El acceso a la misma se realiza a través de las calles Capitán Gallarza, Albornoz y Travesía del Laurel. Historia:
Esta calle discurre paralela a la cercana calle Bretón de los Herreros, por donde se levantaban las antiguas murallas de Logroño hasta su demolición en 1862. A partir de esa fecha, se reconstruyen las casas colindantes, que forman hoy en día la actual calle Laurel. Hasta finales del s
iglo XIX, dicha calle no tuvo acceso a Bretón de los Herreros, por lo que los vecinos debían realizar un largo paseo para acceder a ella. El 11 de mayo de 1878 se declaró "de utilidad pública" el derribo del edificio que hoy se encontraría en la Travesía del Laurel gracias a las quejas de los vecinos, por lo que la calle tuvo al fin acceso al Muro de Bretón de los Herreros. Hostelería y gastronomía:
En los poco más de 200 metros que forman esta calle y sus alrededores están establecidos más de 40 bares y restaurantes, ofreciendo todos ellos distintas tapas, más conocidas en el norte de España como pinchos. A diferencia de otras zonas gastronómicas de los alrededores, la costumbre es que en cada bar se ofrezcan una o dos especialidades, desde las más típicas como son el champiñón, la seta, el pincho moruno, la tortilla de patatas, los embuchados, la oreja de cerdo o las patatas bravas, hasta otras con nombre propio como el "Cojonudo", los "Rotos", el "Tío Agus" o el "Zorropito", siempre acompañadas por el vino de la región: el Rioja. Curiosidades:
A la zona de pinchos compuesta por esta calle, sus aledañas Albornoz, San Agustín y Travesía del Laurel, y la vecina Calle San Juan, se las conoce como "La Senda de los Elefantes", ya que se dice que todo el que entra sale con trompa y a cuatro patas. Existe un folleto sobre los establecimientos hosteleros de la zona, editado por la oficina de turismo con este nombre.