicados en el terreno donde siglos atrás tenía lugar la compraventa de ropa, como indica el término árabe ”Zacatín”, así como descender hasta el fondo del barranco donde se encuentra la Fuente del Barranco o del Zacatín de finales del siglo XVIII a base de sillería de piedra, y provista de dos grandes caños. En definitiva, uno de los conjuntos arquitectónicos más interesantes de la Comunidad de Madrid, escenario incomparable de multitud de rodajes cinematográficos y televisivos.
La Fuente de los Huertos situada al final de la carretera que viene de Aranjuez, es otro espléndido ejemplo de las obras llevadas a cabo durante el reinado de Carlos III, su rehabilitación fue premiada en los años 90 por la Universidad Menéndez Pelayo.
La iglesia de Santa María del siglo XIII, originalmente de planta de cruz latina, fue ampliada en el siglo XVI, añadiéndose una vasta nave central y otras dos laterales. Se accede a ella por tres portadas de orden dórico, jónico y toscano, siendo el interior de estilo gótico. Sobresale su espléndida torre de estilo herreriano realizada a finales del S .XVI. En el presbítero encontramos frescos del pintor local del S .XIX, Ulpiano Checa.
Al pasear por el municipio nos asombramos ante la belleza de sus ermitas, entre las que destaca la Ermita y Jardines del Humilladero del siglo XVI de muros de sillería y sendas capillas del XVI y XVII. Su interior acoge la imagen del patrón de la ciudad ”El Cristo del Humilladero” o “El Morenito” como se le conoce cariñosamente, y que según reza la leyenda, fue donada por el Papa al Señor de Colmenar de Oreja, Bernardino de Cárdenas, mu**to en la batalla de Lepanto. Las ermitas de San Juan, San Roque y la de San Isidro completan el panorama.
El Convento de la Encarnación del S.XVII, situado muy cerca de la Plaza Mayor, comenzó a edificarse en 1536 y fue terminado en 1688 a semejanza del monasterio de la Encarnación de Madrid. La fachada principal es de estilo neoclásico, el cuerpo de la derecha acoge el Convento y el izquierdo la Casa-Palacio del Conde de Colmenar.
El museo Ulpiano Checa, dedicado a la obra de este pintor local de finales del siglo XIX y principios del XX, y al que se accede por unos cuidados jardines donde se encuentra un busto del pintor junto con un monumento dedicado a los elementos típicos del lugar como la piedra y la tinaja, y el Teatro Diéguez del siglo XIX, ubicado en lo que fue el antiguo Hospital de la Caridad, son otros dos lugares imprescindibles para visitar. El Mercado de Abastos es otro característico edificio hoy reconvertido en hospedería municipal.
Recorriendo la Vereda del Santo Cristo podemos apreciar la belleza paisajista de sus alrededores, partiendo de la Plaza Mayor nos acaba sumergiendo en los bellos parajes circundantes, un bello tapiz de cultivos típicos de cereal, olivos y vides. Ya en la vía pecuaria, además de obtener una espléndida panorámica del Valle de Valdegredero, nos encontraremos con la Fuente del mismo nombre, con el Mirador de los Barrancos en cuyo fondo observamos rica vegetación autóctona como el tomillo, salvia, espliego, romero, y algún quejigo, y también el Pinar de la Encomienda Mayor de Castilla de propiedad privada, considerado el mejor bosque de pino carrasco de la región. Así mismo, es destacable el Azud de Aldehuela, uno de los levantados en el cauce del río Tajo entre los siglos XV y XVIII aprovechando las estructuras medievales existentes en la zona. Muestra un muro simple de mampostería y sillarejo. Se aprecian zonas de alto grado de naturalización que han favorecido la presencia de especies acuáticas. También, en una singular ubicación del páramo podemos encontrar uno de los humedales protegidos por la Comunidad de Madrid, la conocida como Laguna de Esteras presenta unidades ecológicas asociadas a los ecosistemas de humedal y un valor faunístico importante.
Colmenar de Oreja a unos 49 Km de Madrid y una población de 8.424 habitantes, acoge uno de los más interesantes núcleos de riqueza cultural e histórica de la comunidad, eclipsado durante años quizá por la fama de sus excelentes caldos, ha sido recientemente reconocido en su justa medida al ser declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto histórico.
Fundada por los romanos en torno a finales del siglo III a. c en época del procónsul Escipión, Colmenar de Oreja fue inicialmente una aldea de Oreja, la cabecera de la localidad. Tras conocer dominio romano, visigodo y árabe, Oreja es conquistada por Alfonso VII en 1139.
Durante el desarrollo del Real Sitio de Aranjuez, Oreja perdió su hegemonía, y se inicio el verdadero avance de Colmenar, llegando a ser el tercer municipio más poblado de la provincia de Madrid en el S.XIX. En 1922 Alfonso XIII concede a Colmenar el rango de ciudad.
El inexcusable recorrido por Colmenar de Oreja, se inicia en el corazón de este municipio formado por la Plaza Mayor y la Iglesia de Santa María.
La Plaza Mayor construida sobre un barranco entre los años 1676 y 1794, supone un bello ejemplo de plaza castellana porticada apoyada en columnas y pilastras de piedra de Colmenar. En la parte sur de la plaza encontramos el túnel del Zacatín, atravesando el Arco del mismo nombre o también llamado el Ojo del Puente, podemos ver los Jardines del Zacatín, originales jardines en terraza ubicados en el terreno donde siglos atrás tenía lugar la compraventa de ropa, como indica el término árabe ”Zacatín”, así como descender hasta el fondo del barranco donde se encuentra la Fuente del Barranco o del Zacatín de finales del siglo XVIII a base de sillería de piedra, y provista de dos grandes caños. En definitiva, uno de los conjuntos arquitectónicos más interesantes de la Comunidad de Madrid, escenario incomparable de multitud de rodajes cinematográficos y televisivos.
La Fuente de los Huertos situada al final de la carretera que viene de Aranjuez, es otro espléndido ejemplo de las obras llevadas a cabo durante el reinado de Carlos III, su rehabilitación fue premiada en los años 90 por la Universidad Menéndez Pelayo.
La iglesia de Santa María del siglo XIII, originalmente de planta de cruz latina, fue ampliada en el siglo XVI, añadiéndose una vasta nave central y otras dos laterales. Se accede a ella por tres portadas de orden dórico, jónico y toscano, siendo el interior de estilo gótico. Sobresale su espléndida torre de estilo herreriano realizada a finales del S .XVI. En el presbítero encontramos frescos del pintor local del S .XIX, Ulpiano Checa.
Al pasear por el municipio nos asombramos ante la belleza de sus ermitas, entre las que destaca la Ermita y Jardines del Humilladero del siglo XVI de muros de sillería y sendas capillas del XVI y XVII. Su interior acoge la imagen del patrón de la ciudad ”El Cristo del Humilladero” o “El Morenito” como se le conoce cariñosamente, y que según reza la leyenda, fue donada por el Papa al Señor de Colmenar de Oreja, Bernardino de Cárdenas, mu**to en la batalla de Lepanto. Las ermitas de San Juan, San Roque y la de San Isidro completan el panorama.
El Convento de la Encarnación del S.XVII, situado muy cerca de la Plaza Mayor, comenzó a edificarse en 1536 y fue terminado en 1688 a semejanza del monasterio de la Encarnación de Madrid. La fachada principal es de estilo neoclásico, el cuerpo de la derecha acoge el Convento y el izquierdo la Casa-Palacio del Conde de Colmenar.
El museo Ulpiano Checa, dedicado a la obra de este pintor local de finales del siglo XIX y principios del XX, y al que se accede por unos cuidados jardines donde se encuentra un busto del pintor junto con un monumento dedicado a los elementos típicos del lugar como la piedra y la tinaja, y el Teatro Diéguez del siglo XIX, ubicado en lo que fue el antiguo Hospital de la Caridad, son otros dos lugares imprescindibles para visitar. El Mercado de Abastos es otro característico edificio hoy reconvertido en hospedería municipal.
Recorriendo la Vereda del Santo Cristo podemos apreciar la belleza paisajista de sus alrededores, partiendo de la Plaza Mayor nos acaba sumergiendo en los bellos parajes circundantes, un bello tapiz de cultivos típicos de cereal, olivos y vides. Ya en la vía pecuaria, además de obtener una espléndida panorámica del Valle de Valdegredero, nos encontraremos con la Fuente del mismo nombre, con el Mirador de los Barrancos en cuyo fondo observamos rica vegetación autóctona como el tomillo, salvia, espliego, romero, y algún quejigo, y también el Pinar de la Encomienda Mayor de Castilla de propiedad privada, considerado el mejor bosque de pino carrasco de la región. Así mismo, es destacable el Azud de Aldehuela, uno de los levantados en el cauce del río Tajo entre los siglos XV y XVIII aprovechando las estructuras medievales existentes en la zona. Muestra un muro simple de mampostería y sillarejo. Se aprecian zonas de alto grado de naturalización que han favorecido la presencia de especies acuáticas. También, en una singular ubicación del páramo podemos encontrar uno de los humedales protegidos por la Comunidad de Madrid, la conocida como Laguna de Esteras presenta unidades ecológicas asociadas a los ecosistemas de humedal y un valor faunístico importante.