08/12/2022
Otro vecino (Irene hace unas semanas) valiente, con criterio y argumentos, explica y defiende Huertolab en prensa.
(En próxima publicación (para no restarle hoy protagonismo a Javier) subiré aquí la muy lamentable (y clarificadora) respuesta del concejal encargado de desmantelar el huerto, a preguntas de periodistas de este mismo medio).
https://www.laverdad.es/opinion/cuatro-tragedias-20221206000542-ntvo.html
(Subo el texto a continuación para los no subscriptores):
Cuatro tragedias en una.
El tiempo se agotó y la maquinaria arrasó el huerto urbano de Santa Eulalia, con los vecinos llorando desamparados en la puerta.
JAVIER GONZÁLEZ MORENO Martes, 6 diciembre 2022
Existía, hasta hace poco, en el céntrico barrio murciano de Santa Eulalia, un huerto urbano que era la delicia de la ciudad. Nació hace cinco años como un proyecto municipal de participación ciudadana. Desde entonces lo han gestionado los vecinos, manteniéndolo abierto para todos. El problema era que estaba situado en un solar de propiedad privada cedido por convenio. El solar cambió de manos a una empresa que quiere construir un edificio, lo que implicaba sacar el huerto urbano de ahí. Los vecinos negociaron con el Ayuntamiento la continuidad del proyecto. El Ayuntamiento no se avino a razones y finalmente lo ha desmantelado. Una tragedia, o mejor dicho, cuatro tragedias en una.
En primer lugar, es una tragedia para el barrio de Santa Eulalia. Vivimos tiempos en los que ni siquiera conocemos a los vecinos de nuestro edificio. Pues bien, en Santa Eulalia el huerto urbano funcionaba como punto de encuentro para recién llegados y habitantes del barrio de toda la vida. Bastaba con bajar al huerto y, entre plantación y aperitivos compartidos, conocer a tus vecinos, hacer amigos. El huerto hacía de Santa Eulalia un barrio, donde la gente se saluda por la calle.
En segundo lugar, es una tragedia para la ciudad. El huerto urbano era un pulmón, un edén, una huerta tradicional. Era la sede de varias asociaciones, un club de lectura, mercadillos artesanos, gente que no puede permitirse un local propio. Era el huerto escolar de un colegio. Era un taller para mayores, mujeres maltratadas, refugiados de la guerra. Era un jardín para leer con un café, almorzar en la pausa del trabajo, enseñar a los nietos los nombres de las plantas, tener una primera cita. Era un centro cultural con conciertos, presentaciones de libros y lecturas de poesía. El huerto era un centro cívico municipal.
En tercer lugar, es una tragedia para la Región. La importancia del huerto era reconocida por propios y extraños. Era un ejemplo de participación ciudadana que se enseñaba en varias universidades. Estaba incluido en los 'tours' turísticos de la ciudad. Claro que el solar era de propiedad privada, pero también existe el interés general y la figura legal de la expropiación con un precio justo. Priorizar el lucro privado inmediato fue lo que arrasó los Baños Árabes, privándonos a las generaciones futuras de nuestro patrimonio. El huerto era un patrimonio de todos los murcianos.
En cuarto lugar, es una tragedia democrática. Nuestros políticos se llenan la boca con los espacios verdes, sostenibles y ecosociales. Y, para uno que teníamos de verdad, lo han destruido. El anterior gobierno municipal del PP intentó cerrarlo hace dos años, pero la presión vecinal lo impidió. En aquel momento, los concejales del PSOE y Cs que ahora forman el gobierno municipal prometieron en el Pleno y ante los vecinos que garantizarían la continuidad del huerto. Sin embargo, una vez en el gobierno han hecho lo contrario. Tenían desde septiembre de 2021 un informe presentado por los vecinos con apoyo de arquitectos urbanistas y abogados demostrando que 10 de las 11 supuestas zonas verdes del barrio no cumplen la legalidad porque son en realidad plazas duras, y que la solución pasa por declarar el huerto urbano como zona verde. Era un informe inapelable sobre un problema que podría afectar a muchos otros barrios. Pero, en lugar de buscar una solución, nuestros gobernantes han dejado que el tiempo se agote. A propuesta de los vecinos, nuestros gobernantes apalabraron el traslado del huerto a otra plaza, pero llegado el momento de presentarlo ante los medios y vecinos de la nueva ubicación pretendieron imponer unas condiciones distintas a las pactadas, lo que motivó la pérdida de confianza de los vecinos en la concejal responsable. Finalmente, colgaron un aviso de desalojo en la puerta del huerto y culparon de todo a los vecinos en prensa. El alcalde, que nadie sabe cómo se llama, ni está ni se le espera.
Porque en realidad el interés general, los espacios verdes y Murcia a nuestros gobernantes no les importan: a los anteriores del PP, porque quieren que las cosas de valor solo las tenga una minoría; y a estos de PSOE y Cs, porque gobernar les viene grande y están deseando volver a la comodidad de la oposición, lejos de complejas tomas de decisiones, para embolsarse cantidades obscenas por decir que harían lo contrario de lo que acaban de hacer.
El tiempo se agotó y la maquinaria arrasó el huerto, con los vecinos llorando desamparados en la puerta. Y esta es la tragedia peor: vienen cosas graves y no tenemos políticos a la altura que defiendan al ciudadano de a pie.
El tiempo se agotó y la maquinaria arrasó el huerto urbano de Santa Eulalia, con los vecinos llorando desamparados en la puerta